AURORA LA CONDUCTORA
Tendría unos ocho años cuando sucedió. Como todos los días, Aurora volvía del colegio con su padre. Había sido un día intenso y, como una cotorra, le iba diciendo y explicando a su padre todas las vicisitudes de la jornada. Además, había tenido un examen sorpresa en la última hora y eso se lo tenía que explicar muy bien a papá.