jueves, 13 de marzo de 2014

Piénsatelo dos veces antes de encender la tele



La capacidad para influir e inculcar valores que tiene la televisión, los videojuegos y el mundo de internet es colosal. Una influencia sobre la que nosotros, padres, no ejercemos ningún control. Exceptuando el tiempo que dejemos a nuestros hijos ser seducidos y absorbidos por estas tecnologías.

Muchos de los valores que están absorviendo a través de estas pantallas son nefastos para la educación de nuestros hijos. Mientras nosotros nos quedamos con los brazos cruzados, a través de la TV o el ordenador están recibiendo muchos de los valores que a continuación voy a describir:

- Cultura del bajo esfuerzo y valoración del éxito rápido. Ridiculización y estigmatización del sacrificio, trabajo y esfuerzo.
- Patrones sexistas de potenciación del rol masculino en el aspecto agresivo – dominante y el rol femenino como sumiso – pasivo.
- Vivencia del sexo como instrumento de consumo y/o de dominación a la otra parte, casi siempre representada fuera de una relación de amor entre dos personas
- Fomento del individualismo y la rivalidad como máxima para la consecución del triunfo social y personal
- Valoración de la violencia como método para resolver conflictos (en el mejor de los casos) o utilizada de manera gratuita en el resto

- Fomento del consumismo como método omnipresente en las relaciones y el ocio. 


Todos estos valores están transmitiendo las pantallas que ven nuestros hijos. Y estoy viendo muy pocos valores que creo merece la pena que se transmitan, como por ejemplo los siguientes:


- Valoración del esfuerzo y sacrificio en la consecución de objetivos y fines en todos los ámbitos: académico, deportivo, personal
- Fomento de la interculturalidad como un valor propio de la sociedad en la que vivimos. Respeto y conocimiento empático de las culturas-religiones con las que convivimos
- Fomento del trabajo cooperativo y del valor del bien común como herramienta para la convivencia en la sociedad. Puesta en valor de lo que es de todos: mobiliario urbano; servicios públicos: sanidad, educación, etc; bienes culturales, arte, tradiciones; instalaciones públicas (hospitales, colegios, polideportivos…)
- Educación en la igualdad de los sexos y conocimiento de sus diferencias innatas.
- Valoración de la conducta sexual como parte integral las relaciones humanas, sin prejuicios atávicos pero sin frivolizar su importancia y relevancia dentro de un desarrollo vital satisfactorio
- Fomento de hábitos de vida saludables: Deporte, alimentación equilibrada, rechazo a las conductas adictivas
- Educación en valores universales como la solidaridad, la igualdad, el respeto a la diversidad y a las normas cívicas, el cuidado por la naturaleza y los animales, etc…
- Educación para la paz. Fomento de la resolución de conflictos mediante la negociación, el diálogo y la cesión con renuncia clara y tajante a la violencia.




¿Por qué estos valores no están siendo transmitidos sistemáticamente por los canales públicos de comunicación? ¿Por qué el estado está renunciando a educar a sus ciudadanos mediante los medios que dispone y en base a unos valores que podamos asumir todos, que creo que los hay?

En todo caso nosotros como padres podemos aplicar una serie de reglas razonables que aminoren de manera importante el efecto que pueden llegar a producir estas tecnologías en los hijos:  


- La sociedad ha conseguido que la TV forme parte cotidiana de nuestras vidas. Pero sigue siendo una opción. No tiene por qué haber TV en el comedor, la cocina, habitaciones, ¿cuarto de baño? etc…Es más no tiene por qué haber TV en casa.
- No utilizar excesivamente estas tecnologías como “niñeras” o se volverán en nuestra contra
exigiendo su presencia de manera permanente. 
- Utilizar en todo caso estos refuerzos como elementos reforzadores de otras conductas que requieren esfuerzo. (primero la obligación y después la devoción).
- Se puede recurrir a videos o software en el cual seamos nosotros los que controlemos los contenidos y no ellos a nosotros.
- Intentar que las consolas de juegos no formen parte de manera continuada de la vida de los niños. Es un tiempo precioso para que experimenten sus sentidos en la lectura, los juegos convencionales, la convivencia con otros niños/as, la naturaleza, etc…
- Controlar los contenidos de acceso a internet mediante software





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