"Enojarse es fácil, pero enojarse en la magnitud adecuada, con la persona adecuada, en el momento adecuado eso es cosa de sabios"
Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.), filósofo griego
Añadiría dos matices a esta frase de Aristóteles tan acertada. El primer matiz es que además de enfadarse adecuadamente a veces hay que añadir consecuencias a los comportamientos que nos enojan. Hay personas que sólo con un enfado adecuado no acaban de entender nuestros deseos.