La autoestima es uno de los asuntos más tratados en la psicología. Es el aprecio y valoración que tenemos por nosotros mismos. Y es uno de los mejores activos personales que podemos poseer. Existe una gran diferencia entre las personas que poseen una sana autoestima y las que no. Y esta diferencia se cristaliza desde la sensación subjetiva de felicidad hasta los objetivos que consiguen en la vida.
Como padres tenemos mucho que decir y mucho que hacer en la construcción de una buena autoestima en nuestros hijos.
Para empezar me gustaría resaltar la gran diferencia entre fomentar la autoestima y la soberbia, conceptos que a veces se confunden. La soberbia va ligada a la competitividad, al perfeccionismo. A la presión paternal para conseguir que nuestro hijo sea el “mejor”. Ese no es el camino de la autoestima. La autoestima es amor a uno mismo y a los demás. Es respecto a si mismo y a los demás.
A continuación os describo algunas pautas que sería muy interesante que siguiéramos:
- Mantener una comunicación asertiva
El germen para la consecución de una buena autoestima en
nuestros hijos es ser capaces como padres de mantener una comunicación asertiva
con ellos. Por el efecto que deja en ellos y por el modelamiento que
provocamos.
- Focaliza en sus virtudes
Haz un listado de las cosas buenas que hace tu hijo/a y conscientemente
presta atención a estos aspectos. Te sorprenderán las cosas que pueden
aparecer. Intentar no hacer un mundo de lo “malo”
- No lo etiquetes
No generalices en aspectos negativos. No le digas que es un
desastre, vago o desordenado. Céntrate en lo que hace mal, en lo concreto y no
en la persona. La profecía autocumplida es un hecho que ocurre.
- Ofrece a tu hijo/a oportunidades para que tenga éxito
Es bueno que los niños sientan el éxito en alguna de las
actividades que puedan hacer. Si es bueno en algo, ofrécele oportunidades para
que destaque en ello.
- No evites la frustración (con moderación)
Un padre no puede tener el control de todo lo que ocurre
alrededor de su hijo. Y tampoco es bueno evitar cualquier malestar en nuestro
hijo o situación dificultosa. Pero también es cierto que no es bueno exponerle
experiencias difíciles o que no son acordes a su edad, o que se le dan
especialmente mal, se sentirá frustrado en exceso.
- Dale oportunidades para que se socialice
La socialización correcta será uno de los pilares básicos de
su bienestar. Tiene que relacionarse con sus iguales para madurar e integrarse.
Para los niños con más dificultades tened paciencia y preparar las situaciones
para que se pueda ir introduciendo en las situaciones de manera natural.
- Enséñale el valor de las pequeñas cosas. Hable con él. Juegue con él. Pase tiempo con él.
El día a día hace que perdamos a veces el valor de lo
importante. Y lo importante es poder jugar con tus hijos, prestarles atención
cuando hablan, perder tiempo en explicarles las cosas. Hacerles sentir deseados
y queridos.
- Evita comparar a tu hijo/a con otros niño/as
Si quieres que tu hijo/a sea una persona feliz, segura de sí
misma y con una alta autoestima, no lo compares con sus hermanos, sus vecinos,
sus primos o con el resto de sus compañeros. Ten en cuenta que cada niño es
único y especial. Comparar a tu niño con otros es el germen de la rivalidad, la
envidia y los celos. Y la puerta a la inseguridad.
- Procura no “machacarle” cuando se equivoca. No le hagas sentir culpable
Un niño aprenderá acerca de las situaciones cotidianas de la
vida a partir de sus aciertos, pero sobre todo de sus errores. Están en un
continuo aprendizaje y exploración. Y los errores son comunes. La rectificación
de los errores deben realizarse de manera asertiva. Con claridad pero sin
excesiva crítica. Y asumiendo consecuencias.
- Cree ciegamente en tu hijo/a. Hazle sentir seguro
Los niños suelen sentir temor ante los desafíos. No muestres
la más mínima sensación de inseguridad con respecto al buen desarrollo de la
conducta que teman. Eres un espejo para ellos y si te ven seguros ellos lo
estarán. Igualmente hazle ambicioso en probar nuevas conductas, nuevos retos.
Sin temeridad pero sí con valentía.
- Quiérelo con locura
El amor a raudales es la gasolina de la autoestima. Nadie se
quiere, por muy bien que haga las cosas, sino lo han querido. Abrazos
inesperados, besos, caricias, halagos, etc, etc…
- Enséñale valores
Hábitos saludables, amor a los animales y la naturaleza,
solidaridad, igualdad entre sexos, resolución de conflictos, valoración de la
no violencia, alimentación sana, el valor del esfuerzo y sacrificio, etc, etc
No hay comentarios:
Publicar un comentario