tag:blogger.com,1999:blog-89173543707737590032024-03-05T19:46:10.101-08:00Centro de Psicología Bajo Aragón - Raúl Andreu TenaUnknownnoreply@blogger.comBlogger26125tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-62068759134710498662023-02-10T06:51:00.005-08:002023-02-12T07:59:40.902-08:00#HistorietasPsicológicas - Paco, el camaleón<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><img border="0" height="397" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQyxB1OtRdQE4qzLdpxV3Cct9RpXidgC9qf3imcItHnPs9niZIwVU-r_7aTvJCE94o44xjUNP23L5Xss2AF1YwQrs8WiV51yeSxihTdQ4dAOwniS0vq_cJzD5DGdZseUMnfds60VeYs_gvTSJqOq39iNJIFgXAANyVZEcM3ZgoyZl2eit4UUHNm55Jvw/w640-h397/camaleon-paco.png" width="640" /></div><div><br /></div><h2 style="text-align: left;">Paco, el camaleón</h2><br />Paco, el camaleón, podía camuflarse y mimetizarse con todos los colores del arcoíris. Podía pasar desde el azul intenso del cielo hasta el verde de las selvas más profundas, pasando por el rojo saturado de la sangre o amarillo brillante del sol. Y de ahí, cualquier otra combinación de colores que podamos imaginar: marrones, morados, anaranjados, rosados, etc., etc.<span><a name='more'></a></span> <br /><br />Cuando visitaba a sus amigas las plantas, estas, como no podía ser de otra manera, hablaban y pensaban de cosas de plantas. Y Paco se iba tiñendo poco a poco de color verde intenso… no quería desentonar. Y aunque pensaba que algunas cosas no eran tan verdes como pintaban las plantas, se dejaba llevar por aquel discurso verdino. <br /><br />Otras veces estaba con sus amigos elefantes y todo pintaba gris… No es que fueran pesimistas, solamente que su piel grisácea, junto al polvo que iban levantando cuando sus enormes patas golpeaban el suelo, les hacía adquirir esa tonalidad terrosa que prácticamente los invisibilizaba en las extensas sabanas africanas. Y allí que estaba Paco, esta vez teñido del color de los elefantes, hablando de cosas de elefantes, sin mucho interés ni ganas, pero por no molestar ni llamar la atención les seguía la corriente y asentía con su cabecita camaleónica, teñido de color gris terroso.<br /><br />En otras ocasiones se marchaba a las zonas lacustres con sus rosáceos amigos flamencos. Era el color que más le gustaba, y con buen gusto se teñía de rosa mientras charlaba con estas animadas aves de estiradas patas y alargado pico. Tenía muchas cosas en común con ellos y se pasaba largas horas parloteando, pero llegaba un momento en que se cansaba mientras los flamencos no paraban de hablar y hablar. Paco no se atrevía a decirles que ya estaba cansado de tan cháchara y resignadamente esperaba horas y horas hasta que encontraba algún momento de despiste de las parlanchinas aves y buceando por las aguas pantanosas les daba esquinazo para poder irse de allí. <br /><br />Algunas veces, pocas, le tocaba ir a ver a sus primas las serpientes. Éstas con sus multicolores marrones, amarillos y verdosos criticaban a Paco por venir a verlas tan poco. Mientras tanto Paco, que sin darse cuenta iba adquiriendo los mismos colores que sus tóxicos familiares, las miraba con su cabecita hacia abajo, sin atreverse a decirles nada ni a contrariarlas. Alguna de ellas le pedían favores y él para agradarlas los hacía sin ninguna gana para no que no se enfadaran. Incómodo y distante, Paco disimulaba su malestar con sus primas hasta que se inventaba alguna excusa para irse y apartarse, sin ser capaz de expresarles el daño que le hacían ni lo molesto que estaba. Cuando se marchaba, ellas, muy dignas, le decían: —a ver si no tardas tanto en volver a visitarnos, y no estaría mal que trajeras algún regalito para complacer a tus primas que tanto te queremos. Mientras se iba alejando de las serpientes, Paco iba recuperando su habitual color verdoso, sintiéndose fatal y pensando en todo lo que le gustaría haberles dicho pero que no había sido capaz.<br /><br />Paco siempre había querido <b>caer bien</b>, <b>ser apreciado</b>, <b>ser bien visto</b> y tener una <b>buena reputación</b>. No soportaba el enfrentamiento, se ponía muy nervioso y siempre acababa cediendo a la voluntad de los demás. Sin embargo esta manera suya de querer agradar y adaptarse a los deseos ajenos, cambiando de color en cada ocasión, le acababa haciendo daño y pasando factura. Todo el mundo se aprovechaba de él y sin querer se veía siempre haciendo tareas que no deseaba, consintiendo cosas que no quería y quitándose horas de su tiempo para hacer favores a los demás.<br /><br />Finalmente, cansado de mimetizarse y complacer siempre a los demás, Paco decidió alejarse de todos ellos. Sentía que le hacían daño y que se aprovechaban de él. Estaba cansado de fingir que le interesaban sus conversaciones y que compartía lo que pensaban. Y como nunca se atrevió a expresar lo que verdaderamente quería y pasaba por su cabeza, decidió alejarse de todos ellos para que no le hicieran más daño.<br /><br />Paco se quedó triste y solo. Sus amigos y familiares no entendían por qué ya no pasaba a verlos, con lo majo que era. Se volvió cada vez más huraño y desconfiado. Cuando se encontraba muy de vez en cuando a sus seres queridos intentaba evitarlos y, si no le quedaba más remedio que hablar con ellos, se mostraba esquivo y distante intentando acabar cuanto antes el encuentro. <br /><br />Paco no entendía por qué se había convertido en un camaleón tan desdichado y solitario con lo alegre y sociable que era años atrás. Sin darse cuenta, su deseo de agradar y querer llevarse bien con todo el mundo había acabado convirtiéndole en un camaleón en el que no se reconocía. Siempre adaptándose a los demás y él siempre en segundo lugar. Siempre llevándoles la razón a los otros y quitándosela a él mismo. Siempre diciéndoles a todos que sí, sin atreverse nunca a decir que no a nadie. Y al final tanto daño se hizo a sí mismo por no enfrentarse a nadie, que prefirió quedarse solo para no herirse más. <br /><br /><br /><h3 style="text-align: left;">Las reglas del juego</h3><br /><b>La asertividad<br /></b><br />Las personas, en nuestro contacto con los demás, nos comportamos de diferentes maneras sin darnos cuenta de la importancia que tiene ese comportamiento para nuestro bienestar emocional y también para el buen desarrollo de nuestras relaciones y amistades.<br /><br />Tenemos tres grandes formas de comportarnos socialmente. El comportamiento pasivo, el agresivo y el asertivo. Sólo éste último nos permite enfrentar las situaciones sociales y especialmente las comprometidas de manera eficaz. Aumenta la probabilidad de salir exitoso en muchas de estas situaciones aunque no siempre. Cuando somos asertivos expresamos nuestros objetivos de manera clara pero sin agresividad. Firmes pero amables.<br /><br />La asertividad, agresividad o pasividad no es una característica innata de nuestro comportamiento, tampoco nuestra personalidad o carácter es agresivo, pasivo o asertivo. Con esto quiero decir que <b>estos comportamientos son aprendidos</b> y que podemos volver a aprenderlos de manera diferente para actuar de manera más eficaz.<br /><br />También es importante tener en cuenta que <b>ninguna persona se comporta siempre de manera asertiva, agresiva o pasiva</b>, sino que puede tener diferentes formas de comportarse en distintas circunstancias o personas. Así, por ejemplo, una persona con su padre puede ser pasivo, con su pareja agresivo y con los amigos de trabajo asertivo. El problema viene cuando con la mayoría de las relaciones o con relaciones importantes en su vida, tiende a aparecer siempre el estilo pasivo o el agresivo.<br /><br />Durante algún tiempo <b>la asertividad se confundió con agresividad</b>, con la necesidad de ganar siempre. Nada más lejos de la realidad, la persona que se siente asertiva, no quiere, ni necesita ganar siempre, porque se siente segura de sí misma. Lo que sí suele es exponer, desde el respeto, su punto de vista y sentimientos casi siempre. <br /><br />En los asuntos que la persona asertiva considera importantes para su bienestar emocional pide claramente lo que desea y aplica las consecuencias oportunas para conseguir sus objetivos, siempre desde el respeto hacia el otro, entendiendo que delante tenemos una persona que tiene sus sentimientos y sus derechos como nosotros. En estas ocasiones, en donde hay una confrontación importante, la persona asertiva se va a poner un poco por encima del otro. Va a ser sanamente egoísta.<br /><br />Pero la característica principal de las personas que actúan asertivamente es la <b>positividad</b>. Al contrario de lo que podamos pensar, no están continuamente diciéndonos todo lo que no les gusta, lo que quieren y lo que piensan. No son exactamente de esas personas que presumen de sinceras, sin que les importe los efectos de su sinceridad en los otros. Las personas cuando son asertivas principalmente nos dicen cosas positivas, como por ejemplo lo bien que nos vestimos, nos dan amablemente los buenos días, siempre tienen una sonrisa para nosotros, se dan cuenta de nuestro nuevo corte de pelo, o nos hacen pequeños favores siempre que estén a su alcance, etc. Estas son las características más importantes: desprenden positividad, nos encontramos bien junto a ellos, sabemos que no se van a aprovechar ni burlar de nosotros, que podemos contar con ellos. Pero también nos hacen saber que no los vamos a poder manipular ni utilizar para fines en los cuales no estén de acuerdo. <br /><br /><br /><h3 style="text-align: left;">Conclusiones</h3><br /><b>De tanto cambiar de color, Paco se hizo daño y perdió a sus amigos<br /></b><br />Paco se comportaba de una manera tremendamente pasiva. La metáfora del camaleón que adapta su color al entorno para pasar desapercibido es lo que hacen muchas personas cuando actúan pasivamente: adaptarse a los otros, negarse a sí mismas y mimetizarse con los demás para no llamar la atención y no resultar molestos ni sobreexponerse. <br /><br />Pero ser pasivo siempre, pasa factura. La energía mental que no conseguimos sacar, cuando se quedan renuncias en nuestra garganta, peticiones que no decimos o tratos injustos que permitimos y no enfrentamos, sale siempre con consecuencias negativas para nuestra salud física y mental. A nivel físico este estado psicológico de frustración que genera el ser pasivo puede provocar problemas dermatológicos, digestivos o musculares. No suelen ser problemas graves de salud que pongan en riesgo nuestra vida, pero sí la calidad de la misma. Con respecto a las afectaciones psicológicas los síntomas ansiosos y depresivos suelen ser los más comunes. <br /><br />Pero además, a nivel conductual, como le pasó a Paco, estas personas suelen alejarse de sus amigos y familiares para que dejen de hacerles daño. Y eso provoca su aislamiento social con todas las consecuencias negativas de falta de reforzadores sociales asociadas. Antes de aislarse utilizan otras estrategias como estar más callados o más ariscos, intentando que los demás se den cuenta de que su comportamiento es inadecuado. Pero los demás no se dan cuenta de nada si no se les dice claramente. Y poco a poco, ante las heridas que van sufriendo, se alejan para no ser más dañados y humillados. Este es el gran drama de las personas pasivas, que intentando agradar y caer bien, se convierten en marionetas en manos de los demás, siendo tratados injustamente, sin que muchas veces los demás sean conscientes de ello.<br /><br />Sin embargo, siempre se está a tiempo de aprender a ser asertivos, a expresar lo que sentimos y queremos, sin ser bruscos ni maleducados. A defender nuestros derechos y a coger las riendas de nuestra vida. Pero hay que arriesgarse y sobre todo tener una buena orientación psicológica para recorrer este bonito camino que es convertirse en una persona que enfrenta su vida con conductas asertivas. Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-35913538450284258832022-12-29T14:15:00.008-08:002023-01-08T09:14:01.113-08:00#HistorietasPsicológicas - La mañana de Reyes<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaW4c1Yp3eBo0dPqDgWPYC-NEGe6zCvf89cHOsYPfVoLKjRuf6nBgRotxZEuTUhW9zNj5UrgAz9rdDPDFTRkSYRvIryljIn4qc1HjVL1nqpzLcax32Gx2rVnrgVXvx12GkTrlJu2t26dJywu8MP1aP-V64amuhZfwhHq8tzQblsUvrEm8jUVNwNyfFZg/s768/ni%C3%B1as-abriendo-juguetes.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="768" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaW4c1Yp3eBo0dPqDgWPYC-NEGe6zCvf89cHOsYPfVoLKjRuf6nBgRotxZEuTUhW9zNj5UrgAz9rdDPDFTRkSYRvIryljIn4qc1HjVL1nqpzLcax32Gx2rVnrgVXvx12GkTrlJu2t26dJywu8MP1aP-V64amuhZfwhHq8tzQblsUvrEm8jUVNwNyfFZg/w640-h426/ni%C3%B1as-abriendo-juguetes.png" width="640" /></a></div><div><br /></div><br /><h2 style="text-align: left;">La mañana de Reyes</h2><br />Estaba muy nerviosa. Sabía que había llegado el día y se despertó muy temprano. Bajó sus pequeños pies de la cama y se asomó a la puerta del salón. Allí estaba el árbol adornado con cintas y bolas de Navidad. Debajo, un pequeño Belén con su niño Jesús y demás acompañantes que prácticamente no se veían debido a la gran cantidad de paquetes que había envueltos con vistosos y llamativos papeles.<span><a name='more'></a></span><div><br /></div><div>Carla, ojiplática, tenía el corazón a punto de explotar. Los nervios se apoderaban de su cuerpecito mientras buscaba entre los paquetes algunos que pusiera su nombre. El día anterior, en la cabalgata, Melchor le había preguntado si se había portado bien, y ella le dijo que sí. Por lo tanto nada podía fallar, tenía que estar la casa de muñecas que tantas veces le había pedido a su madre que le trajeran los Reyes. Y allí estaba el regalo, por fin tenía su casa de muñecas. La sacó rápidamente de la caja y se puso a jugar y a inventar historias sobre aquella preciosa casita. En su interior, Carla pensaba en lo maravillosos que eran esos seres desconocidos que venían una vez al año y le traían regalos…<br /><br />Pasaron los años y la ya no tan niña Carla seguía esperando con la misma ilusión el día de Reyes. Ahora tenía una hermana más pequeña a la cual le iba diciendo pequeños trucos para conseguir sus regalos. ̶ Sobre todo cuando te pregunten los Reyes si te has portado bien, diles que sí. Que estudias mucho y que te comes todo lo que te ponen en el plato. Elsa, su hermana pequeña, sin entender muy bien lo que le decía, sí que sentía los nervios y la ilusión que transmitía Carla; y las dos juntas se iban la mañana de Reyes a descubrir lo que aquellos extraños seres les habían dejado debajo del árbol…<br /><br />Pasaron dos años más y Carla oía que algunos niños decían que los Reyes eran los padres. Ella no se lo podía creer. ̶ Qué tontería ̶ pensaba. Pero su mejor amiga le dijo que el año pasado vio cómo su padre ponía él mismo los regalos junto al Belén. Y poco a poco, de diferentes fuentes le llegaba la misma información: los Reyes Magos son los padres. Al principio dudó, pero conforme fue pasando el curso y llegaron las Navidades siguientes, la semilla de la duda se hizo cada vez más grande para hacerle comprender lo que sus padres hacían todas las noches de Reyes. Entendió por qué su madre le decía que había que acostarse pronto y que si oían algún ruido no se preocupara. Entendió también por qué aquellos pelos de Melchor siempre le habían parecido de peluca y que ninguno de los tres reyes tuviera acento extranjero si venían de tan lejos. Lo entendió todo y le preguntó a su madre. Ella con una sonrisa cómplice le dijo que no podía decirle nada de este secreto a Elsa, la pequeña de la casa, porque tenía que seguir teniendo la misma ilusión tal como ella la había tenido hasta ahora. Carla le prometió que no diría nada. <br /><br /><b>Su pensamiento había cambiado</b>. Sin darse cuenta una de las creencias más arraigadas de su corta existencia había poco a poco desaparecido. Otras seguían estando ahí… <br /><br /><br /><h3 style="text-align: left;">Las reglas del juego: El modelo ABC</h3><br />Fue Albert Ellis, uno de los psicólogos cognitivos más importantes junto con Aaron Beck, el que desarrolló a partir de 1950 el modelo ABC. Muy resumidamente lo que nos viene a decir es que los efectos y consecuencias emocionales/conductuales (C) no vienen directamente derivados de los acontecimientos o situaciones que vivimos (A) sino de cómo interpretamos estas situaciones (B). De tal forma una misma situación (A) puede generar diferentes reacciones emocionales/conductuales (C) a distintas personas, según cómo interpreten (B) dicho acontecimiento (A). Igualmente una misma persona puede reaccionar (C) de manera diferente a una situación (A) idéntica en distintos momentos de su vida, puesto que nuestras experiencias y aprendizajes van cambiando nuestro sistema de creencias (B).<br /><br /><div style="text-align: center;"><img border="0" data-original-height="330" data-original-width="1024" height="129" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifOR8SSrx8kzpCepUDxldbrmPbqbDzz9Ip9EpKMNx1DFvD8AAmt4rC-ScyQkzKRosHEwQWRgFT6YopiMl6b4Kh0FUxOewoj7q_H16OVkVEXlHdGcW7ZXlg3mYznKXJnzy06OXTUkwAoR_yV1U1E8ZPBMWRzP6mKlOvEsGCkZ4sIjyWvd7zsfiOCwEENw/w400-h129/modelo-abc-e1587765734287-1024x330.jpg" width="400" /></div><br />Este modelo nos transmite dos principales conclusiones. La primera es que <b>nuestras creencias, y los pensamientos que las componen, son modificables</b>. Por muy profunda que sea una creencia, con las experiencias e informaciones adecuadas podemos cambiarla. Este aspecto es muy importante tenerlo en cuenta para tener una concepción realista y adecuada de la psicología humana. La segunda conclusión que nos enseña este modelo es que <b>lo importante no son los acontecimientos que suceden en nuestra vida, sino nuestra manera de interpretarlos</b>. Todo pasa por el filtro de nuestros pensamientos y creencias, ya sean éstas realistas o erróneas.<br /><br />Carla estaba muy convencida de que los Reyes Magos eran reales porque todo el mundo a su alrededor le aseguraba que existían (no tenía que ver esta creencia tanto con su inocencia infantil sino con toda la información que le llegaba de su alrededor). Sin embargo las informaciones empezaron a cambiar de manera sistemática y contundente; las personas de referencia ahora (sus amigas) le aseguraban que eso de los Reyes Magos era un invento, que los que dejaban los regalos debajo del árbol eran los padres (y aquello tenía mucho sentido).<b> Las informaciones y creencias de los demás sobre el mundo y sobre nosotros nos influyen irremediablemente pudiendo crear y modificar creencias</b>. Pero no sólo las creencias de los demás nos influyen: <b>nuestras propias experiencias personales también hacen crear y modificar pensamientos</b>. Carla no sólo cambió su pensamiento sobre los Reyes Magos por sus amigas, la cuestión es que además vio a su padre cómo sigilosamente colocaba los regalos debajo del árbol en la madrugada de la noche de Reyes. <br /><br />Las creencias (irracionales o no) y los esquemas de pensamiento son aprendidos de lo que nos transmiten las personas de nuestro entorno (padres, hermanos, amigos, profesores, etc.), desde la infancia, desde que tenemos capacidad de observar, escuchar y aprender, pero también las podemos generar de mayores. Igualmente nuestras experiencias generan creencias en cualquier momento de nuestra vida. <br /><br /><br /><h3 style="text-align: left;">Ejemplos</h3><br /><h4 style="text-align: left;">De golpe y porrazo</h4><br />Era mayor, pero se encontraba perfectamente. Tenía factores de riesgo: estaba obeso, tenía hipercolesterolemia, hacía poco ejercicio físico, comía demasiadas grasas y existían antecedentes familiares. De repente notó un pinchazo en el pecho, su corazón estaba sufriendo un infarto. Lo hospitalizaron en cuidados intensivos, pero no evolucionó favorablemente. Finalmente su débil corazón dejó de latir. A partir de ese momento su hijo empezó a preocuparse por su salud. Cualquier sensación en el pecho le hacía pensar que quizás tenía algo en el corazón. Se empezó a obsesionar haciéndose excesivas pruebas médicas y tomándose la tensión compulsivamente. Había generado una creencia irracional (B) hacia la peligrosidad de los síntomas de su cuerpo que antes no le daba importancia. Sensaciones y pinchazos (A) que antes no producían ninguna consecuencia ahora le aterrorizaban (C). La hipocondría había pasado a formar parte de su vida.<br /><br /><br /><h4 style="text-align: left;">Y poco a poco</h4><br />Ya desde muy pequeño recordaba a su madre tomándole siempre la temperatura y llevándolo al médico por cualquier pequeño catarro o erupción en la piel. Le decía que tenía que ser cuidadoso con su salud, no coger frío, vigilar sus síntomas, tener el teléfono de urgencias a mano… Cuando se convirtió en adolescente todas estas precauciones le agobiaban y le parecían chorradas, pero a los pocos años, sin darse cuenta, se vio haciendo lo que hacía su madre. Estaba muy pendiente de sus síntomas (A) y cuando alguno le parecía sospechoso o compatible con alguna enfermedad grave (B) se ponía muy nervioso y no podía controlar palparse y mirarse repetidamente (C) hasta tranquilizarse y, si tan agobiado se veía, no tardaba en llamar al médico o irse a urgencias (C). Su hipocondría había sido inoculada desde pequeño, poco a poco, en innumerables situaciones. Desde su infancia había aprendido que las sensaciones de su cuerpo (A) podían indicar graves enfermedades que pusieran la vida en peligro (B), por lo tanto había que estar alerta y preocuparse para poner rápido remedio e ir al médico a la menor duda (C). <br /><br />Ya sea de «golpe y porrazo» o «poco a poco», las creencias se van generando con las experiencias que vamos teniendo. Estas creencias hacen que actuemos y sintamos de una manera u otra y, cuando además son irracionales, producen dolor emocional y sufrimiento psicológico.</div><div> <br /><br /><h3 style="text-align: left;">Conclusiones</h3><br />Como hemos aprendido, nuestras emociones y respuestas conductuales (C) no son provocadas por las situaciones (A) sino por nuestras creencias (B). Así hemos visto que ante las mismas situaciones (Reyes Magos) o (sensaciones en nuestro cuerpo) las personas pueden reaccionar de manera diferente porque detrás hay pensamientos diferentes. No es fácil cambiar nuestro sistema de creencias. Pero, como hemos visto en la historieta de los Reyes Magos, tampoco es imposible. Carla creía al 100% que los Reyes existían. No tenía ninguna duda. Pero pasado un tiempo tuvo un bombardeo de experiencias e informaciones que le hicieron ver la «otra» realidad y cambiar sus pensamientos. <br /><br />Detrás de los problemas psicológicos siempre hay creencias irracionales (B) que nos hacen sufrir y actuar mal (C), con consecuencias nefastas para nuestro estado de ánimo y objetivos en nuestra vida (C). En los ejemplos que hemos puesto sobre hipocondría, los pensamientos irracionales tenían que ver con una interpretación errónea de los síntomas de nuestro cuerpo (A) que nos producían alta ansiedad (C) y un montón de conductas inadecuadas (C) que buscaban evitar enfermedades graves y mortales que no existían y que sólo estaban en nuestra cabeza (B). <br /><br />Para superar cualquier problema psicológico, ya sea de depresión o de cualquier tipo de trastorno de ansiedad como la hipocondría, tenemos que cambiar o debilitar el sistema de creencias irracionales que sustenta la patología emocional. <b>Y es ahí, a través de la terapia psicológica, donde se van descubriendo y discutiendo esas creencias irracionales</b> hasta que se hacen más débiles y vulnerables para poder atrevernos a enfrentar nuestros demonios. Carla, y todos cuando abandonamos la inocente infancia, tenemos nuestro baño de realidad para dejar de creer en los Reyes Magos. Los adultos, y a veces los niños, también tienen que darse cuenta de que determinadas creencias, en ocasiones, no son tan ciertas como pensamos y tenemos que empezar a dudar de ellas y atrevernos a caminar por senderos distintos que nos hagan sentir en paz y en equilibrio emocional para alcanzar nuestros objetivos en la vida.■</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-88337368160890037572022-11-12T03:09:00.012-08:002022-12-07T12:45:32.251-08:00#HistorietasPsicológicas - El albañil y el aprendiz<div style="text-align: center;"><img border="0" data-original-height="809" data-original-width="1200" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNMZA6tzoru-8mUDQpWa1shueO3VrA_FDetDQsM5U4Wm82ztXsAK3UxQvfgBv1bRhqDKhvklWoCvSgSeT_4KmwzwkvWP528uhzVQ0awc3nHTNZ0YTVfFm1hThuriNM_08QazGDvvCL8SStfzip_X_SF0-3Z3cPgor159zLZHIG9GiyRJiYXJ_MRalATg/w640-h432/ALBA%C3%91IL-MURO.jpG" width="640" /></div><br /><br /><h2 style="text-align: left;">EL ALBAÑIL Y EL APRENDIZ </h2><br /><div style="text-align: justify;">El joven tenía muchas ganas de aprender y su padre le había dicho que tenía la suerte de estar con uno de los mejores albañiles de la comarca. Siempre le había gustado la construcción; ya de pequeño jugaba con los legos construyendo casas y mansiones con sus habitaciones, ventanas y tejado. Ensimismado pasaba horas y horas en su pequeño mundo de creación constructora y ahora ya había llegado el momento de poner en práctica lo que tanto le gustaba.</div><span><a name='more'></a></span><br /><br /><div style="text-align: justify;">El maestro albañil tenía el encargo de un pequeño chalet que requería un muro que lo rodeara con una altura de dos metros, pues al encontrarse en medio del campo este muro evitaría la entrada en el recinto de los numerosos rebaños de ovejas que pastaban por allí, así como de los jabalís que, especialmente por la noche, merodeaban por los alrededores.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El plan del maestro albañil era construir primero el muro que perimetraba la construcción y posteriormente comenzar con el chalet. Así que se pusieron manos a la obra…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El aprendiz observaba con detenimiento y fascinación los movimientos y ejecución del maestro albañil: cómo cogía los ladrillos, amasaba el cemento y utilizaba la paleta para ir colocando los bloques. Por ahora, el joven aprendiz sólo realizaba tareas de peón como transportar los ladrillos hasta el muro, mover los sacos de cemento o limpiar las herramientas, etc. Además el maestro le indicó una tarea a la que le dio gran importancia: tenía que sujetar fuertemente el muro con sus manos, mientras él se iba a almorzar a un bar cercano. Todos los días el maestro albañil, entre risotadas, les decía a los otros trabajadores que coincidían en el bar de los almuerzos que otra vez había dejado al novato aprendiz «sujetando» el muro, entre el cachondeo general del grupo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><div style="text-align: justify;">Pasaban los días y el muro iba cogiendo forma; ya sólo faltaba el último tramo para finalizar el cerramiento del recinto y, como todos los días a la hora del almuerzo, el maestro albañil dejaba al aprendiz «sujetando» el muro, con la consabida advertencia de que lo sostuviera fuertemente para que éste no cayera. Sin embargo, el aprendiz, con el paso de los días, iba relajando su fuerza contra el muro, hasta que un día, cansado ya esta tarea, se arriesgó y soltó las manos de los ladrillos que estaba sujetando y, aunque en un primer momento notó una punzada en el estómago al temer que el muro se desplomara como le había advertido innumerables veces el maestro albañil, éste ni se inmutó y siguió erguido sin necesidad alguna de sujeción por parte del ingenuo aprendiz.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando volvió el maestro del almuerzo y vio que el aprendiz no estaba haciendo fuerza hacia el muro como todos los días, le dijo: ̶ ¡Chaval, por fin te has dado cuenta! ̶ , mientras le removía el pelo cariñosamente. ̶ Mañana te vendrás conmigo a almorzar y te presentaré a mis colegas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El aprendiz, entre sorprendido y avergonzado, había entendido de golpe la broma que le había gastado su jefe. No había problema en dejar el muro sin sujetar, el muro se sujetaba sólo. Había aprendido la lección y su pensamiento catastrófico se había eliminado. Ya no volvería a utilizar esa estúpida conducta para evitar una catástrofe que nunca iba a suceder.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><h3 style="text-align: justify;"><b>Las reglas del juego</b></h3><div style="text-align: justify;"><br /></div><b><div style="text-align: justify;"><b>Los experimentos conductuales</b></div></b><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una de las estrategias más utilizadas en terapia psicológica es lo que denominamos experimentos conductuales, que consisten en «ejercicios» o actividades que el paciente lleva a la práctica, de forma voluntaria y consciente, en su día a día para superar un problema o una situación difícil. La fuerza de esta técnica es la fuerte revisión de los pensamientos irracionales que mantenemos de manera automática y sin ser conscientes y que, tras la realización de la tarea encomendada, se ponen en duda y empezamos a debilitar. Más allá del cambio cognitivo que podemos hacer analizando racionalmente nuestros pensamientos, los experimentos conductuales nos dan pruebas reales y contundentes enfrentando nuestros miedos a la vida real y comprobando las consecuencias de esta experiencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><b><div style="text-align: justify;"><b>Ejemplo</b></div></b><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Juan siempre llevaba manga larga, incluso en los calurosos días de verano donde todo el mundo vestía con tirantes o manga corta. De pequeño tuvo un accidente doméstico con el aceite caliente de una sartén que le produjo una quemadura en el brazo izquierdo. Desde entonces le resultaba muy incómodo enseñar ese brazo, por las cicatrices de la quemadura y, como conducta de evitación, vestía siempre con alguna prenda que le cubriera por completo ambos brazos. Sus pensamientos catastróficos, relacionados con su ansiedad social, se concretaban en burlas y mofas que otras personas pudieran realizar al observar esa parte de su cuerpo. Sólo era capaz de despojarse de la manga larga ante sus amigos de más confianza, con los cuales sabía que no iban a realizar chanzas ni burlas sobre este aspecto.</div></div><div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Empezó a ir a terapia y el psicólogo después de evaluar su caso le propuso que un día probara a despojarse de sus mangas por una avenida apartada de su residencia habitual y comprobara la reacción de las personas con las que se iba cruzando. Como era de esperar la respuesta de los viandantes fue nula. Nadie se fijó ni hubo ninguna reacción por parte de las personas que Juan se fue encontrando durante su paseo por la avenida. Evaluando lo sucedido con el psicólogo, Juan empezó un nuevo camino para enfrentar su miedo a enseñar su cuerpo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><h3 style="text-align: justify;">Arriesgar para superarnos</h3><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El novato aprendiz mantuvo muchos días una conducta de seguridad totalmente inútil para evitar una catástrofe que solo existía en su cabeza. Igual que él, muchas veces las personas mantenemos conductas neuróticas que solamente sirven para no tener vidas más plenas de las que podríamos tener y, además, paradójicamente, para seguir manteniendo y alimentando nuestros miedos irracionales. Dar el paso y atrevernos por primera vez a hacer lo que tanto tememos no soluciona nuestro problema de repente, pero nos permite empezar a caminar por la dirección adecuada iniciando la superación de nuestros trastornos psicológicos, muchos de ellos con años de evolución.</div></div><div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Los experimentos conductuales nos permiten darnos cuenta y ser conscientes de que hemos estado sosteniendo conductas que no sirven para nada, puesto que al final no ocurre lo que tanto tememos. Nos hacen reflexionar sobre la idoneidad de nuestra estrategia y nos permiten profundizar en conductas y pensamientos mucho más racionales que nos sirvan de verdad y que nos hagan más libres y felices. Pero el primer paso siempre es el mismo: <b>cerrar los ojos y atrevernos a hacer o dejar de hacer lo que durante tanto tiempo hemos hecho para que no sucedieran esas supuestas catástrofes</b>. Y solo después de realizar nuestro «experimento conductual» podremos observar en primera persona si nuestros pensamientos irracionales nos estaban gastando una broma pesada. Igual que le pasó al novato aprendiz, que tuvo que arriesgarse y dejar de «sujetar» el muro para comprobar que el muro no necesitaba de sus brazos ni su fuerza para seguir erguido por mucho que su jefe le hubiera dicho en su momento que debía hacerlo (para gastarle una broma).</div></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-2508250865463447232022-01-31T13:12:00.007-08:002022-02-15T01:32:59.335-08:00#HistorietasPsicológicas - El rey glotón<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhI7AhzAu-SwQD3CS71ZiSj5NlYDzSv5Cmh2qC8nz8YEzr3OW0WhFusU_fEwtmDxfRG6QMG2WySam3GA9VQhG9R2qNQ8rU0IXjXTVgLteEC7fuPGXV2BnX7OXoyf40VzB6K49TYWxMbVziZM5ob-iShUAR98IdF_-X02-e9EWKDDF9Nx8Exx2QBECMOAA=s1920" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1281" data-original-width="1920" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhI7AhzAu-SwQD3CS71ZiSj5NlYDzSv5Cmh2qC8nz8YEzr3OW0WhFusU_fEwtmDxfRG6QMG2WySam3GA9VQhG9R2qNQ8rU0IXjXTVgLteEC7fuPGXV2BnX7OXoyf40VzB6K49TYWxMbVziZM5ob-iShUAR98IdF_-X02-e9EWKDDF9Nx8Exx2QBECMOAA=w640-h428" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: left;"><br /></div><h2 style="text-align: left;">EL REY GLOTÓN<span style="font-size: x-small;">1</span></h2><div><span id="docs-internal-guid-ddb7f902-7fff-0ad0-716e-274f3d35c6dd"><br />En el remoto territorio de Tragaldabia gobernaba un soberano que disfrutaba con suculentos festines. Compartía mesa y mantel con los más nobles del reino. Los banquetes se alargaban hasta el amanecer. En los convites devoraban salmones frescos al limón, aderezados con espumosos de la región de Champaña; truchas rellenas de jugosas láminas de panceta crujiente, guarnecidas con vinos blancos de las laderas del Rin; faisanes embuchados con ciruelas y uvas, dorados a la miel, regados con caldos rojos de las soleadas tierras del sur; ciervos asados en espetón, con confitura de grosellas y bayas silvestres de los bosques, acompañados de licores variados; mangos, chirimoyas, papayas; frutos traídos de parajes exóticos; hojaldres de canela y crema, cubiertos de chocolate caliente…<span><a name='more'></a></span><br /><br />Amaneció un mal día. Un rumor, más temible que la peste negra, se propagó como una epidemia por los dominios de Tragaldabia: el rey glotón está triste, ¿qué tendrá el rey glotón, que ya no saborea los manjares? Un decreto real confirmó los presagios más funestos de los vasallos. Soldados iban y venían por cañadas y veredas reclutando nuevos cocineros para palacio. Aquel que restituya el deleite al monarca será encumbrado, pero a quien fracase se le condenará al patíbulo. Prestigiosos guisanderos cocinaron los platos más imaginativos, mero con gusto al cordero, pollo con sabor a centollo... A pesar de las creativas combinaciones, uno tras otro perdieron literalmente la cabeza. Por fin, le tocó el turno al más afamado. Preparó un manjar aliñado con sencillez. Tras degustarlo, el rey mandó traerle a su presencia. Desilusionado, objetó:<br /><br />–Poseéis enorme fama y cordura, pero vuestra receta no acaba de convencerme.<br /><br />–Majestad –respondió el humilde servidor– me falta un ingrediente para su sazón.<br /><br />–¿Cuál? –inquirió el rey con ansiedad expectante– Decídmelo y ordenaré a mis ejércitos que os lo consigan de inmediato, aunque se halle en la colonia más alejada del imperio.<br /><br />–No se encuentra tan lejos –replicó el cocinero.<br /><br />–Entonces, ¿qué es?<br /><br />–Vuestra<b> hambre</b>, Majestad, vuestra hambre –sonrió el cocinero al asombrado rey glotón.<br /><br />Y cuenta la leyenda que aquel cocinero salvó la vida.<br /><br /><span style="font-size: x-small;"><b>1</b> Historia extraída del libro El niño que no sonríe de Francisco Xavier Méndez. Editorial Pirámide, 2001.</span><br /><br /><br /></span><h3><span>Las reglas del juego</span></h3><br /><b>La saciación y la privación</b></div><div><b><br /></b>El principio de saciación se produce cuando un determinado refuerzo positivo es administrado masivamente y en un espacio de tiempo más o menos reducido. Cuando se produce este hecho el refuerzo positivo en cuestión pierde su potencialidad y atractivo al saciarnos de él. Lo que en un primer momento posee una fuerte atracción, teniendo la capacidad de movilizar conducta para alcanzarlo, si se posee repetidamente pierde de manera paulatina la propiedad de producir el placer que en un primer momento generaba y por lo tanto pierde sus propiedades como refuerzo de la conducta.<span><br />Por el contrario, el principio de privación se define de la siguiente manera. Es cuando un refuerzo positivo desaparece o disminuye drásticamente; en ese momento las actividades o elementos atractivos que podrían constituir dicho refuerzo para el sujeto incrementan exponencialmente su valor, adquiriendo una fuerte potencialidad para aumentar posibles conductas contingentes o asociadas a éstas.<br /><br /><b>Ejemplo 1<br /></b><br />Si una persona, por motivos económicos, políticos o laborales, tiene que irse de su país de origen, todas las actividades y relaciones sociales que habitualmente desarrollaba desaparecerán drásticamente. Esto produce que dichas actividades, que posiblemente antes al realizarlas cotidianamente no poseían ningún o poco valor reforzante, ahora tras su desaparición se eleva exponencialmente su valor. Por lo tanto cualquier recuperación de estas actividades ya sea porque se realicen de manera parecida en su nueva residencia o porque se pueda volver temporalmente a su lugar de origen, se convierten en reforzadores muy potentes.<br /><br /><b>Ejemplo 2<br /></b><br />Un hijo único con padres que están poco en casa por motivos laborales. Además es el primer nieto de ambos abuelos paternos y maternos. Al ser el único infante de la familia es agasajado habitualmente con multitud de juguetes, ropas, tecnologías y caprichos. Inevitablemente esta gran cantidad de refuerzos sacian al niño convirtiéndolo en desagradecido y caprichoso ante el enfado y desconcierto de padres y abuelos. ¿De quién es la culpa, del niño o de su familia?<br /><br /></span><br /><h3>No mucho o más, es mejor siempre</h3><div><br /></div>El principio de saciación es muy importante tenerlo en cuenta en la educación de nuestros hijos y en las relaciones sociales para entender el porqué de algunos comportamientos.<br /><br />En la fábula del rey glotón, nadie entendía por qué el rey estaba triste y menos aún que no disfrutara con la comida que anteriormente le deleitaba. El principio de saciación había hecho estragos en su estado de ánimo y apetito. El tenerlo todo fácilmente nos hace vulnerables y débiles, produciendo además la pérdida de valor de los reforzadores y la falta de sentido a la vida. El descanso y la vacación sólo se valoran apropiadamente cuando hemos realizado una actividad continuada o un esfuerzo; si constantemente estamos tumbados y descansando, el asueto pierde su sentido y el placer de hacerlo. Así como el placer por los platos exquisitos solo se mantiene cuando los comemos de vez en cuando; si todos los días disfrutamos de grandes manjares, éstos dejan de producir el entusiasmo que inicialmente producían, pasando a aburrirnos y desinteresarnos.<br /><br />En los «países desarrollados»<span style="font-size: x-small;">2</span>, muchas familias tienen las posibilidades de colmar sobradamente los deseos materiales de sus hijos u otras relaciones y, en algunos casos, los padres ante el recuerdo de sus deseos frustrados cuando eran pequeños, deciden satisfacer todos los caprichos de sus hijos para que sean felices. Sin embargo, la felicidad no se alcanza por obtener todo sin esfuerzo, sino por conseguir nuestras metas con el consiguiente trabajo. Muchos padres se pueden permitir regalar a sus hijos móviles de alta gama o ropas de primeras marcas, pero si concedemos estos refuerzos materiales a nuestros pequeños sin que les cueste ningún trabajo para conseguirlos, ¿qué valor le van dar a esos costosos objetos en el futuro? Ninguno. Vemos constantemente móviles de muchos cientos de euros tratados sin ningún cuidado o ropas muy caras que se quedan en el armario, ante el asombro y el enfado de los padres. Sin embargo, aunque esto nos sorprenda e irrite, es la consecuencia de tenerlo todo, o casi todo, sin ningún o poco sacrificio para obtenerlo. El principio de saciación se manifiesta implacable ante nuestra incredulidad más allá de lo que nos gustaría.<br /><br /><br /><h3>No es más feliz el que menos hace, ni el que más tiene</h3><br />Seguramente las conclusiones de este artículo son un tanto perversas porque nos coloca ante la tesitura de que pudiendo, a veces es mejor no dar tanto o no permitirnos tanto. Nunca antes en la historia de la humanidad, tantas personas habían disfrutado del nivel de vida actual y eso, sin lugar a dudas, está muy bien. Por otra parte, no me olvido de que sigue habiendo muchos millones de personas que no poseen ni tan siquiera lo imprescindible para vivir dignamente, sin embargo en lo que llamamos «países desarrollados»<span style="font-size: x-small;">2</span> amplios sectores de la población tienen capacidad económica para adquirir un gran número de bienes de consumo y de servicios.<br /><br />La consecución de una personalidad robusta y resistente siempre se consigue con una carestía razonable de bienes materiales que nos haga apreciar las cosas que recibimos y una proporción de dificultades en nuestra formación que no sean insalvables y nos permitan hacernos resistentes a las adversidades, haciéndonos valorar la vida en su justa medida.<br /><br />En lo concreto esto quiere decir lo siguiente:<br /><br />–Que no podemos comer todos los días lo que nos gusta porque, si no, seguramente en un breve espacio de tiempo repudiaremos este alimento y además no será muy bueno para nuestra salud física.<br /><br />–Que no podemos complacer siempre a nuestros hijos aunque nos sintamos chantajeados por ellos, o aunque pensemos que serán infelices si no aceptamos sus demandas. No es imprescindible un móvil de alta gama para un niño, no es necesaria siempre la mejor ropa, no es bueno que coma sólo la comida que le gusta, no es bueno que siempre vea la tele hasta muy tarde, no es bueno intentar agasajar siempre con lo mejor a un amigo o pareja. Actualmente nos podemos permitir muchas cosas que saturan rápidamente nuestra tolerancia psicológica de agradarnos y que por el principio de saciación antes comentado, hace que pierdan valor con todas las consecuencias asociadas.<br /><br />–Que solo el descanso se aprecia cuando estamos cansados; solo el hambre (hambre de verdad) aparece cuando no hemos comido durante unas horas; sólo los lujos se valoran ante la austeridad; el sueño reparador aparece mejor cuando nos hemos levantado pronto y no hemos echado «pequeñas» cabezadas durante el día; el placer de levantarse tarde el domingo sólo aparece cuando madrugamos durante la semana; solo una vida con las necesidades cubiertas es bien valorada por los que en algún momento no lo tuvieron todo.<br /><br />Para finalizar, y como le pasó al rey glotón, no es más feliz el que lo tiene todo o el que menos hace. Es más feliz, aunque seguramente ni se lo plantea, aquel que consigue sus objetivos con esfuerzo y sacrificio. No es más feliz el que menos hace o el más se evade de sus responsabilidades. Esto último solo nos lleva a un círculo vicioso en el que cualquier esfuerzo, por pequeño que sea, se convierte en un calvario y cualquier pequeño contratiempo en un obstáculo insuperable. Recuerden, pues, lo que le ocurrió al rey glotón y no permitan que les suceda lo mismo ni a ustedes ni a las personas que dependen de ustedes.<br /><br /><br /><h3>Los usos perversos de la privación y sus soluciones</h3><br />Como hemos aprendido en este artículo, el principio de privación consigue que determinados refuerzos, ante su escasez, se conviertan en potentes motivadores. Tanto en los «países desarrollados»<span style="font-size: x-small;">2</span> como desde luego en los «países pobres»<span style="font-size: x-small;">2</span> hay grandes capas de la población sin que sus necesidades básicas estén cubiertas. Esto hace que se conviertan en blanco fácil de la explotación laboral y desgraciadamente sexual para muchas mujeres. La perversidad de aprovecharse de la necesidad de estas personas tiene remedios muy potentes con políticas sociales como la Renta Básica Universal o el Trabajo Garantizado. Ambas estrategias, aun con sus profundas diferencias, intentan paliar la pobreza extrema para que nadie tenga que verse obligado a trabajar por un sueldo de miseria o vender su cuerpo para mantener a su familia.■<br /><br /><span style="font-size: x-small;"><b>2 </b>Aunque son entendibles por todos las expresiones de países desarrollados y países pobres, no soy partidario de estas denominaciones porque no dejan de ser expresiones peyorativas según en qué parte del mundo uno viva. Habría que hablar mucho sobre qué conceptos éticos o morales se podrían barajar para denominar a un país desarrollado o pobre.</span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-510870064242489302022-01-06T11:44:00.005-08:002022-02-14T00:44:32.532-08:00#HistorietasPsicológicas - La presa<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjvwd0rnnnAsXkURypbDPNgkD4E1CXifVNCjM-qpl3ap8fK2JhmsL5_eDS3Y0wAIsKHNidrC5hN3p04h-NXF-VQ6tlATA_7-DKk1t4wpfLoBtl9vFnFXd5JhL9dDI-FqMX-de6Cls-oE_6ghcCMip-j8YXYywD0AnocOzL0nv9nHoAaaJuYOkY0pmHc4Q=s850" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="850" height="376" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjvwd0rnnnAsXkURypbDPNgkD4E1CXifVNCjM-qpl3ap8fK2JhmsL5_eDS3Y0wAIsKHNidrC5hN3p04h-NXF-VQ6tlATA_7-DKk1t4wpfLoBtl9vFnFXd5JhL9dDI-FqMX-de6Cls-oE_6ghcCMip-j8YXYywD0AnocOzL0nv9nHoAaaJuYOkY0pmHc4Q=w640-h376" width="640" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div><br /></div><h2 style="text-align: left;">LA PRESA</h2><div><br /></div><div>Estaba loco, decían muchos. Pero su seguridad y convicción en el proyecto arrastraban el entusiasmo y el apoyo de muchos otros. –Dominar la naturaleza siempre ha estado en el ADN humano –decía ufano el Señor de aquellas tierras.<span><a name='more'></a></span> <br /><br />Era un valle precioso, con abundante vegetación y huertos que rodeaban la aldea que daba nombre también al valle. La Estrella, se llamaba, o la «buena estrella», decían algunos por las buenas condiciones que presentaba el terreno. Varias fuentes brotaban de las laderas, regando los cultivos por canalizaciones antiguas que fueron construidas por los antepasados de los lugareños. Cerezos y almendros eran los árboles leñosos más abundantes de La Estrella, lo que producía unas primaveras esplendorosas cuando florecían. El paisaje se iluminaba con un blanco virginal y desde la altura de las altas montañas colindantes se podía ver una imagen de larga manta blanquecina que jalonaba gran parte del valle. Además, los campesinos cultivaban toda clase de hortalizas que crecían en los fecundos huertos lo que junto con los abundantes corrales de gallinas, ocas y cerdos aseguraban la manutención de los habitantes del lugar. <br /><br />El riachuelo que atravesaba la aldea y el centro del valle era un torrente caprichoso. Normalmente bajaba un caudal constante pero reducido, lo que permitía en verano utilizarlo como lugar de baño por sus numerosas pozas, especialmente por los más pequeños. Sin embargo, una o dos veces en cada generación el «inocente» riachuelo se transformaba en un poderoso e iracundo río. Multiplicándose muchas veces el caudal habitual, producía grandes desastres, tanto en la población como en los cultivos de todo el valle que resultaban arrasados por la virulencia de las aguas. Árboles arrancados, bancales destrozados con grandes surcos y huertos desaparecidos eran las consecuencias de aquellas fuertes avenidas de agua. Por otra parte, el panorama que dejaban las riadas en la población era terrible. En varias ocasiones en el último siglo el puente principal de La Estrella había sido dañado y las aguas, llegando a casi dos metros de altura dentro de la población, habían deteriorado gran parte del mobiliario y de las reservas de alimentos de los habitantes. <br /><br />La última gran riada había sido de las más devastadoras de la que los registros tenían datos. El agua superó los dos metros y medio dentro del municipio y el puente principal tuvo que ser reconstruido. El Señor del lugar tenía a gran parte de la población a su favor y pensó que había llegado el momento de poner en marcha su plan para remediar estos crónicos desastres.<div> <br /><br /><b> Días de vino y rosas<br /></b><br />Pocos kilómetros aguas arriba del valle, las montañas se juntaban dejando menos de cien metros de abertura. –Este será el lugar –dijo el Señor de La Estrella rodeado de sus más fieles siervos. Las obras comenzaron pocos días después. Una maqueta expuesta en la plaza de la villa visualizaba el proyecto que se estaba construyendo. Era una gran presa que tapaba la estrecha abertura por la que discurría el riachuelo en ese lugar. La altura era imponente con más de 200 metros de longitud y un grosor que superaba en su base los cincuenta metros. –Indestructible –fueron las palabras del Señor cuando algunos aldeanos se extrañaron ante el diseño de una presa que no tenía aliviaderos ni compuertas para evacuar el agua en las futuras avenidas que seguro se iban a producir. Sin embargo la vehemencia con la que el Señor de aquellas tierras defendía su proyecto hicieron acallar las pocas voces que se atrevieron a poner en duda la idoneidad de este.<br /><br />En poco más de un año las obras llegaron a su fin y la imponente presa estaba finalizada. El riachuelo aparecía insignificante ante la majestuosidad de las paredes del embalse y al llegar hasta la presa se paraba formando un pequeño charco que visto desde la parte de arriba de los muros parecía minúsculo. Los años pasaron y el proyecto del Señor parecía tener éxito. Las aguas del riachuelo se embalsaron ante la presa llegando a un nivel que no se sobrepasaba gracias a la evaporación y a las filtraciones del terreno que producían valle abajo numerosas fuentes naturales que los campesinos aprovechaban para regar sus cultivos y dar de beber a sus animales, así como para consumo doméstico.<br /><br />El Señor estaba pletórico con su solución final para evitar las riadas. –He conseguido dominar a la naturaleza –pensaba orgulloso. –Nunca jamás volverán las riadas a destruir nuestros campos ni a dañar nuestras casas –se repetía a sí mismo.<div><br /><br /><b>El hombre propone y la naturaleza dispone<br /></b><br />Fue un verano caluroso, más de lo normal. Las aguas del cercano océano estaban cálidas y con las primeras llegadas de aire frío del norte empezaron a producirse fuertes condensaciones de humedad que desembocaron en la gota fría más devastadora de las últimas décadas. <br /><br />En el poblado vivían tranquilos, casi se habían olvidado del peligro que valle arriba les acechaba… eran felices. Las fuertes ráfagas de lluvia que cayeron en el valle de La Estrella aguas abajo de la presa hicieron que el torrente volviera a renacer con las dimensiones del pequeño riachuelo que muchos años atrás discurría por el valle. Ante la novedad, muchos se acercaron a observar este fenómeno que no veían desde hacía tantos años y los niños, al observar por primera vez cómo el riachuelo recuperaba su antiguo cauce, se acercaron a jugar y chapotear con el agua que nunca habían visto en este lugar. <br /><br />Kilómetros arriba la situación no era tan bucólica. Las montañas atraían las nubes que descargaban grandes cantidades de precipitaciones. Más de 300 litros por metro cuadrado en algunas laderas de las montañas hicieron que la lámina de agua subiera de manera incesante, superando ampliamente el nivel que habitualmente tenía. Las lluvias no paraban y las aguas se retenían en el embalse que no cesaba de llenarse. Superó más de la mitad de su capacidad y la situación parecía que estaba controlada. Sin embargo el cielo seguía plomizo y la humedad que se seguía proyectando del cercano océano hacía que el flujo de tormentas no cesara. La presa superó más de tres cuartas partes de su capacidad y empezaron a aparecer pequeñas fisuras que los técnicos justificaron por el asentamiento del terreno. Pero el flujo de lluvia no paró y la presa alcanzó su techo máximo de capacidad. La lámina de agua llegaba a los 200 metros de altura, la misma que tenía la parte más alta de la presa. La presión que ejercían las aguas era máxima y el terreno comenzó a ceder. La falta de aliviaderos y compuertas hizo imposible rebajar la fuerza con la que los millones de litros de agua empujaban las bases del embalse. Finalmente la presión fue tal que provocó una falla en la estructura y la presa se resquebrajó abriéndose en canal y desalojando de golpe toda la fuerza que la naturaleza había estado acumulando. Las aguas tardaron tres minutos en llegar a La Estrella. Fue el final. Nadie ni nada quedó tras el paso de la avalancha de agua. Muchos kilómetros aguas abajo la avalancha produjo graves daños a las poblaciones por las que discurría el río, pero pudieron recuperarse. De la villa que había querido dominar a la naturaleza nada quedaba. Ni puente, ni iglesia, ni casas. El lodo lo había arrasado todo y no quedó piedra sobre piedra ni ningún superviviente que pudiera contar lo sucedido. <br /><br /><br /><h2 style="text-align: left;">Las reglas del juego</h2><br /><b>El dolor y el sufrimiento no son intrínsecamente malos en psicología<br /></b><br />Las pérdidas y los traumas duelen tanto como lo que subjetiva y objetivamente sentimos que perdemos. Y ese dolor y sufrimiento son los «jugos gástricos» que permiten elaborar (digerir) esa pérdida. No es fácil, no tiene por qué ser rápido y nadie dijo que fuera a ser sencillo. La elaboración (digestión) de una pérdida a través del duelo por parte de cada persona es variable, pero lo que tienen en común los duelos en todas las personas es el malestar emocional que este proceso psicológico produce. Y el dolor es directamente proporcional al valor que le damos a la pérdida. Por lo tanto, cuanto más profunda o grande sea la pérdida en un individuo más vamos a sangrar emocionalmente. Y ese dolor, como decíamos anteriormente, es, paradójicamente, bueno y curativo para superar nuestro proceso psicológico. <br /><br />El que no aparezca ese dolor con toda su intensidad se puede deber a tres causas principalmente:<br /><br />- Que la pérdida no sea tan importante como se pensaba y por lo tanto no haya nada que penar. <br /><br />- Que se active un mecanismo de defensa psicológico ante la imposibilidad de vivir una realidad que se hace insoportable. De esta forma nuestra psique se defiende percibiendo los hechos como no reales o directamente realiza un proceso de amnesia de los hechos ocurridos. <br /><br />- Que se apliquen tratamientos terapéuticos para evitar que se produzca ese duelo que haga sufrir emocionalmente a la persona.<br /><br /><br /><b>El significado del duelo<br /></b><br />En medicina, psiquiatría o psicología queremos el bienestar físico y mental de nuestros pacientes. Sin embargo, la salud mental a veces tiene matices que se escapan a la lógica de la salud física. Como decíamos antes, el dolor es necesario para superar un duelo y si nuestras indicaciones terapéuticas van dirigidas a intentar evitar o bloquear ese sufrimiento desde el principio, podemos afirmar que no estamos dejando la oportunidad para que esa persona realice la digestión de su pérdida. Por lo tanto en algunas ocasiones los tratamientos psicofarmacológicos o terapéuticos dirigidos a bloquear el dolor emocional desde el principio pueden traer malas consecuencias a medio y largo plazo al no permitir la correcta digestión de la pérdida a través del duelo. El dolor debe salir y es bueno que salga de la mejor o peor manera posible, pero debe salir. Cuando no lo dejamos salir, sin otro objetivo terapéutico que el evitar el sufrimiento emocional al paciente, puede producir a medio y largo plazo deficientes elaboraciones de la pérdida o devastadoras crisis vitales años después del suceso traumático.<br /><br />Vivimos en sociedades y culturas que rechazan el dolor emocional en sus diferentes expresiones e inventamos multitud de terapias y tratamientos para estar siempre tranquilos y felices. Pero la realidad psicológica no es así; las emociones de enfado, ira, tristeza o ansiedad forman parte de la psicología humana y en muchos momentos tienen un significado, una funcionalidad psicológica que debemos entender y aceptar. La búsqueda obsesiva de la constante felicidad y ausencia absoluta de dolor emocional nos abocan a escenarios peligrosos en la salud mental. <br /><br />La psicología tiene sus tiempos, a veces es bueno esperar, no tener excesiva prisa. Entender que las emociones forman parte de nuestro crecimiento y desarrollo personal. Es normal estar a veces triste o ansioso, por muy angustiosas que sean estas emociones. Estamos vivos y la vida es cambiante, sorprendente, impredecible y nos debemos adaptar psicológicamente a ella. Intentar anular las emociones que enfrentan la vida es no entender verdaderamente nuestra humilde humanidad. <br /><br /><br /><h2 style="text-align: left;"><b>Volvamos a nuestra presa</b></h2><br />El Señor de La Estrella no quería sufrir las consecuencias de las grandes avenidas de agua que periódicamente azotaban el valle y, para evitar esto no se le ocurrió otra cosa que taponar el río. El torrente son nuestras emociones que a veces vienen más calmadas y otras veces a oleadas, pero son parte de la vida. Y eso hace que en ocasiones se destrocen cosas, pero es inevitable. Sin embargo en La Estrella optaron por la opción más radical, eliminar el torrente sin darle una salida, pensando que podrían construir un muro lo suficientemente alto que detuviera eternamente el arroyo. Pero no hay muro que pueda detener la fuerza de la naturaleza sin aliviaderos, ni terapia que pueda eliminar de manera eficaz y eterna el dolor emocional, porque estas estrategias maximalistas al final fracasan y producen más daños que beneficios como les pasó a los habitantes de La Estrella, que al no querer tener nunca ninguna molestia con las avenidas del río, perdieron su vida y posesiones de golpe cuando la naturaleza destrozó los muros de la presa. Siempre es mucho mejor dejar aliviaderos y compuertas que puedan desaguar el embalse y que aunque en algún momento puedan producir daños aguas abajo cuando se abren las compuertas, durante los episodios de gota fría, al final estas medidas de convivencia controlada con la naturaleza son siempre mucho mejores que la de intentar dominar a la misma, pues acaban siempre en fracaso y destrucción.<br /><br />De igual forma sucede con la psique humana, que no se puede controlar por completo y siempre es mejor negociar y entenderse con ella sin negarla. Cuando bloqueamos sine die procesos psicológicos como el duelo, este tiende a hacerse crónico y alargarse en el tiempo. Siempre es mejor que las emociones discurran, aun haciendo daño y destrozando cosas, que taponarlas, porque, como ocurrió con la presa de La Estrella, las consecuencias pueden ser desastrosas.<span style="color: red;">■ </span><br /></div></div></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-79899174133804333302021-08-12T14:23:00.006-07:002022-11-08T02:32:01.524-08:00#HistorietasPsicológicas - El pastorcillo mentiroso<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEggTVnSshGYe6EqzWQ5durZu9jofxvLuhEKtR88E8InCMo1drhxYofjICGaM5qWIeMW8u0FmGEFogoKAPfFuWxFt3FZTUX6fjSQ-Gclt97COpXN2u7MATduNixeOrn3Zu2ApznmllfpTWF0HCdU55kr6MtT0VFGpJRlMHiobTeddkee04ZX4AgBvUH-kg=s1920" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1920" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEggTVnSshGYe6EqzWQ5durZu9jofxvLuhEKtR88E8InCMo1drhxYofjICGaM5qWIeMW8u0FmGEFogoKAPfFuWxFt3FZTUX6fjSQ-Gclt97COpXN2u7MATduNixeOrn3Zu2ApznmllfpTWF0HCdU55kr6MtT0VFGpJRlMHiobTeddkee04ZX4AgBvUH-kg=w640-h426" width="640" /></a></div><br /><div class="separator"><br /></div><h2 style="text-align: left;">EL PASTORCILLO MENTIROSO</h2><br />Pasaban los días tediosos. Era verano y el sol calentaba sin piedad durante largas horas. El pastorcillo, que rondaría los 13 años, cuidaba de un rebaño de ovejas con su fiel perro Yaku. Mientras el ganado se refrescaba en las charcas que iban visitando para saciar su sed, el pastorcillo se imaginaba batallas legendarias en las que él con su coraza y armadura a lomos de un elegante corcel vencía a enemigos por doquier alcanzando fama y leyenda. Era un niño inquieto e imaginativo y la monotonía del pastoreo le producía un aburrimiento extremo.<span><a name='more'></a></span><br /><br />Eran todos los días iguales. Las tareas del pastorcillo comenzaban al alba cuando salía con su rebaño para aprovechar las primeras horas en las que el sol aún no abrasaba. Sobre el mediodía solía buscar las charcas que rodeaban el corral donde dormían las ovejas. Y las tardes las pasaba en algunas zonas de sombra donde el ganado podía refugiarse de los rigores de la época estival. Yaku acostumbrado a la rutina diaria era un buen ayudante de su amo, al que le permitía largos ratos de ensimismamiento y recreación en sus aventuras imaginarias.<br /><br />Un buen día al pastorcillo, con el fin de entretenerse un poco y romper su monotonía, se le ocurrió la idea de ir al pueblo más cercano pidiendo auxilio por el ataque del lobo a sus ovejas. Y así lo hizo. Ese mismo día se presentó en la aldea gritando, como alma que lleva el diablo, que el lobo estaba destrozando su ganado. Rápidamente los jóvenes más audaces del lugar salieron unos con puñales de mano y otros con horcas a socorrer el rebaño del pastorcillo. Éste que se había adelantado, y colocándose en lo alto de una colina, comenzó a reírse cuando empezaron a llegar los aguerridos jóvenes con la respiración entrecortada y sus armas dispuestas para luchar contra los lobos. No entendían nada. El rebaño pastaba plácidamente y ante las carcajadas del pastorcillo entendieron que se trataba de una broma de mal gusto. Increpando e insultando al joven pastor se retiraron de nuevo a su poblado murmurando y maldiciendo la broma que les había gastado el chaval.<br /><br />No había pasado un mes cuando volvió a engañarles con la misma broma. Y al volver los jóvenes malhumorados uno de ellos le dijo: —te arrepentirás pequeño, el día que tengas problemas con los lobos, nadie te creerá y perderás tu rebaño. El pastorcillo entre sus sonoras carcajadas no llegó a escuchar la advertencia.<br /><br />Y llegó el día en el que una manada de lobos visitó el rebaño del joven pastor. Con la cara blanca y el rostro desencajado bajó al pueblo a pedir desesperadamente ayuda. Nadie le hizo caso y uno de los jóvenes del pueblo le dio un empujón recordándole agriamente las dos veces que los había engañado y mofado de ellos. Cuando después de un rato de súplicas del pastorcillo, vió que no tenía nada que hacer volvió al campo donde había dejado el rebaño encontrando un panorama desolador. Yaku, que había luchado bravamente ante los lobos, yacía muerto en el suelo con el cuello ensangrentado. Por la ladera había varias ovejas muertas con el vientre abierto y el resto desperdigadas por la infinitud del bosque. Había perdido todo el rebaño. El pastorcillo acurrucado encima de una piedra lloraba amargamente su suerte reprochando la poca solidaridad de las gentes del pueblo que, según él, le habían dejado abandonado ante el ataque de los lobos. No había entendido nada… <br /><br /><b><i>Historia basada en la fábula de Esopo.<br /></i></b><br /><br /><h3 style="text-align: left;">Las reglas del juego</h3><br />El <b>aprendizaje por consecuencias o condicionamiento operante</b> fue investigado científicamente por el psicólogo conductista <b>B.F. Skinner</b> a partir de la década de los 30 del siglo pasado. Skinner realizó gran parte de sus investigaciones sobre la conducta humana a través del aprendizaje animal con instrumentos como su famosa “caja de Skinner”.<div><br /></div><div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEick5LJVeqEtQLS_VsYIYiaeADur6nw25PFDbRocfQbdM64YITUluQCtXafADkWKOry5yLkBzF0VTgGoj7WN7seLUinmfD5u17-AR3O4GZq7vtTPJRsOFJNVLk2VpYB3Zo1-_utpMr-vrWU/s768/caja-skinner.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="432" data-original-width="768" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEick5LJVeqEtQLS_VsYIYiaeADur6nw25PFDbRocfQbdM64YITUluQCtXafADkWKOry5yLkBzF0VTgGoj7WN7seLUinmfD5u17-AR3O4GZq7vtTPJRsOFJNVLk2VpYB3Zo1-_utpMr-vrWU/w640-h360/caja-skinner.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">B.F. Skinner junto a sus cajas de experimentación de la conducta animal.</td></tr></tbody></table><br /> <br />En líneas generales las conductas que van seguidas de una consecuencia positiva (refuerzo positivo) son mantenidas en el tiempo, incluso una vez desaparecido este reforzador al convertirse en un hábito. Y las conductas que no tienen consecuencias o las consecuencias son negativas tienden a desaparecer y extinguirse. <br /><br />Skinner nos indica que las conductas son controladas por las consecuencias que se derivan de dichas conductas (o simplemente por estar asociadas temporalmente). Con este psicólogo conductista se inicia el paradigma del análisis funcional de la conducta con múltiples aplicaciones en la educación, la terapia psicológica, la organización del trabajo, etc.<br /><br />No cuentan mucho nuestras advertencias verbales si no van seguidas de consecuencias reales. Y más contraproducente es anunciar consecuencias sobre determinados comportamientos y después que no aparezcan estas consecuencias. <br /><br /><br /><h3 style="text-align: left;">Nuestros pastorcillos mentirosos</h3><br />Muchas veces en la educación de nuestros hijos o en nuestras relaciones sociales y laborales advertimos cosas que pasarán ante determinadas circunstancias que luego no ocurren. Amenazamos y no ejecutamos con la esperanza de que la persona reaccione ante la posibilidad real de que cumplamos lo que decimos. Sin embargo, si varias veces hemos advertido pero no cumplido nuestra palabra nos pasará lo mismo que le ocurrió al pastorcillo mentiroso: que las personas no nos harán caso por mucho que roguemos o amenacemos en otras ocasiones.<br /><br />Como estamos observando, si nuestras palabras no van acompañadas de las consecuencias (buenas o malas) advertidas, nuestra credibilidad se reducirá drásticamente. Sin embargo, si desde el principio guardamos una coherencia entre nuestras palabras y nuestros actos rápidamente nuestra palabra obtendrá mucha credibilidad y no hará falta en muchas ocasiones pasar a las consecuencias. <br /><br /><b>Ejemplo 1<br /></b><br />Niños saltando en el sofá de casa. Su padre les castiga diciendo que no volverán a tener la tablet hasta la semana siguiente. Esa misma noche ante la insistencia de los niños, el padre les vuelve a dejar la tablet con la “advertencia” que la próxima vez “cumplirá” su palabra. Al día siguiente los niños estaban saltando de nuevo en el sofá…<br /><br /><b>Ejemplo 2<br /></b><br />El director de una fábrica felicita a sus trabajadores por el buen rendimiento conseguido durante el último mes y les anuncia que seguramente para la próxima nómina tendrán una bonificación. Llega la nómina y finalmente el suplemento salarial no aparece, lo que provoca la decepción y enfado de los trabajadores. <br /><br />Pasados unos meses surge un pico de trabajo en la fábrica, ante el cual el director propone a los trabajadores un incremento de la producción con la promesa de una bonificación salarial en la próxima nómina, lo que provoca la incredulidad de la plantilla y el rechazo a realizar horas extras en el trabajo.<br /><br /><br /><h3 style="text-align: left;">Conclusiones: nuestra palabra debe ser ley</h3><br />Como podemos observar, tanto para las advertencias malas como para las promesas positivas, si nuestras palabras están en disonancia con las conductas que realizamos finalmente perderemos nuestra credibilidad y las personas no nos harán caso e ignorarán nuestras amenazas o nuestras promesas. Por lo tanto nuestra palabra, si queremos unas relaciones sociales adaptativas y positivas, tiene que cumplirse cueste lo que cueste. Si queremos ser creíbles debemos cumplir todo lo que digamos. Por lo tanto no prometas ni amenaces con algo que luego no vayas a cumplir. Es mucho mejor callarse y pensar antes de advertir algo que sabemos que no podemos o no tenemos ganas de cumplir. Nuestra palabra debe ser ley.</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-12884525153786341862021-06-14T09:34:00.017-07:002022-02-12T02:19:49.151-08:00#HistorietasPsicológicas - El incendio y los bomberos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgY-ybhw62s-gti_SON6WP8GCl_WEtTeipq7MoXLAE27JOGUWf0AzP6Wi7g5a5wUqrQOJ0KxEPmN_8hYM1GdV6Qo9WzqkQr2pP6QmTArdsFwUfqvusYxozwmN8mt5FYpfRl6Ga0ym5dyiFPIAlRZ7dhZtEVz6HvSeZVpLgTIUUwbR-poXE9nQRBEsafZQ=s1920" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="1920" height="354" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgY-ybhw62s-gti_SON6WP8GCl_WEtTeipq7MoXLAE27JOGUWf0AzP6Wi7g5a5wUqrQOJ0KxEPmN_8hYM1GdV6Qo9WzqkQr2pP6QmTArdsFwUfqvusYxozwmN8mt5FYpfRl6Ga0ym5dyiFPIAlRZ7dhZtEVz6HvSeZVpLgTIUUwbR-poXE9nQRBEsafZQ=w640-h354" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><h2 style="text-align: left;">EL INCENDIO Y LOS BOMBEROS</h2><div><br /></div><div>Era una casa bonita, de esas que salen en las películas. De madera blanca, con grandes ventanales en la planta baja, un amplio porche con una mesa, varias sillas y un par de hamacas. En la segunda planta estaban las habitaciones abuhardilladas con ventanas más pequeñas. Y ya en el tejado, de color gris oscuro, sobresalía una imponente chimenea que hacía intuir el acogedor fuego bajo del salón-comedor de la casa.<span><a name='more'></a></span> <br /><br />No era la primera vez que sucedía… Bueno, mejor dicho, había sucedido muchísimas veces antes y nadie lo entendía. De repente la casa se incendiaba. Comenzaba con una explosión repentina que hacía volar por los aires todos los cristales de las ventanas de la vivienda. Desde el exterior se podía entrever cómo las llamas devoraban el interior de la casa: muebles, sofás, cortinas, etc. eran pasto de las llamas. Un humo denso y negro se escapaba a través de las ventanas... <br /><br />El aviso había llegado hacía unos segundos al parque de bomberos de la ciudad. Varios vecinos habían llamado alarmados ante el incendio que se estaba produciendo al lado de sus casas. Inmediatamente varios bomberos se subieron al camión que con la sirena y las luces de emergencia encendidas se dirigía sin perder un instante al lugar de las llamas. <br /><br />Era el típico camión de bomberos rojo, con sus mangueras a ambos lados y detrás del vehículo. Y una escalera plateada en la parte superior de la caja del camión. Su sirena producía un sonido atronador y sus luces de emergencia deslumbraban a los viandantes que sorprendidos se giraban ante el avasallador paso del camión. <br /><br />Una columna de humo señalaba claramente el lugar del incendio al que en pocos minutos ya había llegado el vehículo. Los bomberos se pusieron rápidamente manos a la obra desplegando las mangueras y acordonando la zona. Había un claro riesgo de que el incendio se propagara a las casas adyacentes a través del arbolado y los coches que rodeaban el edificio.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjzGxG-gHvko5yKfw3_saAugqGx3GQCBLObEq3deJSYFjUvBBQnDkEIT4_9M3cCVvD5mC3VYMBGKZ50dCyvMEI2J7ERMLijWthFERUka1B-MGe1kWu3xal6IjejG9UQ-QnH3oVGvq7dktCy2uf5FZRhlKV1KWS1Bug4-ekOEgU9F0lDI9AK1ll2diI4rA=s1920" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjzGxG-gHvko5yKfw3_saAugqGx3GQCBLObEq3deJSYFjUvBBQnDkEIT4_9M3cCVvD5mC3VYMBGKZ50dCyvMEI2J7ERMLijWthFERUka1B-MGe1kWu3xal6IjejG9UQ-QnH3oVGvq7dktCy2uf5FZRhlKV1KWS1Bug4-ekOEgU9F0lDI9AK1ll2diI4rA=w640-h360" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>Uno de los bomberos conectó una de las mangueras en la boca de riego más cercana. A continuación dirigiendo ésta hacia del edificio soltó un potente chorro que al chocar contra las paredes llameantes e introducirse a través de las ventanas dentro de la casa, produjo unas impresionantes llamaradas que subieron hacia el cielo a casi un centenar de metros. Los otros bomberos en una operación similar al intentar sofocar el fuego con la misma estrategia produjeron el mismo efecto incendiario en otras zonas de la casa.<br /><br />Nadie entendía nada. Los bomberos cuanto más se esforzaban en apagar el fuego con los potentes chorros que enviaban sus mangueras hacia la casa, más llamaradas producían y en más infernal se convertía todo el escenario.<br /><br />Algunos vecinos al comprobar el efecto contraproducente de los esforzados bomberos les empezaron a increpar para que cedieran en su empeño de sofocar el fuego, dado que empezaban a temer por sus casas ante la virulencia que estaba alcanzando el incendio de la casa vecina. Sin embargo los bomberos, sin entender nada, redoblaron sus esfuerzos produciendo cada vez más un incendio mayor.</div><div><br /><br /><h2 style="text-align: left;">Las reglas del juego</h2></div><div><br /></div><div>No todo es como pensamos que tiene que ser. A veces el comportamiento humano parece que tiene sus contradicciones; aunque verdaderamente no es así, solamente no estamos entendiendo una parte de la ecuación.</div><br />Es importante entender que los comportamientos que mantenemos a medio y largo plazo tienen una funcionalidad. Permanecen por algo; ningún comportamiento se mantiene sin un sentido o refuerzo. Otra tema es que no encontremos, a veces, esa funcionalidad.<br /><br />Entre los reforzadores más importantes están la <b>atención</b> y el <b>deseo de poder</b>.<br /><br />Como seres sociales que somos las personas necesitamos <b>atención</b>, más intensa y constante cuando somos pequeños. Y esa atención que necesitamos como el comer, la vamos a buscar de una manera o de otra. Si cuando estamos jugando tranquilamente, comiendo con la cuchara o peinando a nuestras muñecas, nadie nos dice nada ni nos mira, pero cuando empujamos a nuestro hermano, comemos con la mano o tiramos un jarrón la bronca y el sermón de los papás es máximo, estamos enseñando a ese pequeñajo que la manera de tener su ración de protagonismo y atención es de esa forma. Nosotros modelamos la conducta de los demás dando y quitando atención a determinados comportamientos que se refuerzan o debilitan dependiendo de la atención que les prestemos. <br /><br />Muy unida a la necesidad de atención está el <b>deseo de poder</b>, de controlar, de manejar. Desde pequeños utilizamos nuestras conductas con la intención de controlar las situaciones. Cuando de bebés solo sabemos llorar, utilizamos este recurso para controlar la conducta de nuestra madre. El deseo de mandar, de conseguir lo que queremos y controlar las situaciones es un refuerzo muy primario y potente que explica a veces comportamientos que no entendemos y que incluso van en contra de la lógica. <div><br /><br /><h2 style="text-align: left;">Volvemos a nuestro incendio</h2><br />Y aquí es donde entra nuestro incendio y bomberos incendiarios. A veces, sin darnos cuenta, conductas que queremos eliminar las fortalecemos por nuestra desmesurada atención a los eventos negativos; unido en muchas ocasiones a nuestra bajo interés por los comportamientos adecuados y positivos (pensando que simplemente es lo que se debe hacer). </div><div><br /></div><div>El incendio era la ejemplificación de la última rabieta o el último mal comportamiento que alguien había cometido. Y rápidamente los bomberos, que podrían ser perfectamente unos padres crispados, salían a abroncar, gritar y sermonear el último desmán de su hijo. Y los chorros de agua que ellos pensaban estar echando para sofocar el incendio, verdaderamente eran de gasolina. La manguera no estaba conectada a una boca de riego, estaba conectada a una de combustible. Y a cada bronca, la rabieta se fortalecía como la gasolina al fuego. </div><div><br /></div><div>Por una parte está la atención que recibe el abroncado pero sobre todo es el poder que consigue en ese momento por su mal comportamiento. Todo gira a su alrededor, todos le miran, él manda, él controla. Para mal, pero su poder es absoluto. Lo ha vuelto a conseguir, con su (mal) comportamiento todos han estado pendientes de él y cuanto más han querido que se diera cuenta y reprocharle sus “errores” más han sido éstos reforzados. Nadie entiende nada, ni los que le gritan ni el que tuvo el mal comportamiento. Pero las probabilidades de que el incendio se vuelva a producir se han incrementado tras este último suceso… </div><div><br /></div><div><b>Nuestra ira y nuestro enfado en muchas ocasiones son, sin quererlo ni darnos cuenta, potentes reforzadores de las conductas que queremos eliminar</b>. La estrategia es la siguiente: mima mucho lo que se hace bien, lo que es correcto aunque sea intrascendente u obligatorio y por otra parte intenta no cargar mucha emoción negativa ante las conductas negativas o disruptivas (eso no quiere decir que lo permitas), aplica las consecuencias que consideres adecuadas pero sin reproches, enfados ni ira. Recuerda: tu ira es la gasolina muchas veces de su mal comportamiento. ¡Cambia la estrategia!<br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-29263720317660124012020-03-25T04:32:00.004-07:002021-01-08T02:56:21.541-08:00Nuevo servicio de video-consulta psicológica<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/UQJO8sL-vtM" width="320" youtube-src-id="UQJO8sL-vtM"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<br />
Ante la alerta sanitaria generada por el COVID-19 y las imprescindibles restricciones en la movilidad ciudadana para evitar nuevos contagios indicadas por las autoridades sanitarias nos encontramos ante una situación en la cual la atención psicológica a través de las nuevas tecnologías puede y en ocasiones debe ser una opción.<br />
<a name='more'></a><br />
Tengo que reconocer que no había utilizado anteriormente esta estrategia pues siempre he pensado que el apoyo y orientación psicológica necesitan de la cercanía, calidad y calidez que sólo la terapia en la consulta con el paciente puede ofrecer. Sin embargo nos encontramos ante una situación excepcional en la que muchas personas necesitan de un apoyo y orientación psicológica pero que las circunstancias actuales hacen difícil ofrecer.<br />
<br />
Por lo tanto os ofrezco el servicio de video-consulta a través de la web <a href="http://www.inpsique.com/?fbclid=IwAR3fD-vKbqLziDpOzQnfrvMAjw0xiRBg_xUaLCU7JxbAZ4hSvx5exgzqDqo">www.inpsique.com.</a> El Colegio Oficial de Psicólogos de Aragón ha establecido un acuerdo de colaboración con InPsique, una herramienta segura que cumple la normativa RGPD y permite el ejercicio de la Telepsicología.<br />
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Si queréis más información o cualquier consulta podéis hacerlo en el teléfono 659119380 o correo electrónico andreutena@hotmail.com<br />
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<a href="https://www.facebook.com/hashtag/qu%C3%A9tateencasa?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARCd5rH10tXqVCjG_GO_ldmi2IxpD6FnrYS-9wJBB-Gh-SZZWm_eqUN_4OtJqNcLjuEeBw1XQDSrIYFLrdiclw8bWcQm6S6vHqfPngMQ5XZIOs_49l8PN0uDXmShNmvlakpPskb0SmOUzHpFp0DAfbCtqAzR0Qq1jMtrsOCXe31Cwalrfbx9CyrWO_QcQPsiP0JGdKA7UISehBSDOVQ5Hai3TXKbGVYdWl6ftXzCdj0rGWJyCS0K6pwSXUXfSS71zR7FbQP_oZZSl-1_z5YtFgHlqUtojBItMz-SiHjwXJu3j3GABA2IICIhvFYDUBDY0zJE20y5BCWf4U3RvERGX8DObw&__tn__=%2ANK-R">#QuétateEnCasa</a><br />
<a href="https://www.facebook.com/hashtag/psicolog%C3%ADa?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARCd5rH10tXqVCjG_GO_ldmi2IxpD6FnrYS-9wJBB-Gh-SZZWm_eqUN_4OtJqNcLjuEeBw1XQDSrIYFLrdiclw8bWcQm6S6vHqfPngMQ5XZIOs_49l8PN0uDXmShNmvlakpPskb0SmOUzHpFp0DAfbCtqAzR0Qq1jMtrsOCXe31Cwalrfbx9CyrWO_QcQPsiP0JGdKA7UISehBSDOVQ5Hai3TXKbGVYdWl6ftXzCdj0rGWJyCS0K6pwSXUXfSS71zR7FbQP_oZZSl-1_z5YtFgHlqUtojBItMz-SiHjwXJu3j3GABA2IICIhvFYDUBDY0zJE20y5BCWf4U3RvERGX8DObw&__tn__=%2ANK-R">#Psicología</a><br />
<a href="https://www.facebook.com/hashtag/terapiaonline?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARCd5rH10tXqVCjG_GO_ldmi2IxpD6FnrYS-9wJBB-Gh-SZZWm_eqUN_4OtJqNcLjuEeBw1XQDSrIYFLrdiclw8bWcQm6S6vHqfPngMQ5XZIOs_49l8PN0uDXmShNmvlakpPskb0SmOUzHpFp0DAfbCtqAzR0Qq1jMtrsOCXe31Cwalrfbx9CyrWO_QcQPsiP0JGdKA7UISehBSDOVQ5Hai3TXKbGVYdWl6ftXzCdj0rGWJyCS0K6pwSXUXfSS71zR7FbQP_oZZSl-1_z5YtFgHlqUtojBItMz-SiHjwXJu3j3GABA2IICIhvFYDUBDY0zJE20y5BCWf4U3RvERGX8DObw&__tn__=%2ANK-R">#TerapiaOnline</a>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-3349657069542991222020-03-25T03:27:00.003-07:002022-02-14T00:52:42.887-08:00Orientaciones para enfrentar los días de confinamiento<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjShprYFTVlYNB-5lg8JkuY_Ka3ra9aU3lRj3RHBJMea9OtAEOjSbm3anWPPE0Q4p7EUgW5Nt8eGEjYjejTNgHK-4kqWAORQQxjz2hcsXw-yiAm-ynv0X1jRm7gjXFIdYigK8lmcD0KXkbHb33nYb4dTfi8kTlzCCFznM7Knl_vX8sjNyDj0UE2datHKQ=s850" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="850" height="376" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjShprYFTVlYNB-5lg8JkuY_Ka3ra9aU3lRj3RHBJMea9OtAEOjSbm3anWPPE0Q4p7EUgW5Nt8eGEjYjejTNgHK-4kqWAORQQxjz2hcsXw-yiAm-ynv0X1jRm7gjXFIdYigK8lmcD0KXkbHb33nYb4dTfi8kTlzCCFznM7Knl_vX8sjNyDj0UE2datHKQ=w640-h376" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><h2 style="clear: both; text-align: left;">Orientaciones para enfrentar los días de confinamiento</h2><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both;">Nos enfrentamos a una situación inédita en las sociedades occidentales donde la libertad individual es una de nuestras señas de identidad. Ahora, desde los poderes públicos, nos piden que restrinjamos al máximo posible nuestra movilidad para evitar la propagación de la pandemia del coronavirus y que la curva de contagio sea lo más plana posible para evitar el temido desbordamiento de nuestro sistema sanitario y aminorar al máximo el número de muertes producidas por este virus.<span><a name='more'></a></span></div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Nos espera durante este mes, que
por lo menos va a durar el tiempo de confinamiento, muchas horas en casa, mucha
convivencia con nuestras familias y la ruptura con nuestros hábitos de ocio,
deporte y socialización. Todo un reto a nivel psicológico que debemos enfrentar
con las mayores garantías posibles.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
A
continuación os indico algunas pautas básicas que nos ayudarán a pasar lo mejor
posible estos días y sobre todo a recuperar nuestra actividad normal cuando
pase esta "cuarentena".</div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<o:p></o:p></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<br /></div>
<h4 style="mso-pagination: none;">
<b>No modificar mucho nuestro
hábitos de sueño</b></h4>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<span style="letter-spacing: -0.2pt;">Sería
importante modificar lo menos posible los hábitos de sueño. Sobre todo los
niños en edad escolar. Dentro de una flexibilidad que nos va a dar el que no
tengan que ir al colegio al día siguiente, sería adecuado no alterar las horas
de acostarse y levantarse de los más pequeños. </span><o:p></o:p></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
Con
respecto a los adultos, lo mismo.<o:p></o:p></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<br /></div>
<h4 style="mso-pagination: none;">
<b>Mantener un cierta actividad
física</b></h4>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
Uno de los hábitos más saludables
psicológicamente es la actividad física. Y cuando hablamos de actividad física
no nos referimos a deportes de gran intensidad, sino simplemente a dar un paseo
al aire libre. Ahora este simple acto estará restringido para evitar la
propagación de la pandemia y tendremos que ser imaginativos para evitar un
excesivo sedentarismo y las consecuencias negativas tanto físicas como
psicológicas de este "parón". <o:p></o:p></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
Alternativas
como hacer ejercicios en una habitación tipo "aeróbic" o tablas de
ejercicios utilizando los distintos grupos musculares del cuerpo puede ser una
opción. En internet hay multitud de opciones que se pueden adaptar a nuestras
necesidades.<o:p></o:p></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
Y
por otra parte, hacer pequeños paseos por la casa también <o:p></o:p></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
puede ser otra opción. Hacer un
circuito por las distintas habitaciones no es dar "la vuelta de los
puentes", pero mejor eso que no hacer nada. <o:p></o:p></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<br /></div>
<h4 style="mso-pagination: none;">
<b>Combinar el uso de pantallas
(televisión/móviles/tablets) con otras tareas </b></h4>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<span style="letter-spacing: -0.2pt;">Las
últimas investigaciones nos indican que el excesivo uso de tecnologías,
especialmente en los más pequeños, no es saludable. Entre otras cosas porque
los ritmos que se desarrollan en los juegos, series de TV, etc., son
excesivamente rápidos y sobreestimulan nuestro cerebro, convirtiendo en
aburrido todo lo que no esté dentro del mundo digital. </span><o:p></o:p></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
Por
lo tanto tendremos que combinar la utilización de las pantallas, con otras actividades
de pintura, lectura, juegos de mesa, etc. <o:p></o:p></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<br /></div>
<h4 style="mso-pagination: none;">
<b>Evitar la sobreinformación al
coronavirus</b></h4>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<span style="letter-spacing: -0.3pt;">Existe
el peligro de engancharnos a todas las noticias que nos están bombardeando con
la pandemia del coronavirus y, en algunos casos, entrar en un estado de neurosis
obsesiva e hipocondríaca con este asunto. </span><o:p></o:p></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
Debemos
estar informados. Dirigirnos a fuentes fiables. Pero evitar la sobreinformación
que nos va a hacer entrar en estados de pánico y desasosiego que no nos van a
ayudar en nada a pasar esta "cua-rentena". Con ver el telediario 1 o
2 veces al día es suficiente. Debemos evitar el bombardeo continuo de noticias
que a todas horas nos están ofreciendo sobre este tema.<o:p></o:p></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<br /></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
</div>
<h4>
<b>Dar sentido al sacrificio</b></h4>
En las sociedades consumistas, individualistas e hipercompetitivas, que el
actual sistema económico está generando, el valor de lo común y lo público está
menospreciado e infravalorado. Sin embargo nos encontramos ahora mismo ante un
problema que no podemos solucionar individualmente. La solución será colectiva
o no será. Y aquí es donde debemos entender que nuestro no salir o salir lo
menos posible implica salvar vidas o por el contrario condenar a personas a
morir. No ya nosotros que podemos contraer la enfermedad y superarla. Si no a
otros que podamos contagiar y que por su vulnerabilidad no superen la infección
del coronavirus.<br />
El entender que nuestro
sacrificio, y el del resto de la comunidad, salva vidas hará mucho más
llevadera nuestra reclusión.<o:p></o:p><br />
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<br /></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
</div>
<h4>
<b>Mantente socializado</b></h4>
El confinamiento lleva asociado la pérdida de contacto social con nuestros
hijos mayores, nuestros nietos, la familia en general y con nuestros amigos. Y
aunque la necesidad de contacto social varía mucho de unas personas a otras
siempre es necesario, como animal social que somos, un cierto grado de relación
con nuestra gente.<br />
Por lo tanto ahora es el
momento de tirar de teléfono, de Skipe, de Whatsapp y de las innumerables
posibilidades que actualmente las nuevas tecnologías nos brindan para
relacionarnos con las personas que habitualmente nos relacionábamos antes y que
ahora no podemos hacerlo. Puede resultar paradójico pero quizás ahora sea el
momento de llamar a ese familiar con el que hace tiempo no hablamos o de
recuperar viejas amistades que nuestro frenético día a día hace que no pensemos
en ello.<o:p></o:p><br />
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<br /></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
</div>
<h4>
<b>Tareas pendientes</b></h4>
Otra buena excusa para mantenernos ocupados durante estos días de confinamiento
puede ser el hacer un listado de tareas pendientes en casa que nunca
realizamos. Ya sea desde pequeñas reparaciones, a limpiezas de la casa, poner
en orden nuestros papeles, archivos, etc. Pero sobre todo lo que nos va a
permitir estos días es tener tiempo para nosotros. Para leer ese libro que
tenemos pendiente, para prestar más atención a nuestra familia. Debemos pensar
que tarde o temprano este periodo pasará y luego nos reprocharemos todo lo que
podríamos haber hecho y no hicimos. ¡No pierdas el tiempo y aprovéchalo!<o:p></o:p><br />
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<br /></div>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
</div>
<h4>
<b>Normalizar la situación</b></h4>
Especialmente si tenemos niños pequeños viviendo con nosotros es importante no
expresar nuestra angustia o desesperación ante la situación. Ellos aprenden o
se comportan como nosotros lo hacemos. Y ven o no importante la situación según
la vivamos nosotros. Si nos comportamos con normalidad, explicando el porqué de
nuestro confinamiento y transmitiendo normalidad y tranquilidad ellos estarán
tranquilos y aceptarán la situación. Sin embargo si trasmitimos desosiego e
indignación ellos estarán nerviosos y se frustrarán ante el largo confinamiento
que vamos a vivir.<o:p></o:p><br />
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<br /></div>
<h4 style="mso-pagination: none;">
<b>Combatir los pensamientos </b><b>irracionales</b></h4>
<div class="habitual" style="mso-pagination: none;">
<span style="letter-spacing: 0.1pt;">No todo es psicológico. Muchas personas van a
tener problemas de salud y económicos reales. Familiares cercanos que van a
enfermar. Empresas que no van a aguantar esta situación. Trabajadores que se
van a ir al paro. Autónomos que lo van a tener muy difícil. Sin embargo de nada
sirve desesperarse o ponerse en lo peor porque lo único que no sabemos es lo
que va a pasar en el futuro</span>.<br />
<span style="letter-spacing: 0.2pt;">Un pensamiento irracional se define básicamente por ponernos en la peor
situación que nos puede pasar y creer firmemente que eso va a pasar y que va a
ser terrible e insoportable. Sin embargo la lógica y el sentido común nos dicen
que las cosas no tienen que ir necesariamente hacia lo peor y si al final eso
sucede muchas veces tenemos los recursos y las estrategias para poder soportar
y mejorar las dificultades (inevitables) que la vida nos va poniendo en su
camino. “Nada es tan terrible” nos diría el mediático psicólogo catalán Rafael
Santandreu.</span><br />
En general de nada nos sirve
ponernos más neuróticos de lo necesario. Echemos la vista larga al horizonte e
iremos enfrentando las dificultades según nos vayan viniendo.<span style="color: #ff1923;">■</span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-11551839553667281362016-03-05T02:53:00.003-08:002022-02-14T03:55:39.056-08:00Pautas de comunicación con los niños ante la pérdida de un progenitor<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhb3YhmHyECme6OE1vdIbVxguk6t9Jk78d9S9PCCeePzeJhvPtOg2g9geb_1gyb32Tu7O5CUIpyzsdTRcuACwZjoJ31aVQeDlDjHHgKbccSuq_IA3tV-tCq-Cd_Z6Au0kKPXuQAJu6_8P7e7sXj4hWdqcLM_nbdJ_sAOvGUxMvDSpQKN0mgj8RY7F4O3w=s850" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="850" height="376" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhb3YhmHyECme6OE1vdIbVxguk6t9Jk78d9S9PCCeePzeJhvPtOg2g9geb_1gyb32Tu7O5CUIpyzsdTRcuACwZjoJ31aVQeDlDjHHgKbccSuq_IA3tV-tCq-Cd_Z6Au0kKPXuQAJu6_8P7e7sXj4hWdqcLM_nbdJ_sAOvGUxMvDSpQKN0mgj8RY7F4O3w=w640-h376" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: right;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><h2 style="text-align: left;">Pautas de comunicación con los niños ante la pérdida de un progenitor</h2><div><br /></div>Sin lugar a dudas nuestra sociedad occidental y post-industrial sigue teniendo un elemento como es la muerte fuera de su esquema de pensamiento. La muerte no entra en nuestros planes, la finitud de nuestra esencia no tiene cabida en la estructura ideológica que implanta el sistema en el cual nos ha tocado vivir. Y sin embargo no hay mayor verdad ni hay mayor certeza que la muerte más tarde o más temprano nos espera a todos. <span><a name='more'></a></span><div><br /></div><div>Durante todas las épocas históricas y prehistóricas el ser humano ha temido y ha tenido respeto a la muerte. Pero una cosa es temerla y otra muy distinta es sacarla de la realidad psicológica en la que vivimos. Y eso es lo que hemos hecho la actual sociedad occidental.<br />
<div style="text-align: left;">
Uno de los efectos que tiene este enfoque en nuestro comportamiento es no saber qué hacer ni como actuar ante la muerte de uno de los padres si esta sucede en la infancia de nuestros hijos. Pensamos que la muerte les aterra y traumatiza tanto como a nosotros, pero lo que no sabemos es que <b>ellos ven y sienten la realidad a través de nosotros</b> y cómo enfoquemos y entendamos esta muerte así en gran parte la entenderán ellos.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
A continuación os pongo unas pautas de comunicación básicas de las malas noticias y de los momentos posteriores al fallecimiento que se deben tener en cuenta (Kennedy y Lloyd-Williams, 2009; Kroen, 2011):</div>
<div style="text-align: left;">
<div>
<ul>
<li><b>La comunicación debe ser directa, sincera, objetiva, y evitando eufemismos</b>, además de comprobar si han comprendido lo que se les ha explicado. Se debe informar cuanto antes, dado que la ocultación de la información puede entorpecer el proceso de duelo posterior. Es importante explicarles también lo que va a ocurrir los días siguientes al fallecimiento. En el caso de muerte por enfermedad, en especial en la etapa final de la vida, se debe permitir su participación en los cuidados, pudiendo realizar alguna tarea acorde a su edad.</li>
</ul>
<ul>
<li>La <b>persona idónea para realizar esta comunicación es el progenitor superviviente</b>. En los casos en los que deba informar otra persona es recomendable que lo haga alguien cercano al menor que además explique por qué el otro progenitor no puede estar allí.</li>
</ul>
</div>
<div>
<ul>
<li>Se debe asegurar la continuidad en los cuidados, es decir, siempre que sea posible, no se deben realizar cambios importantes en su entorno, como una mudanza, cambio de colegio etc., y procurar que sean las mismas personas las que continúen ocupándose de su atención después de la pérdida. Para facilitar el proceso de adaptación es fundamental informar en otros contextos habituales del menor como por ejemplo la escuela.</li>
</ul>
<ul>
<li>Es importante validar, pero no forzar, la expresión emocional de tristeza o preocupación, como también de la rabia o ira (ésta última mediante formas productivas), para que tomen conciencia de sus emociones, las exploren y ganen control sobre ellas. Permitir otras formas de expresión, como por ejemplo los dibujos o el juego, y abordar también la culpabilidad que puedan sentir. Al mismo tiempo, es necesario que los menores tengan momentos de descanso en los que puedan desconectar del proceso que están viviendo. Posteriormente y en fechas clave (aniversarios, cumpleaños…) se deben atender las reacciones emocionales, anticipándonos a ellas.</li>
</ul>
<ul>
<li><b>Permitirles siempre que lo deseen, despedirse del fallecido y participar en los rituales de despedida</b>, estando disponible un adulto que les acompañe durante el proceso y pueda resolver sus dudas.</li>
</ul>
<ul>
<li>Ayudarles a mantener una conexión simbólica con el ser querido que ha muerto y a preservar sus recuerdos significativos. Esta conexión tiene efectos saludables en el proceso de adaptación tras la pérdida.</li>
</ul>
</div>
<div>
Se ha demostrado que una comunicación que tenga en cuenta los elementos anteriores y adecuada a la etapa evolutiva facilita el proceso de elaboración del duelo y puede evitar su complicación (Rosner, Kruse, y Hagl, 2010).</div>
</div>
<div style="text-align: right;">
</div>
</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-5461700349972889442014-10-15T04:15:00.002-07:002020-03-30T07:11:52.240-07:00La ansiedad, ¿qué es? (III) El funcionamiento y las consecuencias reales de los trastornos de ansiedad<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI3ouL0hPkJ3w1rGVM39T2ZKzn_5KT5izvDzSv6mo7f9W1_zeX9AEsJcXu4IxbCRrB2IG36WJInBuJMeSUpDDlrn9cAmp2I5SOrnBN-Z94sNy3W7iWBygnJqktd2KnThymODMBjCUHh4Zg/s1600/Sin+t%C3%ADtulo-5.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: right;"><img border="0" height="292" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI3ouL0hPkJ3w1rGVM39T2ZKzn_5KT5izvDzSv6mo7f9W1_zeX9AEsJcXu4IxbCRrB2IG36WJInBuJMeSUpDDlrn9cAmp2I5SOrnBN-Z94sNy3W7iWBygnJqktd2KnThymODMBjCUHh4Zg/s640/Sin+t%C3%ADtulo-5.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Curva de intensidad en la respuesta de ansiedad</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Una característica genuina de la respuesta de ansiedad es su corta durabilidad. Es un mecanismo muy potente que puede dispararse a altísimas intensidades pero nunca durar mucho a una alta intensidad. Sí que es cierto que a intensidad moderada los síntomas de ansiedad pueden alargarse en el tiempo.<br />
<a name='more'></a><br />
<br />
Y la respuesta de por qué la respuesta de ansiedad en intensidades muy elevadas no puede ser muy larga en el tiempo es la siguiente. Da igual si es luchar contra una fiera salvaje o esquivar a un coche. El desenlace ocurrirá rápido. Esta temporalidad corta está basada en las características de nuestro sistema nervioso. El sistema nervioso autónomo, que da base biológica a todos los cambios corporales, bioquímicos y hormonales que producen la ansiedad, está a su vez basado en dos subsistemas: el sistema nervioso simpático y el sistema parasimpático. El primero, el simpático, activa el proceso generando la ansiedad, y el segundo, el parasimpático lo controla. Este control va a provocar dos efectos: que este proceso no dure demasiado tiempo y que la intensidad del malestar no llegue a ser tan alta que nos pueda dañar. ¿Qué sentido tendría que aquello que la naturaleza ha diseñado para protegernos, nos hiciera daño? Ninguno. En este sentido la ansiedad no es peligrosa, no te puede pasar nada malo por estar ansioso; eso sí, es incómoda y desagradable.<br />
<br />
Una vez el sistema ha vuelto a la normalidad, podemos sentirnos muy cansados, o tener dolor de cabeza, o de espalda u otras sensaciones. Es normal, se debe a que nuestro organismo ha consumido mucha energía y hemos tensado mucho la musculatura.<br />
<br />
En resumidas cuentas, la respuesta de ansiedad no puede durar mucho y nunca nos hará daño.<br />
<br />
<br />
<b><span style="font-size: large;">La respuesta de ansiedad convertida en trastorno de ansiedad</span></b><br />
<br />
La ansiedad tiene su razón de ser cuando afrontamos situaciones peligrosas, circunstancias en que nuestra vida corre realmente peligro. Pero, ¿qué pasa cuando el programa de la ansiedad se conecta ante situaciones que no son peligrosas? Es en estos casos cuando la ansiedad se convierte en un problema y aparecen los trastornos de ansiedad. Un trastorno de ansiedad se podría definir como una reacción de ansiedad en principio adaptativa, saludable, que se activa ante una situación no peligrosa, ante una situación en que no debería activarse. Por ejemplo, una persona con fobia a volar, como vimos antes, percibe el avión como una trampa mortal y al procesar ese escenario como peligroso, la vieja respuesta de ansiedad se dispara. La explicación a este proceso está en la conexión. El problema de esta persona no está en la bioquímica de su cerebro ni en que su sistema nervioso autónomo esté desregulado, sino que a través de determinadas experiencias, conectó la situación de volar con un peligro inminente. Esta es la razón de todos los trastornos de ansiedad. Las personas que los sufren asociaron las situaciones que les producen miedo con catástrofe, con horror, con peligro. El problema es siempre la conexión equivocada, nunca la propia respuesta de ansiedad, que por sí misma es natural y saludable. Así pues, el tratamiento tendrá como objetivo no eliminar la respuesta de ansiedad, sino desconectarla de las situaciones aprendidas como peligrosas y que verdaderamente no lo son.<br />
<br />
<br />
<b><span style="font-size: large;">Las únicas consecuencias de la ansiedad prolongada</span></b><br />
<br />
Hemos insistido en la idea de que la ansiedad no es peligrosa, aunque sí incómoda y desagradable. Por otra parte, en personas especialmente sensibles y que llevan mucho tiempo sufriendo un trastorno de ansiedad, podrían llegar a desarrollar algún desajuste psicofisiológico leve. Por ejemplo, sabemos que algunos problemas digestivos, como el colon irritable, pueden verse favorecidos por la ansiedad sostenida. O sucedería lo mismo con las cefaleas tensionales, la dermatitis atópica, el asma, o las alopecias. Probablemente lo que sucede es que la activación constante del programa de ansiedad acaba de alguna forma afectando algún aspecto no vital del organismo. Un ejemplo que ayudará a comprender este proceso sería el que sucede en gente que hace demasiado ejercicio físico. El entrenamiento y el deporte son saludables, pero cuando se abusa de ellos, y no se respetan los tiempos de recuperación adecuados, pueden llegar a provocar pequeños desajustes biológicos.<br />
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<i style="background-color: white; color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 15px; line-height: 21.5599994659424px;">Este artículo ha sido basado en la siguientes bibliografía:</i><br />
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 15px; line-height: 21.5599994659424px;">
<br />
- Tratamiento Psicológico del Pánico-Agorafobia. Pastor y Sevillá, 1995.<br />
- Tratamiento Psicológico de la Hipocondría y la Ansiedad Generalizada. Sevillá y Pastor, 2011.<br />
- Tratamiento Psicológico de la Fobia Social. Pastor y Sevillá, 2000.<br />
- ¿Por qué las cebras no tienen úlceras? Robert Sapolsky.</div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-8872363661457506982014-10-13T14:33:00.002-07:002022-02-14T02:34:01.830-08:00La ansiedad, ¿qué es? (II) Los falsos mitos de la respuesta de ansiedad<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGf5nRqxjxy5fBQASOW_04UabtkAUMho_LttDGsm6ykTQQYz3QHC_7gPqBwgXcHooUqb5NKq6iMxJbhscUPgyJ_Qex1IlwAQFC5tGA57x3UOZu9Xwf1XHq43WylHWC4aiGaa84eIN2BjxQ/s1600/Nueva+imagen.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="427" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGf5nRqxjxy5fBQASOW_04UabtkAUMho_LttDGsm6ykTQQYz3QHC_7gPqBwgXcHooUqb5NKq6iMxJbhscUPgyJ_Qex1IlwAQFC5tGA57x3UOZu9Xwf1XHq43WylHWC4aiGaa84eIN2BjxQ/s640/Nueva+imagen.png" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="font-size: 13px;"><em style="font-size: medium;"><b><span face=""arial narrow" , sans-serif" style="font-size: 8pt; font-style: normal;">"El Grito", cuadro de Edvard Munch</span></b></em><br />
<div>
<em style="font-size: medium;"><b><span face=""arial narrow" , sans-serif" style="font-size: 8pt; font-style: normal;"><br /></span></b></em></div>
</td></tr>
</tbody></table>
A continuación describiremos y explicaremos las principales sensaciones que notamos cuando estamos ansiosos y los falsos mitos que normalmente asociamos así como su explicación real en términos de respuesta de ansiedad.<br />
<a name='more'></a><br />
<br />
<h2 style="text-align: left;">Los falsos mitos de la respuesta de ansiedad</h2> <div><b><br /></b></div><div><b>Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, dolor en la región precordial: “me está dando un ataque al corazón”</b><br />
<br />
Cuando nos ponemos ansiosos, el cuerpo se prepara para una vigorosa actividad física. Los músculos se alimentan de azúcar y oxígeno y todo esto llega a través de la sangre. Por lo tanto el flujo sanguíneo se aumenta provocando palpitaciones y taquicardias. Sin embargo cuando notamos estas sensaciones estando sentados en la butaca de un avión o dando un paseo es normal pensar a veces que nos está dando un ataque al corazón y vamos a morir. Pero nada más lejos de la realidad. Lo que verdaderamente ocurre es que nuestro corazón funciona a la perfección y está subiendo la actividad para suministrar energía a nuestros músculos alertados falsamente. <br />
<br />
Sabemos que el ataque al corazón produce casi siempre grandes cambios eléctricos en el corazón que pueden apreciarse fácilmente en el electrocardiograma. En contraste, el único cambio que se aprecia en el electrocardiograma durante los ataques de pánico es un aumento del ritmo cardíaco.<br />
<br />
La ansiedad, el estrés o el pánico NO provocan ataques cardíacos. Para que éstos tengan lugar, deben darse varias de las siguientes condiciones, algunas de las cuales están interrelacionadas: Lesión grave en el corazón o en las arterias, exceso elevado de ácidos grasos en la sangre, dieta incorrecta (por ejemplo, consumo excesivo de grasas), sobrepeso, vida sedentaria, consumo excesivo de alcohol, tabaco y/u otras drogas, hipertensión arterial. También son factores de riesgo el tener antecedentes familiares y el ser varón. El estrés o la ansiedad excesiva pueden aumentar el riesgo cuando se combina con las condiciones anteriores, pero por sí solos no dan lugar a ataques cardíacos.<br />
<br />
<br />
<b> Sensación de inestabilidad, mareos, vértigos: “me voy a desmayar”</b><br />
<b><br /></b>
Las personas que experimentan mareo, vértigo o sensación de inestabilidad durante el golpe de ansiedad pueden tener miedo de desmayarse o perder el conocimiento. Sin embargo, la probabilidad de que esto ocurra es nula. Para que tenga lugar un desmayo debe haber un descenso del ritmo cardíaco y una bajada notable de la presión arterial. Sin embargo, cuando se experimenta una fuerte ansiedad o pánico, ocurre todo lo contrario: el ritmo cardíaco y la presión sanguínea aumentan. ¿Cómo se explica entonces la sensación de mareo? Sencillamente, como parte de la reacción de emergencia ante el peligro, el corazón envía más sangre hacia los músculos (para poder correr o luchar) y relativamente menos al cerebro. Esto significa que hay una pequeña caída de oxígeno en el cerebro y esta es la razón de que uno pueda sentirse mareado. Sin embargo, esta sensación no significa que uno se va a desmayar, ya que la presión sanguínea global es alta, no baja.<br />
<br />
Las personas que se han desmayado anteriormente, pueden comparar las sensaciones que preceden a un desmayo real con las que experimentan durante un ataque de pánico. Nunca son las mismas. Antes de desmayarse, la gente siente frecuentemente que se está desvaneciendo; es como un alejamiento progresivo de la realidad, como ir sumiéndose en un sueño. En cambio, durante un ataque, la gente está terriblemente consciente de sus intensas sensaciones de mareo y de otras posibles sensaciones acompañantes.<br />
<br />
<br />
<b> Sensación de falta de aire y dificultad para respirar: “me estoy ahogando”</b><br />
<b><br /></b>
Cuando estamos muy nerviosos respiramos más rápida y profundamente. Esto forma parte también de la respuesta de emergencia, ya que se necesita más oxígeno si se va a luchar o a correr para escapar. Pero al no gastar verdaderamente este oxígeno provocamos una hiperoxigenación de nuestra sangre. Esto hace que el cerebro mande descender la frecuencia respiratoria produciéndose sensaciones ahogo. Aunque estas sensaciones son reales el temor a ahogarse es totalmente falso puesto que paradójicamente nuestros pulmones cesan de respirar por la sobreabundancia de oxígeno que posee nuestra sangre.<br />
<br />
El intentar compensar esto mediante una mayor respiración voluntaria hace que siga el estado de hiperventilación y la sensación de falta de aire. Lo que hay que hacer es respirar lenta, regular y diafragmáticamente. En ningún caso se va a producir una parada respiratoria completa. Cuando se comienza a respirar lenta y superficialmente, el oxígeno empieza a descender en la sangre y la respiración se vuelve poco a poco normal. <br />
<br />
<br />
<b> Sensación de tensión muscular, dolor en la cabeza y espalda, contracturas, calambres, temblores y sensación de piernas débiles: “voy a perder el control”</b><br />
<br />
Algunas personas creen que van a perder el control durante los ataques de ansiedad. El significado de esto puede ser quedarse totalmente paralizado y no ser capaz de moverse, hacer cosas extrañas o ridículas, correr sin rumbo, gritar, proferir obscenidades, romper objetos, agredir a otros, tirarse por la ventana, etc. Sin embargo, esta sensación de pérdida de control no se corresponde con la realidad. Cuando estamos ante una crisis de ansiedad no se pierde el control JAMÁS, NUNCA; en el peor de los casos, escapamos de la situación hacia un sitio más seguro, lo cual no es precisamente una falta de control. De hecho, como se ha dicho antes, el ataque de pánico no es sino un ejemplo de respuesta de emergencia ante un peligro percibido (que no tiene por qué ser real), de modo que se favorece la respuesta de huida. Es posible que uno tenga alguna sensación de confusión o irrealidad, pero se conserva la capacidad de pensar y actuar de cara a ponerse a salvo. La reacción de emergencia no produce parálisis ni va dirigida a hacer daño ni a sí mismo ni a personas que no constituyen ninguna amenaza.<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<em style="text-align: center; text-indent: 0cm;"><span style="font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;"></span></em></div>
<br />
<b>Sensación de irrealidad, percepciones extrañas, descontrol en los pensamientos: “me estoy volviendo loco”</b><br />
<br />
Ciertos síntomas durante los ataques de pánico –tales como sensación de irrealidad, visión borrosa, ver lucecitas, confusión mental- pueden conducir a pensar que uno se va a volver loco. Sin embargo, estos son síntomas de la reacción de emergencia ante una situación externa o interna que se considera peligrosa, no tienen nada que ver con la locura. Cuando hablamos de ésta, nos referimos normalmente a un trastorno muy severo llamado esquizofrenia. Esta se caracteriza por pensamientos y lenguaje incoherentes y sin sentido, creencias delirantes (por ejemplo, creencia de que los propios pensamientos son impuestos por seres de otros mundos) y alucinaciones (por ejemplo, oír voces que no existen)<br />
<br />
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<div style="text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqdNIb8ykcTVpclbMgseGUsmxwhqhK_e3jb7T8lCucp0md7Fxqz6C-R1Kf9Fh8xXckOBTdeId-ff3RF91JZ6CYLj5BB1TTQGjOrmTxtFMmK9Gh7_DqWVW-OukmF-uAM6q3KiI0ZNsewA4M/s1600/Nueva+imagen+(1).png"><img border="0" height="284" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqdNIb8ykcTVpclbMgseGUsmxwhqhK_e3jb7T8lCucp0md7Fxqz6C-R1Kf9Fh8xXckOBTdeId-ff3RF91JZ6CYLj5BB1TTQGjOrmTxtFMmK9Gh7_DqWVW-OukmF-uAM6q3KiI0ZNsewA4M/w640-h284/Nueva+imagen+(1).png&container=blogger&gadget=a&rewriteMime=image%2F*" width="640" /></a></div>
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<br />
<br />
La esquizofrenia suele aparecer en la adolescencia o al comienzo de la juventud. No aparece de repente, sino que se va desarrollando gradualmente y desde luego, no como consecuencia de una historia de ataques de pánico. Suele darse en familias donde hay otros miembros afectados, ya que suele ser un trastorno hereditario. Además es muy poco frecuente, de modo que si no se tiene la vulnerabilidad genética correspondiente, uno no se convertirá en esquizofrénico, por mucho estrés que se padezca. Una cosa son los trastornos emocionales, tal como la agorafobia con ataques de pánico, y otra muy distinta, los trastornos psicóticos; éstos no son nunca una consecuencia de los anteriores. <br />
<br />
<br /><h2 style="text-align: left;">Más sensaciones en la ansiedad</h2><br />
Veamos a continuación la explicación real de otros síntomas que no son tan angustiosos pero que también se producen en las crisis de ansiedad.<br />
<br />
<br />
<b>Sensación en el estómago, boca seca, náuseas, estreñimiento, diarrea.</b><br />
<b><br /></b>
Al dispararse la respuesta de ansiedad, el sistema digestivo se paraliza. Comer y digerir el alimento es fundamental pero es más importante para sobrevivir en el momento no ser devorado por un depredador. Así que, el sistema digestivo cesa su actividad y, según el punto que estemos en proceso de alimentarnos, notaremos unas sensaciones u otras. <br />
<br />
<br />
<b>Sensación de cambios de temperatura</b><br />
<br />
Como la sangre se acumula en las vísceras y en los músculos, la temperatura interior aumenta. La gente ansiosa se queja de calor y cuando nuestra temperatura sube hasta un determinado punto, los sistemas de refrigeración se ponen en marcha y empieza el sudor. Al mismo tiempo, el aporte de sangre a las zonas periféricas se reduce, con lo cual se puede notar frío en las extremidades, y el sudor tornarse frío cuando atraviesa la piel.<br />
<br />
<br />
<b>Sensación de pérdida de sensibilidad en zonas superficiales</b><br />
<b><br /></b>
Con el objetivo de no desangrarnos si somos heridos en la lucha, al estar ansiosos se produce una vasoconstricción de las venas y arterias cercanas a la piel. Al disminuir el riego sanguíneo nuestra piel se enfría y personas especialmente reactivas pueden sufrir pérdidas de sensibilidad e incluso parestesias, que se nos duerman las manos, la cara y los pies.<br />
<br />
<br />
<b>Sensación de que la luz nos molesta, cambios en la visión, manchas en la visión</b><br />
<b><br /></b>
En plena ansiedad, y con el objetivo de emplear nuestro campo visual para no ser sorprendidos por el enemigo, las pupilas se dilatan. Habitualmente la dilatación pupilar está controlada por la intensidad de la luz. Así pues, las pupilas pueden entrar en conflicto recibiendo dos mensajes contradictorios, el que proviene de la respuesta de la ansiedad y el habitual que proviene del grado de luminosidad ambiental. Ante esta confusión, el mensaje que recibe nuestro cerebro es confuso y la calidad de las imágenes que se decodifica puede ser inferior a la habitual.<br />
<br />
<br />
<br />
<i>Este artículo ha sido basado en la siguientes bibliografía:</i><br />
<div>
<br />
- Tratamiento Psicológico del Pánico-Agorafobia. Pastor y Sevillá, 1995.<br />
- Tratamiento Psicológico de la Hipocondría y la Ansiedad Generalizada. Sevillá y Pastor, 2011.<br />
- Tratamiento Psicológico de la Fobia Social. Pastor y Sevillá, 2000.<br />
- ¿Por qué las cebras no tienen úlceras? Robert Sapolsky.</div>
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(I)<div class="MsoNormal"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiUdFIMAlRHFCTzjxNndsJGhXLcm29pYpbO9H90ynCcmS8hgtp4lPojwW5MgW3aorf4Nr1u-OAo_DJpyC5NzxVPMcjYzWvDvG7IkdLGjqrm4HAoIImSXwyTGhJGIGrXP61xRxezGKtsWQvX_rIoQ1PpcLCtoYi_zA-Z17j48hm8GQwc6wKc16pBA7_Lbg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="640" data-original-width="1920" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiUdFIMAlRHFCTzjxNndsJGhXLcm29pYpbO9H90ynCcmS8hgtp4lPojwW5MgW3aorf4Nr1u-OAo_DJpyC5NzxVPMcjYzWvDvG7IkdLGjqrm4HAoIImSXwyTGhJGIGrXP61xRxezGKtsWQvX_rIoQ1PpcLCtoYi_zA-Z17j48hm8GQwc6wKc16pBA7_Lbg=w640-h214" width="640" /></a></div></div>Corría el año 40.000 a.C. y un antiguo antepasado de nuestra especie se había separado del grupo de caza siguiendo el rastro de una gacela herida. No tendría mucho más de 14 años y su juventud le hacía tomar decisiones un tanto temerarias. Andaba con sigilo, mientras separaba con su lanza las hojas y arbustos de un bosque infinito. De repente, a unos pasos más allá se movieron las hojas de un pequeño arbusto. Entusiasmado pensó en la pronta caza de su presa y en las alabanzas que iba a recibir en el clan al cual pertenecía. Sin embargo detrás de la maleza lo que apareció fue la enorme cabeza de un tigre con dientes de sable. En un instante su cuerpo se tensó y pensó que la mejor estrategia era huir tan rápido como pudiera. Sus piernas se llenaron de energía, una energía tan poderosa que hicieron volar sus miembros hasta encaramarse a la copa de un árbol.<span><a name='more'></a></span><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi6T1SO3xI3GvyjdaT-U199O4ogsaZHxJL8--xFtfPnl6dW9UxVHTCX47yKbEznvHskpP7LrdQRQ5et7tArz_fwesnbQatolAJmwwCrv9_dZdCVfnr4xkM8wg2RopuzvRY2GYoExBfJoBDyPPH91d_2_hmrKruRJ-DtjiWGqyKke8rbppcP9J6DmFLnPw" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="961" data-original-width="1303" height="472" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi6T1SO3xI3GvyjdaT-U199O4ogsaZHxJL8--xFtfPnl6dW9UxVHTCX47yKbEznvHskpP7LrdQRQ5et7tArz_fwesnbQatolAJmwwCrv9_dZdCVfnr4xkM8wg2RopuzvRY2GYoExBfJoBDyPPH91d_2_hmrKruRJ-DtjiWGqyKke8rbppcP9J6DmFLnPw=w640-h472" width="640" /></a></div><br />En las sociedades post-industriales en las que vivimos parece que el viejo sistema de la ansiedad ha perdido parte de su utilidad. Este sistema nos permite dar respuestas inmediatas a situaciones de inminente peligro vital, proporcionando la fuerza para luchar o huir según dependa la situación. Sin embargo los peligros en la actualidad nada tienen que ver con los que sufrían nuestros antepasados hace 40.000 años en las selvas y sabanas que cubrían el planeta. Actualmente vivimos en robustos y seguros edificios, en nuestras calles los peligros reales son más bien reducidos y la naturaleza que nos rodea pocas veces es peligrosa. Pero esto no siempre ha sido así. Si hoy tú y yo estamos aquí ha sido porque la respuesta de ansiedad se puso en marcha en muchos momentos para salvarnos el “pellejo”. Sin embargo aunque la respuesta de la ansiedad quizás no sea tan necesaria ahora como hace miles de años, sigue siendo enormemente útil en situaciones en las que necesitamos una respuesta que nos salve de un peligro inmediato.</div><div> <br /><i>Todas las mañanas Pablito y su papá salían camino del colegio. Se acercaron al semáforo de siempre y esperaron a que se pusiera en verde para que pudieran pasar. El papá de Pablito inmerso en sus pensamientos empezó a cruzar el paso de cebra de manera automática al ver que el muñequito del semáforo le daba paso, sin darse cuenta que al fondo se acercaba un coche a gran velocidad. Pero en microsegundos sus sentidos percibieron el peligro y su sistema de ansiedad se activó a toda potencia. Sus piernas y brazos se cargaron de una energía colosal permitiéndole agarrar fuertemente del brazo a Pablito y lanzarlo unos metros mientras él saltaba para esquivar la segura envestida del descontrolado conductor.</i></div><div><i><br /></i><br />
<div style="text-align: center;"><img border="0" height="312" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwHN8Q5iwG3H3Fj4T3d_406tXyLS_YexSqNCkUWIlC0T1luljkgcKh7PhbS-SiacG7RNw6vjFZk_ONGcNwphKhV92b99ijJrV8eNu87v52wXVVSwuHRLMRU2vzuEQsN88nocj6n1mq0TYk/w640-h312/paso+cebra.png" width="640" /></div><div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
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Todo el mundo habla de la ansiedad, nervios, estrés, tensión, miedo ¿pero qué es realmente la ansiedad? <b>La ansiedad no es ni más ni menos que un sofisticado sistema de supervivencia</b>. Es un mecanismo destinado a hacer que los individuos de una especie sobrevivan a los peligros que el mundo les depara. Está presente en la mayoría de los organismos. Y en la especie humana su desarrollo es espectacular. Podemos afirmar que nuestra especie ha llegado hasta nuestros días porque en muchos momentos la respuesta de ansiedad nos salvó de una segura extinción en un mundo lleno de peligros.</div><div> <br />
La respuesta de ansiedad nos prepara para afrontar situaciones peligrosas de dos maneras: luchando o huyendo. Como le pasó a nuestro ancestro en el ejemplo anterior o al papá que iba con su hijo, la ansiedad nos permite una respuesta rápida y contundente. Y lo hace en dos vertientes: en la cognitiva (pensamiento de acción) y en la fuerza motora. La respuesta de ansiedad nos permite valorar rápidamente la situación decidiendo la mejor actuación y por otra parte nos llena de energía el cuerpo para poder desarrollar el plan de acción que hemos decidido en microsegundos.</div><div> <br />
Como podemos ver, <b>la ansiedad no es mala</b>. Es un proceso natural e inevitable. Es imposible no ponernos nerviosos cuando nuestro cerebro percibe como peligrosa una situación. Y se dispara ante situaciones que valoramos de riesgo vital pero también se dispara de una forma más moderada ante situaciones nuevas o desconocidas, como hacer un viaje, iniciar un trabajo, hacer un examen importante o conocer gente nueva. La explicación es la misma, lo nuevo o desconocido podría ser potencialmente peligroso, y por ello entramos en un moderado estado de alerta.</div><div><br /><div class="MsoNormal"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><br /></span></div>
<h2 style="text-align: left;">Cuando la respuesta de ansiedad se "equivoca"</h2></div><div><br />Sin embargo si la ansiedad no es mala como estamos viendo, por qué tiene tan mala prensa. Por qué muchas personas están asociando la ansiedad con malestar y con angustia. La explicación es la siguiente: aunque la respuesta de ansiedad es muy necesaria tal como hemos visto en los ejemplos anteriores, hay personas en las que esta respuesta se está disparando de manera continuada ante situaciones que no son peligrosas, pero que la persona sí que las está interpretando como si supusieran un riesgo real para ella. De esta manera el viejo sistema de la ansiedad se está disparando sin motivos reales pero desarrollando todo su potencial. Esto hace que la persona se sienta extraña y angustiada con un montón de sensaciones que no entiende y que no están sirviendo para el objetivo que fueron creadas.<br />
<div class="MsoNormal">
<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal"><div style="text-align: center;"><img border="0" height="369" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivms4je1-nLUqemW7YhJWqwO3t3kjiaj0NAGrq3RV1vcN9XwfGe3Ok9t3N0z-617leqwzLgdWCepUSyh8o27swWCDBmRWmY7O3mEwMiJwYwAXhQGKHMmr_dAED1LehZrW4t6eahifMCdim/w640-h369/fobia+volar.png" width="640" /></div>
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><div class="MsoNormal"><i><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><br /></span></i></div><div class="MsoNormal"><br /></div></span>Rebeca es una alta ejecutiva de una multinacional farmacéutica. Su puesto de trabajo le obliga a visitar los laboratorios de distintas ciudades europeas, para lo cual necesita utilizar el avión de manera puntual pero continuada, alrededor de media docena de veces al año. Cada vez que la situación sobreviene le da un vuelco el estómago, nota mareo, sudor en las manos, taquicardia, tensión muscular, etc, etc. Cuando llega el día en el cual tiene que volar sus síntomas se incrementan. El momento del despegue es el peor; piensa inevitablemente que el avión va a colisionar con otro y siente una irremediable necesidad de salir corriendo de allí, lo que le obliga a tomarse varios ansiolíticos que ella misma fabrica en los laboratorios que va a visitar. <br /></i><br /> Lo que le pasa a Rebeca es un claro ejemplo de cómo nuestra vieja respuesta de ansiedad se dispara en una situación con un riesgo muy muy escaso. En la actualidad sabemos que el avión es el método de transporte más seguro. Todos los problemas de ansiedad tienen el mismo origen. Simplemente estamos valorando como peligrosas situaciones que verdaderamente no lo son y nuestro cerebro está reaccionando para salvarnos de un peligro que verdaderamente no existe. <br /> <br />Cuando nuestro cerebro interpreta una situación como potencialmente peligrosa prepara a nuestro cuerpo para la amenaza. Y aunque la persona que sufre de ansiedad le parezca increíble todas las sensaciones que tiene cuando sufre el golpe de ansiedad son totalmente inocuas e inofensivas. Sí que son muy incómodas y en muchos momentos angustiosas, pero repito, en absoluto son peligrosas. La misión de estas sensaciones aunque no lo entendamos en el momento es prepararnos para luchar o para huir. <br /><br /> <br /> Este artículo ha sido basado en la siguientes bibliografía: <br /> - Tratamiento Psicológico del Pánico-Agorafobia. Pastor y Sevillá, 1995.<br /> - Tratamiento Psicológico de la Hipocondría y la Ansiedad Generalizada. Sevillá y Pastor, 2011.<br /> - Tratamiento Psicológico de la Fobia Social. Pastor y Sevillá, 2000.<br /> - ¿Por qué las cebras no tienen úlceras? Robert Sapolsky.</div></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-43706106947557009602014-07-05T03:27:00.002-07:002020-03-25T04:39:44.806-07:00Educar contra el racismo: Nuestro papel como padres<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0ZFD9x0aFvDR9RSyABcvvuS_fHo2KKZGtj1vstEly5aR4MVFNP2kUyfEQuFNdQgnri2-fxCTLc1tj1ugipLQxG5hiDPsbCheh4qI2ipmkUg74IjzmNsHLn5QhVOqHrtl_Dbv1T0Ke9h-W/s1600/no_al_racismo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="403" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0ZFD9x0aFvDR9RSyABcvvuS_fHo2KKZGtj1vstEly5aR4MVFNP2kUyfEQuFNdQgnri2-fxCTLc1tj1ugipLQxG5hiDPsbCheh4qI2ipmkUg74IjzmNsHLn5QhVOqHrtl_Dbv1T0Ke9h-W/s1600/no_al_racismo.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
Vivimos en un mundo cada vez más diverso. En nuestra infancia no podíamos imaginarnos un aula compuesta por alumnos de diferentes razas y culturas. Sin embargo en la actualidad eso es lo normal. Nuestros hijos comparten la clase con niños de orígenes, culturas y religiones muy diversas.<br />
<a name='more'></a><br />
<br />
Sin embargo el hecho de una convivencia física de los niños en la misma aula no es garantía de integración de los diferentes grupos humanos que allí coexisten.<br />
<br />
En general, en el ser humano, existe una tendencia a sentir temor por lo nuevo y diferente. Se trata de una reacción instintiva, que no se produce de la misma forma en todas las personas y que en la mayoría de los casos es una protección ante el descocimientos. Así, la primera forma de evitar las actitudes racistas es <b>mostrar a los niños la diversidad y la diferencia como algo normal y enriquecedor</b>.<br />
<br />
El discurso moral que podamos transmitir a nuestros hijos es importante, pero también lo será el discurso intelectual. El explicar por qué todos los seres humanos son iguales y tienen los mismos derechos. El razonar que todo el mundo merece respeto y tolerancia, que tiene derecho a las mismas oportunidades.<br />
<br />
<b><span style="font-size: large;">Nuestro papel como padres</span></b><br />
<br />
Como padres podemos actuar en diversos aspectos para que hijos entiendan la diversidad como algo normal en el mundo en que vivimos y evitar así comentarios o actitudes racistas frente a personas de otras creencias, culturas o países. Si conseguimos que los siguientes factores estén presentes de una manera u otra en la educación de nuestros hijos los estaremos vacunando en gran medida para las creencias y comportamientos racistas.<br />
<br />
- <b>Fomentar la amistad con personas de otros países</b>. Esta sería la estrategia más natural para sumergirnos en la diversidad y aceptarla con normalidad. Esto es aplicable tanto para el niño como para los padres. Que los niños nos vean conversando con normalidad y cercanía con personas de otras culturas favorecerá su similar comportamiento con sus compañeros de otras culturas. Y por su puesto si estas conversaciones dan pie a relaciones de amistad y convivencia el impacto educacional en nuestros hijos mayor será.<br />
<br />
- <b>Enseñar la música, los cuentos, la gastronomía y las tradiciones de otros lugares</b>. De este modo los pequeños verán lo diferente como algo lúdico y divertido. Desde leer cuentos de otros países a enseñarles la gastronomía de otros lugares pueden ser buenas estrategias educativas y divertidas tanto para evitar actitudes racistas como para ampliar su visión del mundo más allá de las cuatro paredes culturas en las que estamos sumergidos.<br />
<a href="http://www.educapeques.com/cuentos-infantiles-cortos/cuentos-del-mundo%C2%A0">http://www.educapeques.com/cuentos-infantiles-cortos/cuentos-del-mundo </a><br />
<br />
- <b>Habla con tus hijos sobre el racismo</b>. La comunicación que emplees con tu hijo para este asunto o para otros será fundamental en el elenco moral y motivacional que tendrá tu hijo en el futuro. Es fundamental no emplear palabras despectivas para referirse a personas de otras culturas o razas y también es importante no menospreciar sus tradiciones o maneras de ser. En todo caso las valoraciones que hagamos deben hacerse desde la racionalidad y no desde la supremacía moral que creamos tener. Es razonable hablar con nuestros hijos sobre el injusto papel que deja el mundo árabe en muchos momentos a las mujeres. Se puede razonar y se puede reflexionar sobre ello, pero sin transmitir que nuestro sistema moral-cultural occidental es el mejor o el único donde merece la pena vivir.<br />
<br />
Es importante remarcar que en muchos casos los chicos encontrarán en clase hijos de inmigrantes, que han llegado por varios motivos, algunos de ellos por necesidad. Comprender eso puede hacer que los compañeros les ayuden en su proceso de integración, especialmente en el caso de los adolescentes.<br />
<br />
<br />
Según un estudio impulsado por el <a href="http://www.empleo.gob.es/es/index.htm">Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales</a>, aún se registran muchas actitudes de discriminación en las aulas, por parte de algunos jóvenes que emplean los insultos racistas para ofender a compañeros suyos venidos de fuera.<br />
<br />
Sin embargo, el mismo estudio también concluye que estas mismas actitudes cada vez provocan más rechazo entre los adolescentes que no las adoptan. Además, en las conclusiones, se observó que la influencia de la familia es determinante en la actitud de los alumnos.<br />
<br />
<br />
<i>*Artículo basado en: <a href="http://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/claves-educacion-contra-racismo">Claves para una educación contra el racismo</a></i><br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-19544808799637978372014-04-28T09:52:00.006-07:002022-02-17T08:58:07.260-08:00Enfadarse es fácil. Hacerlo bien es más difícil, pero posible e imprescindible<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh-36lJ25_N6PvlIQUmP1837Ohj0PC3JVhAD4G8hhdlkemkFzRWvLCEWjlmNGl8OnbOPphRCs4ghbRGPFV6_8ZEKrmS5ypYJPyRLjMrAGKSQ0dAJOpUWglbSBkHJa0dzxLYuxomJJNwbNpKeOpjWJ2Qzf2HEaaJ-O5Fk9zBjM_MplVWwXrrzfZBSR4FkA=s850" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="501" data-original-width="850" height="378" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh-36lJ25_N6PvlIQUmP1837Ohj0PC3JVhAD4G8hhdlkemkFzRWvLCEWjlmNGl8OnbOPphRCs4ghbRGPFV6_8ZEKrmS5ypYJPyRLjMrAGKSQ0dAJOpUWglbSBkHJa0dzxLYuxomJJNwbNpKeOpjWJ2Qzf2HEaaJ-O5Fk9zBjM_MplVWwXrrzfZBSR4FkA=w640-h378" width="640" /></a></div><br /><h4 style="clear: both; text-align: left;">"Enojarse es fácil, pero enojarse en la magnitud adecuada, con la persona adecuada, en el momento adecuado eso es cosa de sabios"<br />Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.), filósofo griego</h4>
<div>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Añadiría dos matices a esta frase de Aristóteles tan acertada. El primer matiz es que además de enfadarse adecuadamente a veces hay que añadir consecuencias a los comportamientos que nos enojan. Hay personas que sólo con un enfado adecuado no acaban de entender nuestros deseos. </span><br />
<a name='more'></a><br /><span style="font-family: inherit;">El segundo matiz que añadiría es que conseguir enfadarse adecuadamente no sólo es cosa de sabios, por lo menos a estas alturas de la historia. También lo consiguen personas normales que mediante la práctica con asesoramiento psicológico o por propia intuición muestran conductas comunicativas de enojo con elegancia y respeto a la persona increpada. Pero ciertamente y como bien apunta Aristóteles ya en el siglo IV a.C. bien difícil es atinar en el cómo, el cuándo y el qué decir a la persona que nos frustra sin caer en los dos errores típicos cuando alguien nos enerva: la callada por respuesta o el pasarse "cuatro pueblos".</span></div>
<div>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: inherit;">El mundo de las emociones es infinito en matices y en posibilidades de mejora. E infinitamente complejo a veces de abordar. Las emociones son energía. Y es fundamental que la psique encauce bien las emociones que desarrollamos los seres humanos para conseguir una salud psíquica razonable.</span></div><div><br /></div>
<div>A todos ustedes les sonará lo que a continuación les voy describir: A veces pensamos que es mejor no quejarse mucho. Que es mejor callar. Enfrenarse es difícil y además puede haber consecuencias muy malas para nosotros. Así que optamos por la callada por respuesta. Y decimos cosas como "no importa", "no pasa nada" o simplemente esbozamos un sonrisita inquieta de aceptación ante una situación que consideramos totalmente injusta. Todos los poros de nuestra piel se sublevan ante esta situación, pero al final el pensar que no es importante, que puede ser peor decir algo o simplemente el pensar que ya se dará cuenta... hacen que al final no digamos nada.<br /> <br />
Cada vez que ocurren situaciones como las anteriores, las cuales consideramos injustas pero no respondemos, la energía mental no liberada que produce esa emoción negativa se sublima de manera indirecta en nuestro cuerpo produciendo dolencias psicosomáticas del tipo: dolores difusos, cefaleas, catarros crónicos, lumbalgias, etc, etc. Y además otras trastornos de tipo psicológico relacionados con la ansiedad y la depresión.</div><div> <br />
<div>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkCI1KFCPLyifwjJERtegYPH9uuK1YkwTfkyCiFr860a0yhz943xGeGMAHLQ27EGMzolOIEC3K2aUJzxWVsWZQUvAXCkGbO7ZGIMongfwH-bWTPJvgeFR_wpWSUckhJC0HH8y4a28FzEag/s1600/Vesuvius_in_Eruption-B.JPG" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a></div>Lo que a continuación les voy a contar seguramente también les va a sonar: Cuando optamos por conductas de comunicación pasivas o inhibidas acumulamos un nivel importante de frustración. No decir lo que pensamos y "esperar" que el otro se de cuenta, va cargando nuestro vaso emocional. Estamos más "bordes" o "no le hablamos" para hacerle sabedor de nuestro enfado. Pero con estas estrategias es tan difícil que el otro se de cuenta como que te toque la lotería sin jugar un solo boleto. Y así vamos acumulando y acumulando mala leche. Hasta que llega un día que al menor "error" que comente la otra persona explotamos con una virulencia que ni el volcán de La Palma. Soltamos por nuestra linda boquita una cantidad de improperios que ni la mismísima niña del exorcista sería capaz de expresar. Reproches y más reproches que se pueden retrotraer a años y años atrás. Mientras la persona increpada no da crédito a sus ojos al ver que semejante bronca se organice por tal nimiedad. No entiende nada. Y cuando el huracán pasa y pierde la fuerza nos damos cuenta del "error" y pensamos "me he pasado". Acto seguido hacemos acto de contrición y volvemos al viejo hábito de callarnos para no dar problemas creando poco a poco nuevos polvos que traerán en el futuro toneladas de lodos.</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhnRrg5i3Ol5xWEN-s8U3i5fkjBsfIEwNKyfgtqaZreF0R8KN3menNuE4hx-MnrfqeAor3IzAZPMMg3EkRSnLy3RzAaShlMRR-BX1PPfJIYaAmXumR67HlImO4bpVD2D7sMLJz5xjaG2HH5uZL2GDFuezOoV_ze_i1uGxllz9l_H3Mbp0o38CqAmK7YKw=s850" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="850" height="376" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhnRrg5i3Ol5xWEN-s8U3i5fkjBsfIEwNKyfgtqaZreF0R8KN3menNuE4hx-MnrfqeAor3IzAZPMMg3EkRSnLy3RzAaShlMRR-BX1PPfJIYaAmXumR67HlImO4bpVD2D7sMLJz5xjaG2HH5uZL2GDFuezOoV_ze_i1uGxllz9l_H3Mbp0o38CqAmK7YKw=w640-h376" width="640" /></a></div><br /><div><br /></div><div><div><span style="font-family: inherit;">Cuánta razón tenía Aristóteles: hay que enfadarse bien, en la frecuencia y magnitud adecuada, en la forma y momento adecuado. Pero hay que soltar la energía mental que se produce en las frustraciones porque el volcán de Cumbre Vieja de La Palma puede ser un juego de niños en comparación con la explosión de ira que un ser humano puede llegar a realizar.</span></div>
<!--Blogger automated replacement: "https://images-blogger-opensocial.googleusercontent.com/gadgets/proxy?url=http%3A%2F%2F2.bp.blogspot.com%2F-wKjGYaMqYlU%2FU16FXUrRO0I%2FAAAAAAAACPg%2FGv_vNxGmlW4%2Fs1600%2FVesuvius_in_Eruption-B.JPG&container=blogger&gadget=a&rewriteMime=image%2F*" with "https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkCI1KFCPLyifwjJERtegYPH9uuK1YkwTfkyCiFr860a0yhz943xGeGMAHLQ27EGMzolOIEC3K2aUJzxWVsWZQUvAXCkGbO7ZGIMongfwH-bWTPJvgeFR_wpWSUckhJC0HH8y4a28FzEag/s1600/Vesuvius_in_Eruption-B.JPG"--><!--Blogger automated replacement: "https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkCI1KFCPLyifwjJERtegYPH9uuK1YkwTfkyCiFr860a0yhz943xGeGMAHLQ27EGMzolOIEC3K2aUJzxWVsWZQUvAXCkGbO7ZGIMongfwH-bWTPJvgeFR_wpWSUckhJC0HH8y4a28FzEag/s1600/Vesuvius_in_Eruption-B.JPG" with "https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkCI1KFCPLyifwjJERtegYPH9uuK1YkwTfkyCiFr860a0yhz943xGeGMAHLQ27EGMzolOIEC3K2aUJzxWVsWZQUvAXCkGbO7ZGIMongfwH-bWTPJvgeFR_wpWSUckhJC0HH8y4a28FzEag/s1600/Vesuvius_in_Eruption-B.JPG"--></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-40148104281952115272014-04-13T01:09:00.001-07:002020-03-25T04:43:14.656-07:00Consejos para crear una sana autoestima en nuestros hijos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9AV5vXigWFAxw3_QpIDv-nkJ1xoOxiBNc6v6CpTmyCnNS2hVkYpfaYPXLPx93EWgq_77EHDhHN2_PAyVxxb1ffV8VySJWWZOYX8HApFWvpB-WJrqBkIyLB4p8nXYjLi623Qn1Y7AsPK0q/s1600/jugar-ok--644x362.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="358" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9AV5vXigWFAxw3_QpIDv-nkJ1xoOxiBNc6v6CpTmyCnNS2hVkYpfaYPXLPx93EWgq_77EHDhHN2_PAyVxxb1ffV8VySJWWZOYX8HApFWvpB-WJrqBkIyLB4p8nXYjLi623Qn1Y7AsPK0q/s1600/jugar-ok--644x362.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
La autoestima es uno de los asuntos más tratados en la psicología. Es el aprecio y valoración que tenemos por nosotros mismos. Y es uno de los mejores activos personales que podemos poseer. Existe una gran diferencia entre las personas que poseen una sana autoestima y las que no. Y esta diferencia se cristaliza desde la sensación subjetiva de felicidad hasta los objetivos que consiguen en la vida.<br />
<a name='more'></a><br />
<br />
Como padres tenemos mucho que decir y mucho que hacer en la construcción de una buena autoestima en nuestros hijos.<br />
<br />
Para empezar me gustaría resaltar la gran diferencia entre fomentar la <b>autoestima</b> y la <b>soberbia</b>, conceptos que a veces se confunden. La soberbia
va ligada a la competitividad, al perfeccionismo. A la presión paternal para
conseguir que nuestro hijo sea el “mejor”. Ese no es el camino de la
autoestima. La autoestima es amor a uno mismo y a los demás. Es respecto a si
mismo y a los demás.<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A continuación os describo algunas pautas que sería muy interesante que siguiéramos:</div>
<div class="MsoNormal">
<b style="text-indent: 18pt;"><br /></b></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: 18pt;">Mantener una comunicación asertiva</b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
El germen para la consecución de una buena autoestima en
nuestros hijos es ser capaces como padres de mantener una <a href="http://centrodepsicologiabajoaragon.blogspot.com.es/2011/09/el-camino-hacia-la-asertividad.html"><span style="color: #e06666;">comunicación asertiva</span></a>
con ellos. Por el efecto que deja en ellos y por el modelamiento que
provocamos.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: -18pt;">Focaliza en sus virtudes</b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
Haz un listado de las cosas buenas que hace tu hijo/a y conscientemente
presta atención a estos aspectos. Te sorprenderán las cosas que pueden
aparecer. Intentar no hacer un mundo de lo “malo”</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: -18pt;"><span style="font-size: 7pt; font-weight: normal;"> </span></b><b style="text-indent: -18pt;">No lo etiquetes</b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
No generalices en aspectos negativos. No le digas que es un
desastre, vago o desordenado. Céntrate en lo que hace mal, en lo concreto y no
en la persona. La profecía autocumplida es un hecho que ocurre.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: -18pt;"><span style="font-size: 7pt; font-weight: normal;"> </span></b><b style="text-indent: -18pt;">Ofrece a tu hijo/a oportunidades para que
tenga éxito</b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
Es bueno que los niños sientan el éxito en alguna de las
actividades que puedan hacer. Si es bueno en algo, ofrécele oportunidades para
que destaque en ello. </div>
<div class="MsoNormal">
<b style="text-indent: -18pt;"><br /></b></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: -18pt;">No evites la frustración (con moderación)</b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
Un padre no puede tener el control de todo lo que ocurre
alrededor de su hijo. Y tampoco es bueno evitar cualquier malestar en nuestro
hijo o situación dificultosa. Pero también es cierto que no es bueno exponerle
experiencias difíciles o que no son acordes a su edad, o que se le dan
especialmente mal, se sentirá frustrado en exceso.</div>
<div class="MsoNormal">
<b style="text-indent: -18pt;"><br /></b></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: -18pt;">Dale oportunidades para que se socialice</b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
La socialización correcta será uno de los pilares básicos de
su bienestar. Tiene que relacionarse con sus iguales para madurar e integrarse.
Para los niños con más dificultades tened paciencia y preparar las situaciones
para que se pueda ir introduciendo en las situaciones de manera natural.</div>
<div class="MsoNormal">
<b style="text-indent: -18pt;"><br /></b></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: -18pt;">Enséñale el valor de las pequeñas cosas.
Hable con él. Juegue con él. Pase tiempo con él.</b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
El día a día hace que perdamos a veces el valor de lo
importante. Y lo importante es poder jugar con tus hijos, prestarles atención
cuando hablan, perder tiempo en explicarles las cosas. Hacerles sentir deseados
y queridos.</div>
<div class="MsoNormal">
<b style="text-indent: -18pt;"><br /></b></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: -18pt;">Evita comparar a tu hijo/a con otros
niño/as</b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
Si quieres que tu hijo/a sea una persona feliz, segura de sí
misma y con una alta autoestima, no lo compares con sus hermanos, sus vecinos,
sus primos o con el resto de sus compañeros. Ten en cuenta que cada niño es
único y especial. Comparar a tu niño con otros es el germen de la rivalidad, la
envidia y los celos. Y la puerta a la inseguridad.</div>
<div class="MsoNormal">
<b style="text-indent: -18pt;"><span style="font-size: 7pt; font-weight: normal;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: -18pt;"><span style="font-size: 7pt; font-weight: normal;"> </span></b><b style="text-indent: -18pt;">Procura no “machacarle” cuando se equivoca.
No le hagas sentir culpable</b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
Un niño aprenderá acerca de las situaciones cotidianas de la
vida a partir de sus aciertos, pero sobre todo de sus errores. Están en un
continuo aprendizaje y exploración. Y los errores son comunes. La rectificación
de los errores deben realizarse de manera asertiva. Con claridad pero sin
excesiva crítica. Y asumiendo consecuencias. </div>
<div class="MsoNormal">
<b style="text-indent: 0cm;"><span style="font-size: 7pt; font-weight: normal;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: 0cm;"><span style="font-size: 7pt; font-weight: normal;"> </span></b><b style="text-indent: 0cm;">Cree ciegamente en tu hijo/a. Hazle sentir
seguro</b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
Los niños suelen sentir temor ante los desafíos. No muestres
la más mínima sensación de inseguridad con respecto al buen desarrollo de la
conducta que teman. Eres un espejo para ellos y si te ven seguros ellos lo
estarán. Igualmente hazle ambicioso en probar nuevas conductas, nuevos retos.
Sin temeridad pero sí con valentía.</div>
<div class="MsoNormal">
<b style="text-indent: 0cm;"><span style="font-size: 7pt; font-weight: normal;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: 0cm;"><span style="font-size: 7pt; font-weight: normal;"> </span></b><b style="text-indent: 0cm;">Quiérelo con locura</b></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
El amor a raudales es la gasolina de la autoestima. Nadie se
quiere, por muy bien que haga las cosas, sino lo han querido. Abrazos
inesperados, besos, caricias, halagos, etc, etc… </div>
<div class="MsoNormal">
<b style="text-indent: 0cm;"><br /></b></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><b style="text-indent: 0cm;">Enséñale valores</b></li>
</ul>
<div>
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal">
Hábitos saludables, amor a los animales y la naturaleza,
solidaridad, igualdad entre sexos, resolución de conflictos, valoración de la
no violencia, alimentación sana, el valor del esfuerzo y sacrificio, etc, etc</div>
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-19668814331611936842014-03-14T11:07:00.000-07:002020-03-25T04:45:18.310-07:00¿Qué hacemos con tantos juguetes?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT3x1IGtqXbWtQhx4D6r_3HoHwVWBhDXtrtOmSn2RpTx5LHs3zqaci11XtUfL6m8B0Y9oJqLz7ffrESrnwuOIvc9meLoRXizmXubqoKvYUnUEdKt7DafQOJRCzvd4nyygGszO0fjhZqrfF/s1600/regalos-por-edad-navidad-contufamilia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT3x1IGtqXbWtQhx4D6r_3HoHwVWBhDXtrtOmSn2RpTx5LHs3zqaci11XtUfL6m8B0Y9oJqLz7ffrESrnwuOIvc9meLoRXizmXubqoKvYUnUEdKt7DafQOJRCzvd4nyygGszO0fjhZqrfF/s1600/regalos-por-edad-navidad-contufamilia.jpg" width="640" /></a></div>
<div>
<br /></div>
<div>
Vivimos en una sociedad consumista en la que aparentemente la felicidad depende de la cantidad de cosas que puedas comprar. Sin embargo rápidamente nos damos cuenta que la felicidad dista mucho de estar por el camino del consumo.</div>
<a name='more'></a><br />
<div>
Es muy posible que en alguna fiesta de cumpleaños o en la celebración de Reyes o Papá Noël su hijo o hijos se hayan juntado con muchos regalos. Y usted pensando en la ilusión que les hará encontrarse con tantos juguetes, va observando cómo abren de manera desganada cada uno de los regalos prestando poca o ninguna atención a muchos de ellos. Y al finalizar el ritual del despiece de papeles que suelen quedar en la habitación, cogen uno o dos de estos obsequios (en el mejor de los casos) haciendo caso omiso al resto. La sensación que se nos queda como padres es: ¿qué les pasa a los niños de ahora que no aprecian nada??</div>
<div>
<br /></div>
<div>
A continuación les pongo un pequeño cuento llamado "El Rey glotón" que nos ayudará a reflexionar de por qué tienen este comportamiento los niños:</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>En el remoto territorio de Tragaldabia gobernaba un soberano que disfrutaba </i></span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">con suculentos festines. Compartía mesa y mantel con los más nobles del reino. Los </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">banquetes se alargaban hasta el amanecer. En los convites devoraban salmones </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">frescos al limón, aderezados con espumosos de la región de Champaña; truchas </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">rellenas de jugosas láminas de panceta crujiente, guarnecidas con vinos blancos de </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">las laderas del Rin; faisanes embuchados con ciruelas y uvas, dorados a la miel, </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">regados con caldos rojos de las soleadas tierras del sur; ciervos asados en espetón, </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">con confitura de grosellas y bayas silvestres de los bosques, acompañados de </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">licores variados; mangos, chirimoyas, papayas; frutos traídos de parajes exóticos; </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">hojaldres de canela y crema, cubiertos de chocolate caliente,…. </i></div>
<div>
</div>
<div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i> Amaneció un mal día. Un rumor, más temible que la peste negra, se propagó </i></span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">como una epidemia por los dominios de Tragaldabia: <b>el rey glotón está triste</b>, ¿qué </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">tendrá el rey glotón, que ya no saborea los manjares?. Un decreto real confirmó los </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">presagios más funestos de los vasallos. Soldados iban y venían por cañadas y </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">veredas reclutando nuevos cocineros para palacio. Aquel que restituya el deleite al </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">monarca será encumbrado, pero a quién fracase se le condenará al patíbulo. </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Prestigios guisanderos cocinaron los platos más imaginativos, mero con gusto al </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">cordero, pollo con sabor a centollo. A pesar de las creativas combinaciones, uno </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">tras otro perdieron literalmente la cabeza. Por fin, le tocó el turno al más afamado. </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Preparó un manjar aliñado con sencillez. Tras degustarlo, el rey mandó traerle a su </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">presencia. Desilusionado, objetó: </i></div>
<div>
</div>
<div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>- Poseéis enorme fama y cordura, pero vuestra receta no acaba de </i></span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">convencerme. </i></div>
<div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>- Majestad – respondió el humilde servidor-, me falta un ingrediente </i></span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">para su sazón. </i></div>
<div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>- ¿Cuál?- inquirió el rey con ansiedad expectante- Decídmelo y </i></span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ordenaré a mis ejércitos que os lo consigan de inmediato, aunque se </i><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">halle en la colonia más alejada del imperio. </i></div>
<div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>- No se encuentra tan lejos- replicó el cocinero. </i></span></div>
<div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>- Entonces, ¿qué es? </i></span></div>
<div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>- <b>Vuestra hambre</b>, Majestad, vuestra hambre -sonrió el cocinero al </i></span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">asombrado rey glotón-. </i></div>
<div>
</div>
<div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Y cuenta la leyenda que aquel cocinero salvó la vida. </i></span><br />
<br />
<br /></div>
</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Bien, entenderán ahora un poco mejor por qué nuestros hijos no tienen hambre de juguetes. Porque están saciados, están saturados de tantos trastos. Abuelos, tíos, padres, tío abuelos se empeñan en comprar a los niños el regalo más fantástico. Y cómo ahora hay tan pocos niños acaban muchos de ellos con un arsenal de juguetes en casa, los cuales ni miran, para el fastidio e incomprensión de los padres y resto de familia.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Hay un mecanismos psicológico/biológico básico en el ser humano y la mayoría de seres vivos que se llama <b>habituación. </b>Este proceso implica que cuando un estímulo se presente en numerosas ocasiones el individuo deja de responder al mismo y se habitúa. Este proceso psicológico es el que subyace a la conducta de los niños cuando dejan de sorprenderse y mostrar ilusión ante el aluvión de juguetes.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<b><span style="font-size: large;">¿Cómo podemos poner un poco de sentido común en este tema? </span></b></div>
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<br /></div>
<div>
Para empezar podemos dosificar las avalanchas de regalos en “Reyes” “Papá Noël” o cumpleaños, recogiendo parte de los juguetes. e intentando llegar a acuerdos con los familiares para que no compren todos juguetes, valorando la posibilidad de que puedan comprarles material escolar, ropa, etc…</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Como hemos visto la sobreabundancia de juguetes hace que no se valoren ni se desee jugar con ellos. Un principio básico debe ser mantener a los niños en una escasez razonable en la posesión de juguetes. No puede ser que una habitación esté repleta de muñecas, muñecos, coches, carros, más muñecas, camiones de bomberos, juegos de mesa, fichas de todo tipo, más coches de todo tipo, etc etc etc. Debemos intentar que haya lo imprescindible, lo razonable y el resto dejarlo en el trastero o donde podamos. A su vez un recurso muy saludable es hacer limpia de juguetes de vez en cuando dándolos en las recogidas de juguetes que se hacen habitualmente en las fechas próximas a la navidad.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Apliquemos el sentido común. No mucho o más, es mejor en la educación. </div>
<div>
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-6772432336827748822014-03-13T10:39:00.000-07:002020-03-25T04:45:47.639-07:00Piénsatelo dos veces antes de encender la tele<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9M08ECErf65t-fY-ezDa55dgbGbsXfh4F2l-JYEZd_PxL0LkxlDhG58sQk6hYlgbDuRYhPSBHvgqqNLvJUDrMFmVVNnpTbG9fqp33v7U_dPt7o5EUla17wZOxqZ8MmIN04WPVWBydEAUM/s1600/NI%C3%91O-TV.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9M08ECErf65t-fY-ezDa55dgbGbsXfh4F2l-JYEZd_PxL0LkxlDhG58sQk6hYlgbDuRYhPSBHvgqqNLvJUDrMFmVVNnpTbG9fqp33v7U_dPt7o5EUla17wZOxqZ8MmIN04WPVWBydEAUM/s1600/NI%C3%91O-TV.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<b>La capacidad para
influir</b> e inculcar valores que tiene la televisión, los videojuegos y el
mundo de internet es <b>colosal</b>. Una
influencia sobre la que nosotros, padres, no ejercemos ningún control.
Exceptuando el tiempo que dejemos a nuestros hijos ser seducidos y absorbidos
por estas tecnologías.<br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
Muchos de los valores que están absorviendo a través de estas pantallas son nefastos para la educación de nuestros hijos. Mientras nosotros nos quedamos con los brazos cruzados, a través de la TV o el ordenador están recibiendo muchos de los valores que a continuación voy a describir:</div>
<br />
<i>- <b>Cultura del bajo esfuerzo</b> y valoración del éxito rápido. Ridiculización y estigmatización del sacrificio, trabajo y esfuerzo.</i><br />
<div>
<i>- <b>Patrones sexistas</b> de potenciación del rol masculino en el aspecto agresivo – dominante y el rol femenino como sumiso – pasivo. <br />- Vivencia del <b>sexo como instrumento de consumo</b> y/o de dominación a la otra parte, casi siempre representada fuera de una relación de amor entre dos personas<br />- Fomento del <b>individualismo</b> y la rivalidad como máxima para la consecución del triunfo social y personal<br />- <b>Valoración de la violencia</b> como método para resolver conflictos (en el mejor de los casos) o utilizada de manera gratuita en el resto</i><br />
<i>- <b>Fomento del consumismo</b> como método omnipresente en las relaciones y el ocio. </i><br />
<i><br /></i></div>
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<br /></div>
<div>
Todos estos valores están transmitiendo las pantallas que ven nuestros hijos. Y estoy viendo muy pocos valores que creo merece la pena que se transmitan, como por ejemplo los siguientes:</div>
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<br />
<i>- <b>Valoración del esfuerzo</b> y sacrificio en la consecución de objetivos y fines en todos los ámbitos: académico, deportivo, personal <br />- <b>Fomento de la interculturalidad</b> como un valor propio de la sociedad en la que vivimos. Respeto y conocimiento empático de las culturas-religiones con las que convivimos <br />- <b>Fomento del trabajo cooperativo y del valor del bien común</b> como herramienta para la convivencia en la sociedad. Puesta en valor de lo que es de todos: mobiliario urbano; servicios públicos: sanidad, educación, etc; bienes culturales, arte, tradiciones; instalaciones públicas (hospitales, colegios, polideportivos…) <br />- Educación en la<b> igualdad</b> de los sexos y conocimiento de sus diferencias innatas. <br />- Valoración de la <b>conducta sexual como parte integral las relaciones humanas</b>, sin prejuicios atávicos pero sin frivolizar su importancia y relevancia dentro de un desarrollo vital satisfactorio <br />- Fomento de <b>hábitos de vida saludables</b>: Deporte, alimentación equilibrada, rechazo a las conductas adictivas<br />- Educación en <b>valores universales</b> como la solidaridad, la igualdad, el respeto a la diversidad y a las normas cívicas, el cuidado por la naturaleza y los animales, etc… <br />- <b>Educación para la paz</b>. Fomento de la resolución de conflictos mediante la negociación, el diálogo y la cesión con renuncia clara y tajante a la violencia.</i><br />
<i><br /></i>
<br />
<div>
<br /></div>
<div>
¿Por qué estos valores no están siendo transmitidos sistemáticamente por los canales públicos de comunicación? ¿Por qué el estado está renunciando a educar a sus ciudadanos mediante los medios que dispone y en base a unos valores que podamos asumir todos, que creo que los hay?</div>
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<br /></div>
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En todo caso nosotros como padres podemos aplicar una serie de reglas razonables que aminoren de manera importante el efecto que pueden llegar a producir estas tecnologías en los hijos:<span style="font-size: 7pt;"> </span></div>
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<br /></div>
<i>- La sociedad ha conseguido que la TV forme parte cotidiana de nuestras vidas. Pero sigue siendo una opción. <b>No tiene por qué haber TV</b> en el comedor, la cocina, habitaciones, ¿cuarto de baño? etc…Es más no tiene por qué haber TV en casa.</i><br />
<div>
<i>- <b>No utilizar excesivamente estas tecnologías como “niñeras”</b> o se volverán en nuestra contra <br />exigiendo su presencia de manera permanente. </i></div>
<i>- Utilizar en todo caso estos refuerzos como elementos reforzadores de otras conductas que requieren esfuerzo. (primero la obligación y después la devoción). <br />- Se puede <b>recurrir a videos o software en el cual seamos nosotros los que controlemos los contenidos</b> y no ellos a nosotros. <br />- Intentar que las consolas de juegos no formen parte de manera continuada de la vida de los niños. Es un tiempo precioso para que experimenten sus sentidos en la lectura, los juegos convencionales, la convivencia con otros niños/as, la naturaleza, etc… <br />- <b>Controlar los contenidos de acceso a internet mediante software</b></i><br />
<div>
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Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-38002196626414554372014-03-07T09:19:00.004-08:002020-03-25T04:46:39.034-07:00El pánico a conducir<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI84cuX-fY-Z_qcoa4i-hqtehEXNOFjk0mFNpyS18CTmrNKTADthhEiXRm8FQBivMCuz55xC44WGEaCXXZdE4BEH-sYALpPGKM_V_Hnrx3DJC2q5dwiDlSP5fP2HgpWMGQIT8PbNTJtJUj/s1600/amaxofobia_5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="338" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI84cuX-fY-Z_qcoa4i-hqtehEXNOFjk0mFNpyS18CTmrNKTADthhEiXRm8FQBivMCuz55xC44WGEaCXXZdE4BEH-sYALpPGKM_V_Hnrx3DJC2q5dwiDlSP5fP2HgpWMGQIT8PbNTJtJUj/s1600/amaxofobia_5.jpg" width="640" /></a></div>
<h4>
El miedo a conducir puede afectar en alguna medida a un tercio de los conductores<br /></h4>
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El miedo a conducir es una de las fobias más comunes y por otra parte más incapacitantes para un desarrollo vital normal. La amaxofobia o miedo a conducir puede tener distintos grados. Desde el conductor que le resulta imposible ponerse al volante hasta diferentes graduaciones de miedo como por ejemplo conducir por autovías, por carreteras solitarias, a conducir de noche, a conducir por carreteras estrechas, a adelantar...etc.<br />
<a name='more'></a></div>
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La amaxofobia una patología muy común, pero muy poco conocida y mucho menos tratada. <b>Afecta aproximadamente a un tercio de los conductores. Mayoritariamente a mujeres con un 87,50%</b>. Con orígenes y desarrollos muy diferentes, pero que desembocan en un hecho común: la incapacidad para conducir. </div>
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El origen puede ser muy variado, como el de todas las fobias. Puede desarrollarse de una manera insidiosa o traumática. </div>
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Los comienzos insidiosos tienen mucho que ver con los aprendizajes previos. Personas que han visto como personas cercanas les han inculcado un miedo y la precaución excesiva a la conducción. O también que han visto cómo alguno de sus padres padecía esta fobia. Y la característica común de estas personas es que una vez obtenida la licencia para conducir no se enfrentan ni habitúan a la conducción desarrollando paulatinamente la amaxofobia.</div>
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El otro origen más común es el traumático. Estos casos se enfrentan casi siempre a un accidente de tráfico. La fobia se puede desarrollar tanto en el conductor como en los acompañantes. También se puede originar cuando coincide con un ataque de pánico conduciendo o incluso cuando algún familiar o persona cercana sufre un accidente. En todos los casos se producen síntomas de ansiedad y pensamientos catastróficos cuando volvemos a coger el coche lo que puede desarrollar una evitación que desemboque en la fobia que estamos describiendo.</div>
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El tratamiento de la amaxofobia como el de la mayoría de las fobias suele tener un altísimo índice de éxito. Se combina la terapia de exposición con la reevaluación de pensamientos catastróficos que hacen que poco a poco vayan perdiendo credibilidad. Por otra parte la exposición gradual hace que nuestro cerebro se habitúe al estímulo fóbico produciéndose el descenso de la sintomatología ansiosa. </div>
<div>
<br /></div>
No obstante, no hay que olvidar que la amaxofobia está vinculada a un hecho en el que existe un riesgo real, conducir puede ser peligroso, por lo que curarse requiere su tiempo, no es una recuperación rápida. Se trata de volver a hacerlo muy poco a poco, progresivamente. Aún con todo debemos ser prudentes y una buena opción siempre es dejarnos asesorar.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/MqZP3Tr85XM?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-21581612978796736862014-02-27T13:10:00.003-08:002020-03-25T04:47:19.794-07:00Orientaciones para superar una ruptura emocional<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl_K0mROScaToeg3XV9z6Xp4lCggwuAYGijhbxuou3UYoNUMuJ69td27nJxWtdyZ-q_qjoGzGTNLNeSwwqs0p6zO0AFY8W-LMTx6K014HUBfwHFC18sRctNGbupl_JDqz_82L5vflYUm6E/s1600/como-superar-una-perdida-de-pareja-0_ai1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="348" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl_K0mROScaToeg3XV9z6Xp4lCggwuAYGijhbxuou3UYoNUMuJ69td27nJxWtdyZ-q_qjoGzGTNLNeSwwqs0p6zO0AFY8W-LMTx6K014HUBfwHFC18sRctNGbupl_JDqz_82L5vflYUm6E/s1600/como-superar-una-perdida-de-pareja-0_ai1.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
Hay pocas cosas que nos hagan sufrir tanto como las rupturas emocionales. Ya seamos jóvenes o mayores, el desgarro emocional que produce una separación no deseada es uno de los procesos psicológicos más doloroso que podemos llegar a sufrir.<br />
<a name='more'></a><br />
<br />
Este dolor es directamente proporcional al apego emocional que le teníamos al amor que perdemos. Y aunque no deseado, ese dolor es parte inevitable de la futura recuperación. Puede resultar paradójico pero no se trata de no sufrir cuando padecemos un desengaño amoroso. Se trata de sufrir bien y lo menos posible. Porque el dolor nadie nos lo va a poder quitar.<br />
<br />
Es muy duro abrir el corazón a alguien y que nos lo rompa. Nos destruye por dentro. Aniquila nuestra autoestima. Nos deja indefensos, como desnudos en medio de una plaza concurrida. Y nada ni nadie puede consolarnos de verdad excepto la persona que anhelamos que vuelva. Y ahí es donde está el quid de la cuestión, para que este problema se convierta en un proceso pasajero del cual nos recuperemos e incluso podamos salir más fortalecidos o pase a ser un proceso que se cronifique y pueda horadar nuestro estado emocional a medio y largo plazo.<br />
<br />
¿Y cuál es el quid de la cuestión? La respuesta es la relación y contactos que sigamos manteniendo con la persona "amada". No hay nada más duro que después de rompernos el corazón nuestro ex se distancie de nosotros. Y tratamos de impedir esta separación a toda costa. Nos rebajamos, hacemos cosas inverosímiles para intentar recuperar el contacto. Sin embargo lo que necesitamos es todo lo contrario. Necesitamos poner tierra de por medio. Enfriar la situación y el corazón. Distanciarnos.<br />
<br />
Las circunstancias hacen que haya personas que no consigan hacer esto. Siguen "flirteando" con su ex intentado ser "buenos" amigos, con la esperanza inconfesable de poder recuperar la relación en el futuro. Con esta estrategia lo único que se consigue es arruinar nuestro futuro emocional. Si al final no se produce un verdadero distanciamiento físico y comunicativo (móviles, email, etc) no hay curación posible. La herida nunca se acaba de cerrar. Al entrar en dinámicas de acercamientos y contactos constantes, la recuperación se paraliza o en el mejor de los casos se ralentiza mucho. Las personas que siguen manteniendo contactos nos describen su vida como si vivieran en una montaña rusa emocional, en la que hay momentos que tocamos el cielo porque pensamos que aún hay esperanza y que quizás podemos recuperarlo/a, y sin embargo hay otros momentos, los más numerosos, en los que nos sumergimos en la más absoluta miseria porque vemos que no hay solución, que lo hemos perdido y que no hay nada que hacer. Esto es lo verdaderamente peligroso de las rupturas, entrar en la <b><i>trampa</i></b> de seguir manteniendo contactos excesivos, que en algunos momentos se producen por la buena fe de la persona que nos deja por no querer vernos sufrir, pero que sin saberlo nos está haciendo un daño terrible que nos debería ahorrar.<br />
<br />
No es fácil pero hay que hacerlo. Necesitamos tiempo. Tiempo que nos enfríe y nos cure. ¿Cuánto? Cada persona es un mundo, pero la mayoría necesita como mínimo medio año para recuperarse y empezar a ver la luz al final del túnel. Y desgraciada e inevitablemente, si no hacemos bien las cosas, el dolor se cronifica y tarda mucho en desaparecer si es que alguna vez lo llega a hacer.<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="https://ytimg.googleusercontent.com/vi/R2x_OhzqaCs/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/R2x_OhzqaCs&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/R2x_OhzqaCs&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
<br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-86467486440308259532013-11-23T01:50:00.001-08:002020-03-25T04:47:53.529-07:00El efecto de la crisis en la juventud española: Más allá de la "alegre" juventud<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_QNutykOD_oF2EwhJIyBm-x6QH6AglYICOb9luVEIeJUnBrYJTxwVFE2_PGIjr2dLOQ15ygBUKwj0Dzu4CgRl0-k-7hQ_xVT5lar_srambGbkhPGSfsdw8BdGsBSmMI6Wq_mNDDb22KbJ/s1600/Pancarta-cabecera-manifestacion-organizada-iniciativa-Juventud-Futuro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="370" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_QNutykOD_oF2EwhJIyBm-x6QH6AglYICOb9luVEIeJUnBrYJTxwVFE2_PGIjr2dLOQ15ygBUKwj0Dzu4CgRl0-k-7hQ_xVT5lar_srambGbkhPGSfsdw8BdGsBSmMI6Wq_mNDDb22KbJ/s640/Pancarta-cabecera-manifestacion-organizada-iniciativa-Juventud-Futuro.jpg" width="640" /></a></div>
<div>
<br /></div>
<div>
La Fundación Pfizer ha publicado un Informe con los resultados del Estudio de opiniones, actitudes y expectativas vitales de la juventud española. Este estudio pretende conocer las opiniones, actitudes y la situación vital de los jóvenes españoles entre 15 y 32 años, así como analizar la visión retrospectiva, la toma de decisiones y expectativas vitales y profesionales de tres grupos de edad.<br />
<a name='more'></a></div>
<br />
Según los resultados del estudio, realizado mediante una entrevista telefónica a 1.412 jóvenes españoles de entre 15 y 32 años, uno de cada cuatro jóvenes españoles no está satisfecho con su vida actual. Además, <b>su mayor preocupación es el desempleo</b>, <b>y más del 60% piensan que la crisis les está afectando mucho, tanto a nivel personal como familiar</b>.<br />
<br />
En concreto, los jóvenes consideran que los efectos de la crisis les están afectando “mucho o bastante” a su estado de ánimo (43,4%), a la convivencia familiar (27,6%) a su relación con amigos y compañeros (23%), a su relación de pareja (21%) y a la propia salud (16,8%).<br />
<br />
En cuanto al estado de ánimo, los grupos de población más afectados son los jóvenes mayores de 23 años y los desempleados, de los cuales el 66% afirman sentirse peor anímicamente debido a la situación vital.<br />
<br />
Sin embargo, la mayoría de los encuestados se muestra optimista cuando piensa en su futuro. Siete de cada diez jóvenes piensan que su vida mejorará en los próximos años. Esta visión optimista se da, especialmente, entre los jóvenes de 23 a 26 años, y entre quienes están sin trabajo, que tienen la expectativa de encontrar empleo y de disponer de más ingresos en un futuro.<br />
<br />
Si se les pregunta respecto a las expectativas que tienen para los próximos doce meses, el 40% de los jóvenes que actualmente tienen trabajo, tienen miedo a perder su empleo, y aproximadamente el 50% de quienes buscan trabajo ve poco o nada probable encontrarlo en este tiempo.<br />
<br />
Por otra parte, el estudio demuestra que los jóvenes otorgan <b>gran importancia a valores como la tolerancia, la honradez y la responsabilidad, por encima de otros como la disposición a “trabajar duro” y la competitividad.</b><br />
<br />
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: x-small;"><a href="http://www.infocop.es/">www.infocop.es</a></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-82227845077644320672013-10-07T00:55:00.002-07:002020-03-25T04:48:50.478-07:00La importancia de la atención psicológica<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDJH6CQrqxtm-3Bfh4EFLaL-foLpgv5J1E-g5iP4T7IuxALoFMbpgfBC-0GbHfWh1E86A6_kPsYfPFaJOB1NT6M4iMO1vm9mazSA0mT-R_ppswTLX5w6lC6zs5lCABnwWIaV3L4FdO2Bpl/s1600/ayudapsicologaonline-adultos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDJH6CQrqxtm-3Bfh4EFLaL-foLpgv5J1E-g5iP4T7IuxALoFMbpgfBC-0GbHfWh1E86A6_kPsYfPFaJOB1NT6M4iMO1vm9mazSA0mT-R_ppswTLX5w6lC6zs5lCABnwWIaV3L4FdO2Bpl/s1600/ayudapsicologaonline-adultos.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
Desgraciadamente nuestro sistema público de Salud destina una cantidad de recursos ínfima a la salud mental y especialmente a la atención psicológica desarrollada por psicólogos.<br />
<a name='more'></a><br />
<div>
<br /></div>
<div>
Esto produce que relativamente poca gente haya tenido contacto profesional con algún psicólogo/a a lo largo de su vida, cuando seguramente este contacto hubiera conseguido enfrentar con mejores garantías los problemas emocionales y crisis vitales que todos sufrimos en algún momento de nuestra vida.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Los psicólogos no sólo realizamos terapia para problemas psicológicos o emocionales. El campo de actuación de la psicología es mucho mayor. Porque no todo en la vida es psicológico (aunque a veces los psicólogos nos creamos esto) las personas tenemos además problemas reales que nos pueden producir dificultades emocionales normales y que pueden enfocarse de mejor manera con la orientación y asesoramiento psicológico oportuno.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Aunque cada vez menor, sigue estando en el imaginario colectivo de la sociedad un cierto concepto peyorativo hacia las personas que recurren al apoyo psicológico, tachándolas de "locos" o "débiles mentales". Sin embargo poco a poco este prejuicio se va disolviendo entre las generaciones más jóvenes que ya reconocen este servicio como uno más dentro del campo de salud.<br />
<br /></div>
<div>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIiOJWgJmkjcWu4rL5jYRWQ-W9A3UL2Yfml4jychHHmPi2zwfirtDYanQuQAFsd-EtD46TDBgW-RWV815ZO9Ou2SM7LJcXLj7N5KwxieSCqtUx2hOhmVw5ljqwWHGBG6qxg2qDw3WYUbA-/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIiOJWgJmkjcWu4rL5jYRWQ-W9A3UL2Yfml4jychHHmPi2zwfirtDYanQuQAFsd-EtD46TDBgW-RWV815ZO9Ou2SM7LJcXLj7N5KwxieSCqtUx2hOhmVw5ljqwWHGBG6qxg2qDw3WYUbA-/s1600/images.jpg" /></a>Un asesoramiento psicológico de calidad nos puede dar claves para mejorar nuestro estado emocional y nuestras relaciones con las personas. Pero también a veces nos hace reflexionar sobre aspectos de nuestra vida que tenemos ocultos y que nos producen un malestar que es bueno enfrentar, resolver y en todo caso reflexionar sobre ello.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
La terapia psicológica nos hace reflexionar sobre aspectos personales con una intensidad y claridad que no es posible sin la guía de un terapeuta. Esta reflexión por sí misma muchas veces es suficiente para la resolución de muchos problemas. Aunque en otras ocasiones además de esta necesaria reflexión hay que guiar a la persona de una manera más cercana y aportarle las herramientas necesarias para mejorar o solucionar la dificultad psicológica que originó su malestar.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
De una manera u otra la atención psicológica nos puede ayudar en muchos momentos de nuestra vida. Sería muy necesario que los que dirigen los sistemas de salud públicos fueran cada más conscientes de esta necesidad e igual que existe el médico de atención primaria se fortaleciera el papel de la atención psicológica en los centros de salud y unidades de atención primaria.</div>
<div>
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-86621331368731833752013-09-23T14:22:00.003-07:002020-10-06T00:21:39.694-07:00¿Es necesario poner límites a nuestr@s hij@s? ¿Sí o no?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYxfG18OgCgo3DEIKEaIT5pljsKQf1OjTyc95Xvi-7_03Jwrr6hyphenhyphen55WJAmgWeaEIjfM2efy-PBMhW1j3J705lX-39AybWhSN8SqbVo0P-Ocsbwbj2Vv12fxQHg1hnD_MEeZMoryIhdHFjH/s1600/sicologia-tiranos-01-300x246.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="526" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYxfG18OgCgo3DEIKEaIT5pljsKQf1OjTyc95Xvi-7_03Jwrr6hyphenhyphen55WJAmgWeaEIjfM2efy-PBMhW1j3J705lX-39AybWhSN8SqbVo0P-Ocsbwbj2Vv12fxQHg1hnD_MEeZMoryIhdHFjH/s640/sicologia-tiranos-01-300x246.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div>
Los avances en la psicología científica de los últimas décadas parecen que no terminan de “cuajar” en prácticas educativas que desempeñen de manera consensuada en el día a día los padres. En cuestión de relativamente poco tiempo hemos pasado de ser educados desde un modelo extremadamente autoritario, con normas y límites exagerados, a educar del modo opuesto, sin ningún límite, en el dejar hacer, por miedo a <i>traumatizar</i> a nuestros hijos.<br />
<a name='more'></a><br /></div><div> Y seguramente como muchos padres dicen desde el sentido común, que ni lo de antes ni lo de ahora. Porque verdaderamente ambos modelos de educación han fracasado. El primero por coartar el desarrollo normal de los niños y el segundo por no controlar conductas que desembocarán en problemas para los propios niños en su desarrollo futuro.</div>
<div>
<br />
Hoy en día es muy común y generalizado la necesidad social de mostrarse cariñoso, comunicativo e indulgente con cualquier necesidad de los hijos y desproporcionadamente tolerante con todo su comportamiento sea o no “adecuado”. Esto esta siendo “caldo de cultivo” de lo que estamos empezado a ver ya en las consultas de psicología clínica, niños y jóvenes extremadamente inmaduros, emocionalmente débiles. Ellos tendrán probablemente un futuro muy complicado porque no son capaces de vivir y desarrollarse de manera autónoma, además de tener un desbordante sufrimiento por su baja tolerancia a la frustración. La sociedad no tolerará su falta de aceptación de normas y no será tan indulgente como lo somos erróneamente sus papás.</div>
<div>
<br />
Es normal que hoy en día los padres nos sintamos perdidos en las pautas educativas que debemos darles a nuestros hijos. Es la primera vez en la historia en que el ser humano reflexiona un poco sobre este aspecto. Antes se hacía "lo que se podía" y ya está. No había elección. Y la verdad es que en algunos casos no les iba tan mal. Y sobre este aspecto también deberemos reflexionar. Nuestras pautas educativas van desde lo que recordamos haber visto a nuestros padres, hasta lo que nos insinúan los medios comunicación, pasando por lo que vemos hacer a otros padres. El producto de esta amalgama de cosas hace que no seamos coherentes en las normas y educación de nuestros hij@s. Desgraciadamente no estamos consiguiendo crear un modelo básico de actuación que sea compartido por gran parte de la sociedad.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<b>¿Y por qué no conseguimos esa coherencia en las normas? ¿por que nos resulta tan complicado? </b><br />
<br />
<b>El primer gran error:</b> <i>Tenemos miedo a que nuestros hijos no nos quieran, o no nos quieran lo suficiente.</i><br />
<div>
Y el temor a este aspecto hace que colapsemos y fracasemos en muchas de las normas que queremos aplicar por temor a no conseguir el "amor" absoluto de nuestro hijos. </div>
<div>
El cariño de nuestros hijos no se suplica ni se ruega. Lo tenemos por la propia convivencia y por el cariño que les transmitimos diariamente, no por la indulgencia hacia las normas.<br />
<div>
<br /></div>
<div>
<b>Segundo error:</b> <i>Si somos "muy duros" les crearemos un trauma que les marcará para el resto de sus vidas.</i> </div>
<div>
Si usted tortura con grilletes a su niño en un calabozo a pan y agua posiblemente le cree un trauma. Pero no lo hará si le manda a dormir a las 21,30 horas a su cama.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<b>Tercer error:</b> <i>No soportamos que nos vean como padres "ogros", rígidos o autoritarios. </i></div>
<div>
En primer lugar decirles que seguramente el resto de padres no piensen en ustedes tanto como les parece. Siento descubrirles que no sean el centro del mundo. Y en segundo lugar la educación de su hijo la marca usted no los padres con los que comparte su tiempo libre.</div>
<div>
<br /></div>
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<b>Cuarto error:</b> <i>Como estoy poco tiempo con mi hijo, debo ser muy cariñoso y no enfrentarme a él para contrarrestar esta carencia.</i></div>
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Es cierto que deberá ser cariñoso, muy cariñoso, pero no confunda eso con la indulgencia a las normas. Su hijo no lo querrá más porque le deje hacer todo lo que quiere.</div>
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<b>Quinto error:</b> <i>Decir NO cuesta mucho, es mejor decirles que SI, "ya sufrirán cuando sean mayores"</i><br />
La frustración como todas las emociones es bueno que aparezcan de manera sistemática y moderada en la educación de su hijo. Si no lo hace usted la sociedad lo hará y seguramente con mucho menos miramiento y con peores repercusiones para él/ella.</div>
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<b>Sexto error:</b> <i>No soportamos el conflicto, que nos ponga mala cara. Podemos pensar equivocadamente que somos egoístas si imponemos reglas que nos ayuden en la convivencia.</i></div>
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La educación y las normas son esenciales para el desarrollo y maduración de los niños. Y eso a veces supone enfrentarnos a los deseos primarios que puedan tener, pero es imprescindible marcar líneas rojas que no se traspasen para que sepan hasta dónde se puede y no se puede llegar.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4cfShpKR5T05udq8-K-_DhyMtY9Bj8c1G6ArvhvUcVUIujne3gRcVImajHPHuttcg4m5ogPtsZdrSDXg5-quUTFkmC3fmAVJu05KnHDI5ReS3uiyc_5Z_EpzSY7GKgvzdowevyxNqgrwC/s1600/hijos-maltratadores1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="441" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4cfShpKR5T05udq8-K-_DhyMtY9Bj8c1G6ArvhvUcVUIujne3gRcVImajHPHuttcg4m5ogPtsZdrSDXg5-quUTFkmC3fmAVJu05KnHDI5ReS3uiyc_5Z_EpzSY7GKgvzdowevyxNqgrwC/s640/hijos-maltratadores1.jpg" width="640" /></a></div>
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<b>Los límites y las normas coherentes y consistentes son esenciales para el desarrollo madurativo y emocional de los niñ@s.</b><br />
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A continuación vamos a describir algunas pautas generales para la aplicación de los límites:</div>
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<li>A la hora de poner límites es muy importante el cariño. Y después mucho más cariño. </li>
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<li>Las normas y los límites no deben ser extrañas, dejar guiarnos por el sentido común. Posiblemente no sea adecuado ni normal que nuestr@ hij@ de 4 años friegue los platos, pero seguramente sí acostumbrarlo a que recoja sus cubiertos. Quizás no sea normal que se acueste a las 7, pero tampoco que lo haga a las 12 si se debe levantar antes de las 8 de la mañana.</li>
</ul>
</div>
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<ul>
<li>La consistencia en la norma y el límite debe ser extrema. Sobre todo al principio. No podemos pretender que nuestr@ hij@ no se acueste en nuestra cama si habitualmente se lo dejamos hacer. Ellos harán lo que les dejemos. Pero luego no les podemos reprochar nada. Si queremos que algo se cumpla lo debemos indicar siempre y sin excepciones.</li>
</ul>
</div>
<ul>
<li>La empatía, que es la capacidad para “ponernos en su lugar”, nos ayudará a entender los motivos que ellos tienen para actuar y reaccionar en una determinada situación y, desde ahí, podemos enseñarles modos de afrontarla. Y también les enseñamos al ser modelos eso tan importante para las interrelación con los demás que es saber ponerse en el lugar del otro. Esto le ayudará en su vida</li>
</ul>
<ul>
<li>La coherencia es también muy importante porque uno tiene que creer aquello que quiere enseñar. La contradicción entre lo que se dice y lo que se hace invalida la norma que o bien no se cumple o lleva a la mentira. Por eso es tan importante que los padres actúen con seguridad y sin contradicciones. Es sobre todo con un estilo de comportamiento con lo que los hijos se identifican y al que imitan. La norma concreta puede ser más o menos discutida si se le transmite una forma de ser responsable y honesta.</li>
</ul>
<ul>
<li>No consideres que se trata de domesticarlo, de convertirlo en algo que queremos, seremos mas eficaces en su educación si le apoyamos en el camino de encontrar sus propias capacidades, su forma de ser…, y él también se sentirá mejor mas seguro consigo mismo.</li>
</ul>
<ul>
<li>El castigo tiene una eficacia muy limitada sobre todo las humillaciones. Un hijo educado en un convivencia familiar donde lo habitual son las discusiones, gritos, peleas, existe una probabilidad muy alta que en el futuro reproduzca lo que ha vivido. Los malos tratos tanto físicos como verbales, hacen que tu hijo se comporte de manera agresiva o, por el contrario, en alguien extremadamente temeroso que tienda a evitar las interacciones sociales</li>
</ul>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-1380389294258158652013-09-17T15:31:00.000-07:002020-03-25T05:38:50.204-07:00Los sentimientos en el desempleo: La indefensión aprendida<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis83j1fz9GVmcBT_TmGQz93ke9E89nMJQqqvGP_UUrg1DOwpaSGxWPCfAUhmiygKbXWncLST4a7JusTlTRHYUNNwRzRgncsVSz-LDpDuQkSmQ6PICS6ZVRZbFTif2F8YDDyArQZ9CGyYK-/s1600/los-sentimientos-del-desempleado-la-indefension-aprendida_0_ai1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis83j1fz9GVmcBT_TmGQz93ke9E89nMJQqqvGP_UUrg1DOwpaSGxWPCfAUhmiygKbXWncLST4a7JusTlTRHYUNNwRzRgncsVSz-LDpDuQkSmQ6PICS6ZVRZbFTif2F8YDDyArQZ9CGyYK-/s640/los-sentimientos-del-desempleado-la-indefension-aprendida_0_ai1.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i class="i-block" style="background-color: white; color: #5d5d5d; display: block; font-family: OpenSansRegular; font-size: 13px; text-align: start;">Tomar conciencia de las dificultades que se presentan es una buena forma de controlar la ansiedad ante el desempleo.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Cuando la persona desempleada percibe que, independientemente de los CV que envíe semanalmente a infinidad de empresas, de los cursos de formación que realice para mejorar su cualificación mientras consiga trabajo, independientemente de las entrevistas de trabajo que le dejen buen sabor de boca… nada depende de él; genera una percepción de ausencia total de control sobre el resultado de la situación.<br />
<a name='more'></a><br />
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Si además, la persona desempleada es constantemente expuesta a acontecimientos negativos y situaciones estresantes que no puede controlar (que no le concedan una ayuda económica que había solicitado, que no le seleccionen para un trabajo en el que había puesto todas sus esperanzas, un gasto imprevisto y elevado que le obligan a realizar debido a una nueva ordenanza municipal, etc.), el mensaje psicológico que la persona traduce de todo ello es: ¡Haga lo que haga, no sirve de nada. No puedo evitar lo que me pasa.'<br />
<br />
Si la percepción de indefensión se prolonga en el tiempo, la persona desesperanzada aprende que responder es inútil; que no sirve para nada. Progresivamente va aprendiendo a tolerar este estado, permaneciendo inmóvil, casi inerte, y con menos ganas de hacer un mínimo esfuerzo por huir de la tortura de situación a la que está siendo sometido. Aprende a comportarse pasivamente, porque de no servir para nada; ¿para qué seguir intentándolo?<br />
<br />
Por ello, las personas que llevan largo tiempo en situación de desempleo pueden fácilmente pasar a este estado de indefensión aprendida, ampliamente correlacionado con la depresión clínica y con otros trastornos del estado de ánimo.<br />
<br />
Si la tensión psicológica que mantiene puede hacer que la persona se desaliente y resigne, abandonando el proceso de búsqueda activa de empleo y lo que podría ser aún más grave; si el estrés se agudiza y prolonga en el tiempo, entrarán en fase de agotamiento; ocasionando respuestas psicosomáticas relativamente estables.<br />
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<b><u>¿Cómo combatir los sentimientos negativos que provoca el desempleo?:</u></b><br />
<br />
Es importante partir del hecho y entender que nuestro esfuerzo en la búsqueda y consecución de empleo va a tener unas bajas probabilidades de éxito en este momento. Pero partiendo de este hecho y conociéndolo podemos poner en marcha una serie de estrategias que aminoren la sensación de indefensión <u>inevitable</u> que este hecho nos produce.<br />
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Para no ser presas de la indefensión aprendida, os proponemos una serie de medidas que os pueden resultar útiles para mantener o recuperar la sensación de control:<br />
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<li><b>Toma conciencia</b>: Analiza las dificultades que se te presentan en esta nueva situación, una por una, sin generalizar o dramatizar, para poder ver las posibilidades y los esfuerzos que debes realizar para enfrentarte a ellas.</li>
</ul>
<ul>
<li><b>Expresa los sentimientos negativos</b>: Es saludable expresar las emociones negativas de rabia, impotencia o miedo con nuestros allegados. El hecho de contar con apoyo social y percibirlo como tal, nos puede ayudar a canalizar nuestros sentimientos y nos sirve de válvula de escape. Sin embargo, no podemos anclarnos en este mecanismo; tras expresar y aliviar nuestra sobrecarga emocional, es necesario comenzar a poner soluciones. Reservar nuestra energía emocional para el afrontamiento activo.</li>
</ul>
<ul>
<li><b>Realizar una planificación económica</b>: Detallar mensual o semanalmente, todos los gastos fijos que existen y todos los ingresos de los que se vaya a disponer, y tomar decisiones sobre la distribución de los mismos. También comenzar a valorar nuevas alternativas como, por ejemplo, actividades de ocio gratuitas o más baratas.</li>
</ul>
<ul>
<li><b>Desarrollar una agenda como jornada laboral</b>: Para sentir que tenemos el control de nuestra vida cotidiana, es recomendable crear rutinas de actividad; <u>organizar nuestro día o semana dedicando unas horas para la búsqueda de empleo, otras para la formación, crear hábitos saludables (deporte, relajación…) ES FUNDAMENTAL NO CAER EN LA INACTIVIDAD.</u></li>
</ul>
<ul>
<li><b>Comprender y aprender a manejar los síntomas negativos que pueden asaltarnos al estar desempleados</b>: Tristeza, depresión, ansiedad, sensación de soledad… Conociendo los riesgos psicológicos que pueden asaltarnos, seremos capaces de afrontarlos mejor. Identificar los pensamientos negativos que pueden amenazar nuestra estabilidad emocional, saber pararlos y poner en marcha planes conductuales que bloqueen su efecto.</li>
</ul>
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<i><span style="font-size: x-small;">Información extraida de: http://www.mundopsicologos.com</span></i></div>
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Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8917354370773759003.post-1340068577141597542013-09-13T15:29:00.003-07:002020-03-25T05:40:22.210-07:00La ansiedad por separación, una emoción común ante el regreso a las aulas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhZ6T4ceqxYBPJ9A7SpmXQ8m9od9t8XfiBKqD5F9GgC0sjBcKxibOsZM3w4bBUIKWFa4qxlbAZT0xhdy2lj5ubg14UcXbwSVW5kyHVAvodop5rGIO9ykHnSxswe7nGXYf92BJISlvHpAg3/s1600/madre_con_sus_hijas_de_camino_a_la_escuela_0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhZ6T4ceqxYBPJ9A7SpmXQ8m9od9t8XfiBKqD5F9GgC0sjBcKxibOsZM3w4bBUIKWFa4qxlbAZT0xhdy2lj5ubg14UcXbwSVW5kyHVAvodop5rGIO9ykHnSxswe7nGXYf92BJISlvHpAg3/s640/madre_con_sus_hijas_de_camino_a_la_escuela_0.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
Algunos niños padecen un pánico irracional a abandonar el hogar, y asistir a la escuela les produce estrés y ansiedad<span style="text-align: center;">. Se trata de una conducta bien estudiada, que puede superarse con unas sencillas pautas o con ayuda de un profesional.</span><br />
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Para la mayoría de niños ir al colegio es una experiencia agradable e incluso emocionante. No obstante, el miedo a asistir a clase puede producirse en cualquier momento de la vida escolar. Se ha observado que es más común entre los 5 y los 11 años, aunque sucede con menor frecuencia entre los 7 y los 11 años. Coincide con el momento en el cual los niños cambian de ciclo y se enfrentan a nuevos retos, razón por la cual puede aparecer este problema.</div>
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Es típico que el miedo a volver a la escuela aparezca tras un tiempo prolongado en el cual el niño ha permanecido mucho tiempo en casa, o muy apegado a un familiar (vacaciones de verano, fiestas de Navidad o periodos similares). Además, se sabe que este problema es más típico en alumnos que están afrontando algún cambio importante en la vida: nueva casa, nuevo colegio o incluso el fallecimiento de un ser querido.<br />
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Signos de alerta:<br />
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<ul>
<li>Tu hijo puede encontrarse en esta situación si observas algunos de estos comportamientos:</li>
<li>Demuestra un apego excesivo hacia uno de los padres (o a ambos).</li>
<li>Siente temor al quedarse solo en una habitación o tiene pánico a la oscuridad.</li>
<li>Teme de un modo irracional que a sus padres pueda pasarles algo.</li>
<li>Tiene dificultad para conciliar el sueño, o presenta pesadillas y terrores nocturnos.</li>
<li>Muestra un miedo exagerado a los animales.</li>
<li>Tiene excesivo miedo a que entren ladrones en casa.</li>
<li><a href="http://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/como-reaccionar-ante-rabieta-nino">Tiene rabietas severas</a> cuando se le obliga a ir a la escuela.</li>
<li>Se queja de dolores de cabeza, de garganta o de estómago justo antes de ir a la escuela. La enfermedad mejora cuando se le permite quedarse en la casa, pero reaparece a la mañana siguiente, de nuevo, cuando debe ir al colegio.</li>
<li>Se niega por completo a salir de casa . Si el pánico surge al dejar el hogar, y no al salir de clase, el niño recuperará la tranquilidad una vez que está en clase.</li>
</ul>
<br />
Los temores expuestos son muy comunes entre los niños que padecen ansiedad a estar separados de sus padres.<br />
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Ten presente que la resistencia de tu hijo a que te vayas es un signo bueno que indica que se ha producido un apego saludable entre tú y él. Al final, tu hijo logrará recordar que cuando te vas siempre vuelves, y eso será suficiente para que se quede tranquilo mientras estás fuera. Esto también permite que los niños desarrollen habilidades de afrontamiento y una cierta independencia.<br />
Estrategias para facilitar las despedidas<br />
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A continuación se definen una serie de estrategias para ayudar a los niños y a los padres a atravesar el díficil momento de separarse:</div>
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<li>Elegir el momento adecuado. Si es posible, intenta que tu hijo no empiece la guardería entre los 8 meses y el primer año de edad, que es cuando es más probable que aparezca la ansiedad de separación por primera vez. Además intenta no separarte de tu hijo cuando éste pueda estar cansado, con hambre o nervioso. Si es posible, programa el momento de tu partida después de las siestas y las comidas.</li>
</ul>
<ul>
<li>Practicar. Haz prácticas con tu hijo para separarte de él y para que vaya conociendo poco a poco a las personas y los lugares nuevos. Si piensas dejarlo al cuidado de un familiar u otra persona, invitala antes para que paséis un tiempo juntos mientras estés presente. Si tu hijo va a empezar a ir a una nueva guardería o colegio, visitad el lugar juntos unas cuantas veces antes de dejarlo durante todo el horario completo. Practica dejándolo con un cuidador durante cortos períodos de tiempo, para que pueda acostumbrarse a estar separado de ti.</li>
</ul>
<ul>
<li>Transmite tranquilidad y sé coherente. Crea un ritual para irte, de modo que puedas despedirte de un modo agradable, amoroso y sin vacilaciones. Transmite tu hijo serenidad y confianza. Tranquilízalo comunicándole que vas a volver y explícale cuánto tardarás en regresar con conceptos que tu hijo pueda entender (por ejemplo, después de comer), porque todavía no puede comprender la noción del tiempo. Concédele toda tu atención al despedirte, y cuando digas que te vas, hazlo; si vuelves, sólo empeorarás las cosas.</li>
</ul>
<ul>
<li>Cumple tus promesas. Es importante que regreses en el momento en que le has prometido hacerlo. Esto es esencial; de esta manera, tu hijo desarrollará la confianza de que puede afrontar ese tiempo de separación.</li>
</ul>
<ul>
<li>Por muy difícil que te resulte separarte de tu hijo cuando éste llora y grita llamándote, es importante que confíe en que la persona que lo cuida podrá hacerse cargo de la situación. Puede ser de ayuda para ti y el niño que establezcas una hora a la que llamará para comprobar que todo va bien, quizá entre unos 15 y 20 minutos después de haberte ido. En ese tiempo, la mayoría de los niños ya se habrán calmado y estarán jugando con otras cosas. ¡No te permitas ceder enseguida ni llamar antes de lo programado!</li>
</ul>
<br />
Si aún con estas estrategias, el miedo persiste, es el momento de acudir a un profesional de la salud mental. Los efectos potenciales a largo plazo pueden ser muy serios para un niño si no recibe ayuda profesional. Por ejemplo, puede tener problemas escolares y sociales, y una vez en la edad adulta podría sufrir ansiedad y desorden de pánico. <br />
<br />
En la consulta, normalmente el profesional desarrollará un plan personalizado para hacer regresar de inmediato al niño a la escuela y a otras actividades cotidianas. Los casos de niños mayores o de adolescentes que se niegan a ir a la escuela pueden ser más graves, y es probable que requieran un tratamiento intensivo. Lo más importante es tener presente que el miedo irracional y el pánico de dejar la casa o los padres pueden tratarse con éxito.<br />
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Fuente: <a href="http://www.aacap.org/Default">American Academy of Child and Adolescent Psychiatry</a></div>
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